Calumnia que algo queda

F. Javier Blasco

Es muy popular la frase que dice “En la guerra y en el amor todo vale”. Desconozco quién fue su autor –si es que se sabe- ni de donde viene. A veces y, esperando que por ello no se me tache de plagio, la he usado en determinados momentos e incluso, por determinadas analogías al ver que la política ha dejado de ejercer su verdadera función y se ha convertido mayormente en una guerra muy sucia, la he ampliado también con dicho concepto.

En definitiva, la frase de marras podría quedar redactada en algo así: en la guerra, el amor y en la mala praxis de la política, todo vale. Frase que, aunque debería ser desechada por los problemas implícitos que encierra y por inducir a emplear todo tipo de argucias y artimañas, sin embargo, es mucho más que descriptiva de una realidad cada vez más patente.

Llevamos años en España envueltos en muy graves problemas derivados de la situación mundial en general; la incompetencia de nuestros políticos por falta de preparación, vocación e intelecto y del empecinamiento de muchos de nuestros compatriotas –políticos o no- en volver a resucitar tiempos pasados, desempolvar viejas y muy malas formas y actitudes de gobierno de tan nefastos recuerdos particulares y mundiales y, sobre todo, envueltos en una constante y creciente hipocresía.

Si estamos envueltos en la hipocresía es como resultado de muchos factores, de entre los que me gustaría resaltar solo algunos de ellos: la falta de preparación personal, el fracaso de la sociedad, la muy baja calidad de la enseñanza, la pérdida constante de valores éticos y morales y, sobre todo, por nuestra incansable tendencia a la pérdida del pensamiento o sentimiento crítico sobre todo lo que se nos dice, hace o impone. Nos hemos convertido en unos vagos porque no queremos, no nos gusta pensar, aceptamos todo con la pasividad de los corderos camino del matadero y no nos importa en absoluto, comulgar cada día con ruedas de molino más gordas.

Los medios, de los que muchos de los cuales han perdido su compromiso deontológico, las redes sociales –casi todas ellas manipuladas y orientadas cubrir y dirigir objetivos políticos y sociales muy concretos- la creciente mayor facilidad a dejarnos ser manipulados y la cada vez mayor inclinación de nuestros políticos y agentes sociales a vendernos humo con grandes y elocuentes palabras, ofertas y promesas vanas son las principales formas de manipulación que mueven nuestras masas. Pobre de aquel, que aún siga sin entender esto, porque desde luego, estará totalmente vencido.

Los tradicionales parlamentos y parlamentarios repletos de personas rebosantes de formación, capacidad moral, intelectual e ingenio; capaces de elaborar sesudas propuestas en aras del bien común, han desparecido totalmente. Ahora están repletos de pelagatos, muchos muy mal vestidos, poco aseados y casi todos con sus cabezas totalmente huecas por falta de formación y/o experiencia previa. La mayoría sin nada que ofrecer entre sus manos descubrieron en la mentira, la exageración y la falsedad el camino para rellenar unos ruines CVs que no aguantan ni en más ligero examen público. Sus estudios son falsos o en muchos casos los consiguieron por caminos tortuosos y poco éticos; los puestos de trabajo alegados no existieron, fueron fruto de su imaginación o el resultado de un becario especialista en superar con éxito este difícil trago.

A pesar de ello, o quizás como consecuencia de esto mismo, de su poca o nula formación, la mala imagen, el mal ejemplo recibidos durante años y años de palmeros o las pocas y poco recomendables lecturas en su haber; sus ideas no son nada nuevas. Al contrario, son ancestrales, basadas en un extraño odio que lo han convertido en viral y tan personal que cualquiera diría que ellos, a pesar de su corta edad, han sufrido en sus propias carnes los ya muy lejanos “males” que dicen querer perseguir y erradicar.

Su camino no es el de la concordia, la aceptación de todo lo mucho y bueno que se ha heredado, o la mejora de lo establecido con no poco esfuerzo. No, es todo lo contrario; protestar sin descaro y, como si de niños maleducados se tratara, sin muchas veces saber de qué se está protestando; cambiarlo todo; volver a desempolvar el pasado; relanzar las rehencillas que tantos males ocasionaron y que la mayoría de la gente ya tenía olvidados.

El odio y el rencor que rezuman en sus cuerpos, gestos, acciones y palabras es tanto que, muchas veces, me imagino que, con algo más de attrezzo a base de llamas, ruidos, truenos y humos malolientes será así como te reciben los demonios a la entrada del infierno.

