Opinión

El 'aburrido' proceso de primarias en el Partido Demócrata

Víctor Arribas

Miami ha sido el escenario de la primera gran contienda de cara al Election Day de 2020 para el que ya falta menos de un año y medio. El teatro Arsht Center en Biscayne Boulevard ha tenido que ampliar el escenario para albergar a los primeros diez candidatos demócratas y darle a la televisión la capacidad de enfocar todos los planos y tiros de cámara necesarios para transmitir un evento político que en USA es una tradición. Las elecciones primarias fueron inventadas en Estados Unidos, y en Europa han sido copiadas al estilo europeo, es decir, cambiando el espíritu y el procedimiento hasta convertirlas en un sucedáneo mal inspirado en su modelo americano. Y también las televisiones, especialmente las españolas, deberían aprender de lo que esta pasada madrugada se ha visto a través de la pantalla. Como detalle mucho más que anecdótico, el hecho de todos los candidatos han pronunciado algunas palabras en españolen algún momento de la velada. 

Con Donald Trump camino del G-20 que se va a celebrar en Japón, el presidente no ha tenido ocurrencia mejor que mostrar en Twitter su aburrimiento ante el debate abierto en el partido político más antiguo del mundo, Le aburre que se debata de cuestiones como la crisis migratoria, que como era esperable ha centrado las intervenciones y los cara a cara entre los participantes, muchos de los cuales no pasarán siquiera de la línea de salida y se caerán antes de que empiece la verdadera batalla. Pero también Irán, el derecho constitucional a portar armas de fuego o el cambio climático han sido estrellas invitadas a la velada. Y la muerte del padre y su hija en el río Bravo, que traza la frontera entre México y Estados Unidos al sur de Texas y cerca de Laredo, no podían estar ajenas al debate, sobre el que sobrevolaba la pregunta sobre si se debe o no abrir un potencial impeachment contra Trump. 

La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren no se ha conformado con el tema de la inmigración y ha golpeado duro al rival de los demócratas, el presidente Trump. Considerar corrupción la forma de gestionar la política económica de un país con pleno empleo y un crecimiento envidiable a los dos lados del Atlántico es una frivolidad, pero será tenida en cuenta por sus electores en aras a forjar un perfil potente para medirse al gran tiburón republicano.

Beto O’Rourke es tejano de pura cepa. Nacido en El Paso, conoce a la perfección la problemática de la emigración en la frontera y de los centros de internamiento de menores y de familias. Ha sido congresista hasta este mismo año, le disputó nada menos que a Ted Cruz el puesto en el Senado, y desde el escenario televisivo ha aprovechado para exigir el cumplimiento de los derechos humanos en esa frontera.  Pero ha convencido a pocos y los sondeos improvisados le dan como uno de los perdedores de la noche. 

El senador por New Jersey Cory Booker ha dejado la sensación positiva de esta primera contienda, se ha dado a conocer ante el gran público y ha aprovechado la oportunidad que da salir en uno de estos programas televisivos con audiencias millonarias. 

Julián Castro es otro tejano, político de origen hispano que sería el primer presidente de esta minoría mayoritaria en EEUU, intenta remontar el lastre de su propio apellido. CNN en español le sitúa como el mejor del debate, especialmente por la forma en que acorraló a su paisano del estado sureño.

La senadora por Minnesota Amy Klobuchar, formada en Yale, ha querido matizar todos los llamamientos del resto de precandidatos a la acogida, afirmando algo que dicho por Trump parece más exagerado y radical: que la entrada de inmigrantes no suponga la llegada al país de traficantes de drogas y delincuentes. 

Y tal vez la mayor indiferencia la ha causado el alcalde neoyorkino Bill de Blasio, que no sabe aprovechar su posición institucional para hacerla valer ante sus adversarios. 

Mientras tanto, Joe Biden, el ex vicepresidente con Obama, y el favorito de los románticos, Bernie Sanders, calientan en la banda porque entran en escena en las próximas horas. Y junto a ellos el votante norteamericano podrá escuchar en sus argumentarios a estrellas incipientes de la precampaña como la senadora por California Kamala Harrisy el alcalde de South Bend, Pete Buttigieg. Las encuestas de RealClearPolitics o Politico colocan a Biden como principal aspirante con casi un 40 por ciento de intención de voto frente al 20 de su principal perseguidor Sanders y al 13 por ciento de Warren. Los demás engrosan un grupo que de momento es manejado a distancia por el favorito, aunque en este proceso admirable de democracia participativa ha habido sonoras sorpresas a lo largo de la historia.