Chantaje real fallido

Ramón Moreno Castilla

Pie de foto: La Casas Real marroquí denunció el intento de chantaje

Después de varias semanas de ausencia de estas páginas virtuales debido al socorrido argumento de “asuntos propios”; hoy retomo de nuevo, con gran satisfacción, el contacto con los amables y fieles lectores de ATALAYAR reanudando así una “relación” que intuyo de cierta complicidad.

Pero antes de referirnos al asunto en cuestión, debemos hacer algunas observaciones que consideramos de interés. En efecto, cuando la Europa demócrata, de las libertades, del desarrollo, del pluralismo informativo, de la libre circulación etc. está dando una bochornosa imagen al mundo por la pésima gestión que están haciendo los 28 (fundamentalmente los países del Este) de la inmigración procedente de países en guerra como Siria, Libia, Irak, Afganistán y otros; resulta insólito que algunos países europeos sigan queriendo dar lecciones de democracia y de libertad de expresión a los países africanos, que ellos mismos colonizaron y neocolonializan hoy en día.

Es el caso de Francia, antigua metrópoli, que practica lo que podríamos denominar la “diplomacia oculta”, que propicia una política “sui géneris” con sus excolonias, que dan pié a que se produzcan hechos tan deleznables como los que vamos a relatar. Y donde periodistas sin escrúpulos y sin código ético ni deontológico; que consideran la libertad de expresión como una patente de corso, se dedican a publicar libros que atentan contra el buen nombre y el prestigio de un mandatario africano intachable, como es el Rey de Marruecos. A estas alturas de la historia, ¿qué lecciones nos va dar Europa y, sobre todo,  las ex metrópolis?

Según publicaba hace unos días la prestigiosa agencia francesa de noticias, France-Presse, dos periodistas franceses fueron detenidos el pasado jueves en París por chantajear presuntamente al Rey de Marruecos Mohamed VI, exigiéndole tres millones de euros a cambio de no publicar un libro con informaciones supuestamente comprometedoras para el Monarca marroquí, según fuentes judiciales. Los reporteros Eric Laurent y Catherine Graciet fueron detenidos tras reunirse con un representante del Rey y recibir dinero de éste, declaró a la AFP una fuente cercana al caso. “Hubo una entrega y una aceptación de una suma de dinero” (unos 40.000 euros, para cada uno, según ha trascendido) precisó dicha fuente.

Ambos periodistas que ya habían escrito sobre Marruecos, fueron puestos bajo custodia policial en el marco de una investigación judicial abierta el miércoles pasado por intento de extorsión de fondos y de chantaje, precisó dicha fuente. Rabat había puesto una denuncia la semana pasada en París; y según el testimonio del abogado de Marruecos a un medio francés, Eric Laurent habría contactado por primera vez y por su cuenta al gabinete real el 23 de julio pasado indicando que preparaba un libro sobre el Soberano.

En una primera cita el periodista habría propuesto no difundir el libro a cambio de tres millones de euros y tras la denuncia, habrían tenido lugar otros dos encuentros, esta vez bajo vigilancia de los investigadores de la Brigada de Represión de la Delincuencia contra las Personas (BRDP). Contactada por la AFP, la editorial Editións du Seuil, confirmó que los autores preparaban un libro sobre el Rey de Marruecos que debía ser publicado en “enero-febrero”; aunque dicha editorial ha precisado después que debido a las circunstancias no publicará el citado libro. Es de resaltar, que ambos reporteros han escrito varios libros de periodismo de investigación de forma individual  (como el referido a las relaciones del ex presidente francés, Nicolás Sarkozy y el asesinado presidente de Libia, Muamar El Gadafi, quién habría financiado la carrera hacia el Eliseo de aquel, y cuya autora es Catherine Graciet). Los dos periodistas publicaron conjuntamente en 2012, “El Rey depredador. Apoderarse de Marruecos”, sobre el Rey Mohamed VI. Por su parte, Eric Laurent ya había escrito un libro sobre el reinado de Hassan II titulado “Memorial del Rey”.

¿A quién hay que creer de la prensa occidental cuando periodistas de esta calaña pretenden chantajear vilmente al Jefe de Estado de un país amigo? El caso es que Mohamed VI no accedió al chantaje y se mostró como un mandatario firme y seguro de sus acciones y como un hombre íntegro

que con su innata clarividencia y sentido de Estado está llevando a su pueblo a  unas cotas de paz. seguridad y bienestar nunca vistas. Marruecos, de la mano de Mohamed VI, se ha convertido en todo un referente de África y del mundo.

Porque lo cierto es que este tipo de maniobras han conseguido el efecto contrario. En el caso que nos ocupa, la pretensión de dañar la egregia figura y la imagen real de Mohamed VI solo ha servido para fortalecer la unión del Rey con su pueblo; para aumentar la admiración de éste por su Rey, fortaleciendo la simbiosis y los indisolubles lazos que siempre han existido entre la Monarquía Alauita y el pueblo marroquí. Pero sobre todo, pone de manifiesto la manipulación informativa que hace Occidente de la realidad africana y de algunos mandatarios africanos; cuando la verdad es que los países europeos, todos, debían de mirarse primero su joroba. ¿No tiene que ver Europa con todo lo que pasa en África?

La libertad de expresión y de información, insistimos, no es una patente de corso mediante la cual se denigra, se manipula y se distorsiona la realidad. Los ciudadanos somos víctimas de los excesos de los medios de comunicación. Y como hemos dicho tantas veces, la opinión publicada ha sustituido de forma subrepticia a la ignorada y denostada opinión pública. Resulta poco edificante comprobar como la clase periodística -una profesión muy digna y respetable, por otra parte- se ha ido “prostituyendo” progresivamente y ha caído en los mismos comportamientos poco éticos que supuestamente debía denunciar. ¿Dónde está el llamado “Cuarto Poder”?

Resulta un espectáculo bochornoso ver continuamente en las tertulias televisivas o radiofónicas de los diferentes medios informativos audiovisuales que hay en España, a periodistas posicionados claramente, sin el menos rubor, a favor de uno u otro partido; enfrentados unos con otros según de que formación política se trate, siendo correas de transmisión de una u otra opción política. No deja

de ser penoso observar como se nos bombardea con la manida frase de que España es un Estado de derecho, cuando realmente éste está ciertamente torcido. La política está judicializada y la justicia politizada. Existen jueces “demócratas” y jueces “conservadores”; y los partidos políticos tienen sus “cuotas” de jueces afines en estos colectivos y en las altas instancias de la judicatura. Al Fiscal General del Estado lo nombra el Ejecutivo en lugar de la carrera fiscal, quedando en entredicho su supuesta imparcialidad. ¿Dónde está la necesaria e imprescindible separación de poderes que propugnara Montesquieu?

Por lo demás, las buenas relaciones de España y Marruecos se fortalecen cada día. Prueba de ello es la visita de los ministros españoles de Defensa e Interior han realizado días pasados al vecino país para reunirse con sus homólogos marroquíes y fortalecer la cooperación bilateral en materia de seguridad ante el terrorismo yihadista, los flujos migratorios subsaharianos y la defensa de los intereses recíprocos.-

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