ETA: jaque (mate) a la Nación

Antonio Regalado

Pie de foto: ETA no ha muerto. Su proyecto secesionista estámás vivo que nunca, al igual que en Cataluña.

La banda terrorista ETA ha anunciado su disolución después de 60 años. Una historia de terror y violencia que se quiere blanquear democráticamente para iniciar un presente y un futuro con el mismo objetivo: la independencia del País Vasco y de Navarra. ETA se ha casado de mover el árbol al PNV y quiere recoger las nueces en las municipales de 2019. 

Que el comunicado final lo hayan leído los sanguinario Josu Ternera “Amboto” explica y confirma que toda la puesta en escena con los observadores internacionales pagados con dietas millonarias y con los comparsas peneuvistas, batasunos, gibaistas, podemitas, CUPistas y ugetistas, –explica y confirma, decíamos-, que el totalitarismo en su nueva expresión populista avanza hacia la destrucción del Estado, y, por ende, en primer lugar, a la ruptura de la Nación. 

El hacha y la serpiente

El anagrama de ETA encierra toda una filosofía de muerte y destrucción. Un hacha y una serpiente.  Peor que la hoz y el martillo, tan execrable como la cruz gamada de Hitler. Los terroristas de ETA comenzaron sus asesinatos el 6 de junio de 1968. Ese día mataron cerca de Irún, al guardia civil José Pardinas Arcay, tras darles el alto y comprobar que el coche era robado. Mientras comprobaba la documentación del vehículo, los dos terroristas le remataron con cuatro tiros en la nuca. 

El 16 de mayo de 2010, asesinaron al gendarme francés, Jean Serge Nerín, en Darmarie Les-Lys. Tenía 53 años; dejó viuda y cuatro hijos. Entre esos 42 años, los terroristas y nacionalistas vascos –son terroristas porque son nacionalistas- ejecutaron a 855 personas. Ocho lustros y medio de crueles atentados contra civiles, militares, policías, diputados, senadores, concejales y ciudadanos libres de toda sospecha. 

Han sido 15.000 días de plomo y bombas-lapa que no pueden desdibujar el dolor de los miles de heridos, de las familias rotas; quince mil días que encubren decenas de secuestros, miles de extorsiones a empresarios y profesionales con el mal llamado pago revolucionario, estragos, intimidaciones, drogas, mentiras. ETA es una mafia que, además, oculta 349 asesinatos sin resolver.

Verdugos

Los etarras nacionalistas vascos nacieron al calor de la Iglesia hace 60 años. Cinco minutos después de que ETA anunciara que abandonaba sus estructuras criminales –que no su activismo político- los obispos del norte se rasgaban las vestiduras por su colaboracionismo (le llamaron complicidad) y, en el mismo relato, exigían al gobierno el acercamiento de presos. Sepulcros blanqueados con las plegarias del infame obispo Setién, de cuyo nombre no quiero acordarme. 

Estos verdugos, campeones olímpicos del tiro en la nuca, nos quieren hacer creer que aquí hay que poner el contador a cero y olvidar. Lo suyo es construir ahora el discurso de la paz conjuntamente con Iñigo Urcullu y Uxue Barkos para anexionarse la comunidad Foral de Navarra e iniciar un proceso de ruptura en coordinación con los separatistas catalanes. Los verdugos convertidos en víctimas. La misma estrategia miserable que Puigdemont y sus ladrones convergentes del 3%.

Victimas

No puede haber víctimas de primera y de segunda porque los muertos por la Constitución –los muertos por España- son nuestros héroes de la democracia. A su generosa sangre derramada debemos nuestra libertad actual. Como reportero en Madrid he cubierto decenas de atentados, desde el de la calle del Correo, en septiembre del 73, si la memoria no me falla, al masivo atentado de la Plaza de la República Argentina -(14-julio-1986)-  donde perdieron la vida veinte jóvenes guardias civiles. Recuerdo con dolor aquellos años de plomo en las tres últimas décadas del siglo pasado con decenas de muertos sobre las negociaciones entre el Estado y la Comunidad Autónoma Vasca y los estratégicos asesinatos en las vísperas de los comicios electorales