Pero en todos estos hay una cualidad, por llamarlo o definirlo de alguna manera, que me tiene muy sorprendido y que cada vez me resulta más chocante. Es su capacidad para el desarrollo de los que se conoce como la piel fina; cualidad por la que el que la persona que la posee recibe un fuerte impacto y reacción o calambre en su cuerpo y mente a nada que alguien trate de usar contra ella alguna forma de ataque, puesta en duda o critica por liviana o justificada que esta sea sobre sus palabras, actitudes, planes, previsiones o actuaciones y, sin embargo, son estas mismas personas las que no conocen otras herramientas en su vida política. Además, las usan con una soltura, sentido de justicia y desparpajo tal que hasta llegan a creer en su propio relato. Es impresionante ver a todo este tipo de impostadas personas que, generalmente, hablan sin haber preparado su discurso, sin conocimiento de lo que dice y simplemente por hacer daño al contrario que el tono, intensidad y timbre de su voz va creciendo paulatinamente a medida que las palabras le fluyen a su boca; da la sensación que sienten cierto regusto al oírse a sí mismas y por ello, tienden a enfatizarse aún más alargando y enloqueciendo aún más su discurso  tanto con la voz como con sus gestos corporales.

Hace tres meses que ocurrió en España un hecho singular; el Secretario General del PSOE; un hombre hundido y resucitado por dos veces consecutivas en dos años en su propio partido; sin escaño propio en las Cortes –por voluntario e ignominioso abandono del mismo-; con el menor número de escaños propios en la historia del PSOE; basándose en ciertas truculentas y poco ortodoxas y no determinantes palabras recogidas, fuera de todo lugar y tiempo, en una sentencia, todavía no firme, procedentes de un más que conocido jurista afín a su partido, correspondientes a un juicio sobre financiación ilegal de dos procesos electorales municipales en dos localidades de la provincia de Madrid; duramente y con todo tipo de calumnias, excesos, pos verdades, falsedades, falacias, demagogias y muy malas praxis se volcó en una ignominiosa y calumniosa campaña de “desacreditación personal” del anterior presidente del gobierno y del partido de mayor entidad en España con la intención de poner los mimbres donde construir una increíble moción de censura que le llevara al gobierno.

Para cumplir con estos planes y mintiendo constantemente -al igual que ya lo hizo cuando le costó su primera defenestración en su partido- mantuvo conversaciones y arrancó acuerdos con los partidos que le dieran la mayoría suficiente. Hasta ahí, todo dentro de una legalidad y normalidad democrática; pero resulta que sus cuentas no salían si no aunaba esfuerzos y votos con todos los partidos populistas, separatistas, independentistas y filo terroristas que, para nuestra desgracia, aún siguen teniendo representación en nuestros parlamentos y no están ya ilegalizados –tal y como ocurre en muchos países de nuestro entorno- por sus ideas, tendencias y actitudes y acciones probadas total o parcialmente contarías a la Constitución, el Estado y las Leyes españolas.

Sánchez sabía lo que esto suponía; un montón de compromisos, peajes y deudas impagables e inimaginables para cualquier persona que pensara un mínimo en el bien de España. Máxime en un momento en el cada vez está más en juego la unidad e integridad de España, las manifestaciones y demostraciones de desacatos a nuestros tribunales y leyes no cesan y con dichos compañeros de viaje, solo le quedaba ceder y dar. Pero daba igual el objetivo era un sillón en la Moncloa, y como se ha visto muchos más y bien remunerados, para colegas, amigos, familiares y allegados. Por ellos no importa que, a cambio deba, por mucho que lo disimule, romper España y distanciar aún más a unos españoles ya muy divididos política, moral y socialmente. ¡Qué gran peaje!    