¿Cómo olvidar los viles asesinatos de los parlamentarios Enrique CasasManuel BrosetaManuel Giménez Abad o Ernest Lluch? Treinta y ocho políticos de derecha, centro e izquierda, -ninguno nacionalista- fueron ejecutados sin piedad. Vivimos en la Puerta del Sol de Madrid, la angustiosa agonía de Miguel Ángel Blanco en aquel interminable fin de semana de mediados de julio de 1996. Frente a las oraciones y a las peticiones de clemencia, la respuesta contundente: un tiro en la nunca. La entereza de sus padres, de su hermana Mar, y la del alcalde de Ermua, Carlos Totorika, con el movimiento de las manos blancas y de ¡Basta Ya! fueron el principio del fin de Eta, No del nacionalismo.

El 30 de enero de enero de 1999, otros dos “valerosos pistoleros del glorioso ejército de liberación vasco” acabaron en Sevilla con las vidas del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su mujer Ascen

Releo la crónica de aquel día: “El concejal sufrió un tiro en el cuello, junto a la nuca y la bala le salió por el pabellón auricular derecho; su esposa, Ascensión García, sufrió un balazo en la nuca, que le salió por la boca, según la autopsia”. El parte médico calificó las heridas del matrimonio de “incompatibles con la vida”. Y tanto. 

Este atentado nos descubriría a personas con una dignidad y una valentía increíbles como Teresa Jiménez Becerril y a Maite Pagaza, hermana de Joseba Pagazaurtundúa, agente de policía, asesinado por Eta en Andoain el 8 de febrero de 2003 ¡Dos eurodiputadas dispuestas siempre a denunciar a estos matones en el Parlamento Europeo! ¡Qué apoyo moral para todas las víctimas de la violencia! 

Como el terror ha sido tan extendido a lo largo del tiempo y del espacio –es lo que entienden por socializar el dolor- todos los españoles nos hemos sentido amenazados. Dos familiares de compañeros del colegio de los Trinitarios donde estudié en Alcázar de San Juán, perdieron la vida a manos de los terroristas vascos: uno de un tiro en la nuca y el otro, al intentar desactivar una bomba trampa, en su día libre. Se había ofrecido voluntario. 

Recuerdo el testimonio de Carmen Olias, en el corazón de la capital del Reino, rememorando como su marido se jugó la vida por salvar a un niño de apenas tres años, en un accidente de coche en el que pereció la madre del pequeño y cómo 20 años después, aquel muchacho lleno de odioen su ikastola, asesinó a su marido. Y qué decir de Gregorio Ordoñez y del honorable comportamiento de toda su familia. Ejemplares. Como ejemplares han sido los comportamientos de José Antonio Ortega Lara, secuestrado por el miserable Bolinaga durante 532 días con sus 531 noches (Enero96-junio 97) en un zulo y de María San Gil. 

El heroísmo de las víctimas de etarras es colosal. La trayectoria humana y política del embajador Javier Rupérez –otro secuestrado-  ha sido encomiable. Las ATV han sido también ejemplares. Siempre buscando justicia, nunca venganza. Nunca nadie se tomó la justicia por su mano. ¿Cómo no resaltar en esta crónica de urgencia, la entereza de Irene Villa? A esta periodista, sicóloga y escritora los gudaris de Eta le pusieron una bomba-lapa en los bajos del coche. Perdió las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda. Pese a todo, esta Antena de Oro en 2012, es esquiadora paralímpica. Casada, tres hijos, es el paradigma del perdón a sus enemigos. Muchos pensamos que ni olvido ni perdón.