En tres meses sus nefastas, inexpertas y precipitadas políticas –muchas ellas consecuencia o exigencia directa de las mencionadas facturas por el apoyo en la moción de censura- han sido catastróficas. Por resaltar algunas de las que considero importantes, no quisiera olvidarme de que en tan corto espacio de tiempo: dos ministros ya han sido cesados por ruindades en sus CVs; una directora General cesada por legalizar un sindicato para las prostitutas; se ha puesto en jaque mate y levantado muchas sospechas sobre la industria del motor diésel –una de las principales fuentes de ingreso y trabajo en España- y la industria naval por decisiones u opiniones poco pensadas y nada reposadas de sendas ministras; se ha jugado con la defensa de la dignidad de la justicia española y hasta se ha aplazado nuestra decisón ante Bélgica porque aún no lo tiene claro la ministra del ramo llena de complejos y cuitas personales; se han levantado polémicas innecesarias sobre la natalidad subrogada o sobre la urgencia de la necesidad de desenterrar a toda prisa la momia de Franco que lleva cuarenta y tres años enterrada; no se cumple con nada de lo prometido para hacerse (entre otras el control de la constante e inquietante subida del precio de la luz y los carburantes, derogar leyes como la de educación y contratación laboral, así como abordar definitivamente el reparto de cargas y beneficios entre las comunidades o el sistema de pago de las pensiones). Se ha cedido y tragado mucho en Cataluña y demasiado con respecto a su consideración como nación; se ha renunciado a cualquier tipo de reclamación Territorial sobre Gibraltar tras el Brexit; se acerca a etarras de forma creciente y con escuálidas justificaciones; se ha producido un efecto llamada para la inmigración sobre Europa y vamos a romper con los compromisos económicos con la UE en un momento en que una nueva recesión y posible crisis internas planean sobre nuestras cabezas.

Como una parte más del comportamiento personal del flamante y especial [1] presidente, hemos tenido que soportarle en escenas rayanas con una ancestral y ya caduca chulería personal y muy propia de una juventud que ya le queda un tanto alejada por edad; la ostentación del   innecesario y constante empleo de los medios e instalaciones del Estado para su uso y disfrute hasta en situaciones personales y de ocio y esta misma semana saltó por los aires el tema del plagio de su Tesis doctoral.

No voy a entrar en valoración de la famosa tesis; debo confesar que solo he leído el apartado de las conclusiones en la misma ya que lo considero el meollo del tema en estudio tras muchos años dedicado como alumno y profesor a la enseñanza superior militar tanto en España como en la OTAN en loa que he tenido que colaborar, escribir, coordinar, corregir, dirigir y calificar muchas monografías, estudios de países y trabajos de gran enjundia, profundidad y esfuerzo personal.

No es tiempo ni lugar para comparar entre otros factores el rigor, el peso específico y las aportaciones reales al conocimiento de tales documentos -desconocidos para mucha gente en el ambiente de la cultura y del intelecto- pero lo que sí que puedo asegurar, es que solo en base al mencionado apartado de conclusiones tras leerlo con toda la atención que he podido y sin entrar en los detalles del plagio o no; nunca hubiera aceptado dicho documento ni siquiera para ser puntuado. Simplemente porque es un apartado muy cuestionable por lo inútil del mismo, su escaso interés, nula aportación al tema tratado y claramente un recocido de otros conceptos o conclusiones por la variedad de estilos y los sujetos empleados (personal en primera persona, mayestáticos o plurales).

Ante la avalancha de publicaciones en los medios con claras y fragrantes críticas y pruebas al respecto del documento, de su verdadera valía y sobre los demasiado oscuros procedimientos empleados para confeccionarlo -sobre el que el propio presidente, además, en otro acto chulesco e irresponsables se ha tomado la libertad de esconderlo desde su evaluación y lo que es peor,  mentir claramente en sede parlamentaria sobre su archivo, ubicación y la posibilidad de consulta- el “doctor Sánchez” a modo personal y su gobierno, cual palmeros desbocados, han sacado toda la Artillería para defender varias cosas; que efectivamente hay un cierto porcentaje de plagio ”normal según su propio sistema para cotejarlo y una desconocida escala de valoración del grado de plagio”; que las referencias no están claramente expresadas, pero, a su manera y según sus sui generis sistema para el referenciado, aparecen en algún lugar del texto o en la bibliografía aunque los párrafos no estén entrecomillados y que lo que todo el mundo conoce como el auto plagio[2] no es tal aunque lo copiado literalmente no sea propiedad única de Sánchez y no se tenga en cuenta, que las Tesis son documentos que lo que no aparece entrecomillado debe ser original y nunca publicado previamente, aunque el texto sea propio.

Conclusión, según Sánchez, el gobierno y el PSOE, no ha habido plagio, “se intenta abatir al gobierno y los medios denunciantes, el PP y Cs deben pedirle perdón” [3]. Por si no hubiera sido patética la intervención de ayer con varias carrasperas incluidas de la poco acertada y menos preparada ministra portavoz, hoy nos sale el que se erigió, con engaño, en el alma blanca del socialismo: la esperanza de España contra el separatismo catalán y actualmente, por razones obvias, totalmente desprestigiado y falto de toda credibilidad, el Sr. Borrell a decir que “las noticias de la tesis de Sánchez: "Forman parte de un proceso en el cual todo vale, calumnia que algo queda" o frases espectaculares como “estamos bombardeados de información pero las cosas que nos cuentan no son verdad"[4]. 

Sánchez en otro de sus alardes de presión, poco acordes al cargo que ostenta y totalmente fuera de tono, ayer mismo lanzó por Buro Fax sendas advertencias al ABC, OKdiario y al EL MUNDO exigiéndoles una rectificación de lo publicado y avisándoles, al mismo tiempo, de que, de no tenerla satisfactoriamente para él, se reservaba el derecho a proceder legalmente contra dichos medios. Todos ellos le han contestado que nones, que no retiran una coma y que lo publicado es cierto. Respuesta clara y tajante que, al parecer, no ha llegado al conocimiento de los redactores de noticas en varias cadenas de Tv ya que terminan la noticia de la tesis proclamando la amenaza de Sánchez, pero obvian las respuestas que aquellos le han dado.

Me inclino a pensar que esto no se ha acabado todavía, el gobierno, una vez más se ha precipitado y mucho en dar una respuesta poco clara, sin aceptar responsabilidades, no presentarse en la Cámara a explicarlos y en dar el tema por zanjado y, además, se ha equivocado en usar la presión y la amenaza para acallar a unos medios que no domina y no tiene comprados -pocos quedan, la verdad-. Hoy siguen saliendo pufos, malas traducciones del inglés –algunas garrafales y de muy principiante, jamás de un Doctor Cum Laude [5]-. Esta semana, el texto será revisado por muchos y muchas veces; estoy seguro de que algo más saldrá.

Puede que este plagio esté rondando los límites permitidos o pasados por alto; creo que, a pesar de ello, la Universidad que juzgó el trabajo debe reconsiderar su primer y demasiado rápido comunicado y que, al final, Sánchez tenga que apechugar con algo de lo que, conscientemente ha estado ocultando, precisamente por esto y durante muchos años. Pero, lo que no es de recibo en absoluto es que un gobierno, que llegó a donde llegó, que lo hizo en base a juicios de valor, descalificaciones personales, exagerando la realidad y el calado de los males achacados a su contrario y usando todo tipo de artimañas, tenga la caradura de quejarse ahora de que la poca prensa libre que queda en España y los partidos de la oposición (de forma excesivamente timorata) carguen contra Sánchez y sus perrerías de chiquillo malcriado o muy avispado; digan que hay un “complot para abatirlo” o sigan la norma del “calumnia que algo queda”. Manda narices, que estos digan esto y, además, que se queden tan tranquilos.

No, Sr. Borrell no se nos había olvidado su "hazaña" para llegar al poder y creo que no se olvidará nunca. Estoy seguro de que será lección aparte, por rara, en las facultades de políticas del mundo entero. Y dado que Vd. recurre a dichos populares, también le recordaría que se aplique aquello de “Quien a hierro mata, a hierro muere”.

[1] Digo especial porque es el primero en España que llega a serlo como consecuencia de una moción de censura, sin pasar por las urnas, con el menor número de escaños propios de toda la historia y apoyado exclusamente por los votos de los partidos que tienen una idea y planes para España.     

[2] Se produce una publicación duplicada o múltiple cuando dos o más artículos, sin hacerse referencias entre sí, comparten esencialmente las mismas  hipótesis, datos, puntos de discusión y/o conclusiones

https://biblioguias.unex.es/c.php?g=572088&p=3944387

[3] http://www.elmundo.es/espana/2018/09/14/5b9ba93246163f89338b461d.html

[4] http://www.rtve.es/noticias/20180915/borrell-sobre-noticias-tesis-sanchez-forman-parte-proceso-cual-todo-vale-calumnia-algo-queda/1799240.shtml

[5] https://okdiario.com/investigacion/2018/09/15/sanchez-dice-que-fabricar-avion-cuesta-100-000-millones-5-veces-presupuesto-nasa-3115394

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