Todo por la paz

La propaganda etarra sigue engrasada como en sus mejores tiempos cuando justificaba sus ejecuciones por la falta de democracia en España y como paladín de los Derechos Humanos. Para ello nada mejor que el apoyo del lendakari y mediador Urcullu en la operación disolución descafeinada y de la presidenta navarra Uxue Barkos. Todos a remar en la misma dirección de la inmersión lingüistica del euskera, en el mantenimiento eterno de los derechos históricos – Cuponazo y Amejoramiento- para iniciar el principio de la separación con el derecho a decidir en 2019Eso sí, todo sea por la paz de un “conflicto” en el que una parte (Eta) ha puesto las balas y las bombas-lapa) y la otra (España), ha puesto los muertos y los heridos.  Otra mentira perfecta.

No resulta sospechoso que PSOE, Podemos, PNV, ERC, JustxSI, CUP y Geroa Bai hayan apostado ya por el acercamiento de presos etarras como lo han sugerido los observadores internacionales (Brian Currin y amigotes como el terrorista Gerry Adams, encubridor de violencia doméstica en su propia familia).

Luego, vendrá la realidad desnuda del nacionalismo: desobediencia, insurrección, más kale borroka, más victimismo ante Madrid y ante Europa y a destrozar la Nación. Un jaque mate en toda regla.

Pacto antiterrorista

El presidente del Gobierno Mariano Rajoy, muy sensible a la hazaña etarra según su evangelista presupuestario Urcullu, ha dicho lo que tenía que decir: que apoya a las Victimas del Terrorismo y que no hay ni habrá beneficios para los presos etarras. Claro, lo dice un señor que excarceló a Bolinaga -secuestrador de Ortega Lara-, el que amplió la doctrina Parot a terroristas y violadores, el que se comprometió a que se pudiera estudiar en español en Cataluña y el del SMS a Bárcenas. 

También el que sonrió mientras su mujer de confianza en Moncloa, Carmen Martínez Castro, explicaba la nueva política informativa ante unos protestantes (nunca mejor dicho) en Alicante: “Dan ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles ¡os jodéis!". Edificante mensaje de su secretaria de Estado de Comunicación, tanto como la pelea entre su vicepresidenta doña Soraya y su secretaria general, doña María Dolores

Después, el señor Rajoy, ha matizado que quiere saber qué opinan los partidos políticos. Si ya se han disuelto los terroristas, ¿para qué una convocatoria? ¿Acudirá el PNV para hacer el trabajo sucio al Ejecutivo?

Muy fácil, señor presidente: exigen el acercamiento de presos etarras y absolución para los protagonistas del “encontronazo” de Alsasua; competencias en materia de Instituciones Penitenciarias para País Vasco y Navarra, regreso sin coste judicial (una amnistía encubierta)  para los exilados con delitos de sangre –incluido Josu Ternera-;  pisos cedidos por los ayuntamientos y pensiones sufragadas  con cuotas extras  de ayuntamientos y diputaciones forales para acceder de forma exprés a pensiones  anticipadas y generosas. Y, cómo no, las reivindicaciones de siempre: derecho a decidir, retirada de banderas, de la guardia civil, de la policía y del Ejército y soberanía. 

Paralelamente, habrá un desprestigio de las instituciones empezando por el único bastión que queda al Estado: la judicatura. Los ataques a los magistrados de la sentencia de La Manada indican por dónde van los nuevos tiros… políticos: al corazón de España. Eta no ha muerto. Su proyecto secesionista está más vivo que nunca. Al igual que en Cataluña. ¿Me permite, señor presidente que le sugiera una contrapropuesta? Recabe apoyos para instaurar el delito de secesión en el CP para que no se rompa nuestro país. Y que se retraten todos en el Parlamento. Y una segunda: diga que sí al acercamiento de presos. Sí.  Y por cada acercamiento, que se esclarezca un atentado de los 342 sin resolver. Sencillo. 

Hay que reconocer públicamente que el único partido que se ha negado a otorgar beneficio alguno a los etarras por dejar de matar es Ciudadanos. Y que está abiertamente en contra del Cuponazo vasco.  El partido de Albert Rivera puede garantizar la unidad ya de España y el cumplimiento de nuestra Constitución. Además, de un partido centrado y decente, tenemos un Rey. Y un pueblo que los respalda mayoritariamente. Juntos, podemos.

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