Hemos perdido el Norte

Autor: F. Javier Blasco, Coronel en la Reserva

Desde muy joven aprendí la importancia de los campos magnéticos y sus aplicaciones en la vida práctica. Años más tarde cuando cursaba mis estudios militares en la Academia como Cadete entendí la necesidad de la existencia del Norte Magnético como consecuencia de la influencia del Polo Norte terráqueo y su aplicación directa para el funcionamiento de la Brújula; un instrumento que debido a este fenómeno marca siempre hacia el Norte Terrestre y gracias a ello uno se puede orientar y determinar el Rumbo para llegar a cualquier punto campo a través sin seguir otra indicación o ruta marcada alguna.

Años más tarde, cuando hice el curso de piloto de helicópteros, pude apreciar que solamente  gracias a este efecto todo aparato que vuela puede surcar los cielos por los rumbos obligatoriamente marcados para hacerlo con seguridad y plenas garantías de poder llegar al punto deseado, incluso de noche o cuando la visibilidad es nula o muy restringida.

En definitiva, sin el Norte no somos capaces de hacer muchas cosas que al ser cotidianas puedan parecer ordinarias o automáticas, pero que no lo son. El Norte nos marca el camino  a seguir y cuando no seguimos sus indicaciones, las posibilidades de pérdida están más que garantizadas.

Si aplicamos dicho concepto a la vida ordinaria, la política, la educación, la enseñanza, las finanzas o a cualquier elemento vital para nuestro desarrollo y relación, siempre debemos buscar un objetivo, un Norte particular, a seguir y si nos desviamos de él, nos perderemos y fracasaremos con casi plena seguridad.

Escribo todo esto animado por el nacimiento hoy de mi primer nieto, Daniel. Ante este evento importante en mi vida quisiera hacer un alto en el camino y repasar, aunque sea brevemente, en que situación nos encontramos para ver qué es lo que le puede esperar. Si seguimos fielmente el rumbo marcado, o por el contrario, nos hemos desplazado de él. Qué consecuencias puede esto acarrearnos a todos y que futuro inmediato Daniel puede encontrarse dentro de unos treinta años.

Empezaremos por repasar la situación en el Continente Europeo y nos encontramos que a pesar de la creación de la Unión Europea (UE) hace ya bastantes años, a estas fechas, aún no hemos sido capaces de definir una verdadera y eficiente política de Seguridad y Defensa Común, los intereses personales de los Estados miembros ponen continuas trabas al desarrollo de políticas absolutamente necesarias como los son: una verdadera y eficaz política económica y monetaria; una resolutiva y eficiente política sobre inmigración y del trato a los refugiados; no tenemos claro si la definición de fronteras que adoptamos hace unos años continúa siendo válida hoy en día; somos absolutamente incapaces de manejar y vencer las amenazas provenientes del terrorismo que no solo llama a nuestras puertas constantemente, sino que se alberga y crece entre nosotros. Las leyes excesivamente proteccionistas que hemos generado nos impiden dotarnos de unos sistemas de inteligencia proporcionales a las amenazas que nos atenazan y aterran; nuestros sistemas y medios para la navegación aérea se encuentran al albur de cualquier chalado que quiera hacernos daño y un largo sin fin de cosas que me aterran solo de pensarlas.

Los tradicionales partidos políticos en la mayoría de los países europeos están en franca retirada y convirtiéndose en residuales por la decadencia del sistema, la abrumadora corrupción que les corroe y el galopante grado de pasividad que adoptan a la hora de afrontar los problemas económicos y sociales que nos acorralan y abruman como consecuencia de arrastrados compromisos, que se han mostrado totalmente irrealizables en el tiempo continuado. Todo ello ha dado alas al resurgimiento de partidos populistas, nacionalistas, separatistas, antieuropeos y de extrema derecha e izquierda que poco les falta para constituirse en sosias de los auténticos partidos fascistas y comunistas que tan malos recuerdos dejaron en el mundo y que aún permanecen frescos en nuestras memorias.

En Austria, país muy importante en los últimos siglos para la historia de Europa, se acaban de batir por la presidencia un candidato de extrema derecha y otro de los vedes como única alternativa; solo un puñado de votos por correo ha dado la victoria al representante de los Verdes y todos aplaudimos hasta con la orejas por dicha pírrica victoria. Grecia está gobernada por un partido populista de extrema izquierdas que habiendo prometido absolutamente todo, ahora está llevando al pueblo griego a las peores condiciones sociales y económicas de su historia. En Francia el partido socialista debe hacer piña con los de centro derecha para evitar que el Frente Nacional totalmente extremista de ultraderecha se haga con el poder y para apoyar una más que necesaria reforma laboral que está siendo gravemente protestada en las calles por aquellos ciudadanos que crecieron al amparo de unas prebendas que a todas luces son imposibles de seguir en marcha. En España hemos sido incapaces de llegar a ningún tipo de acuerdo tras las pasadas elecciones generales, nos hemos visto forzados a repetirlas en breve y no se ve un horizonte claro tras las mismas; y lo que es peor, un partido populista de corte e inspiración bolivariana está a las puertas de convertirse en la segunda fuerza política del país. En Alemania, la gran coalición de centro derecha e izquierda está viendo que los incipientes partidos de ultraderecha y xenófobos como el AfD están ganando protagonismo y ponen en peligro los próximos resultados electorales. El Reino Unido, además de los extremistas enrolados en Ukip, se debate entre el sí y el no de lo que se ha llamado Brexit, que no es más que su salida total de la UE y en Londres acaba de ganar la alcaldía un musulmán hijo de emigrantes.

Los movimientos y partidos separatistas e independentistas están creciendo de forma alarmante dentro de la UE, destacando de entre ellos en varias regiones de España, en Escocia, Bélgica y otros pequeños movimientos en Francia e Italia. En muchos países del Este de Europa como Hungría y Polonia los nacionalismos y la ultraderecha están poniendo en serios aprietos a los gobiernos de turno para mantener sus políticas.

En Portugal, que estaba en la senda de la recuperación económica, se ha desbancado al centroderecha y se ha metido en una extraña alianza de izquierdas dominada por los de extrema izquierdas que están poniendo en peligro no solo  lo hasta ahora alcanzado sino el futuro de la nación. Los belgas son incapaces de defenderse dentro de sus fronteras a pesar de lo pequeño del país y de albergar los principales organismos internacionales en su capital, Bruselas. Los países nórdicos también empiezan a encontrar grandes problemas al mantenimiento de sus sistemas económicos y sociales y están llegando al límite de sus capacidades de absorción de inmigrantes y refugiados lo que ha favorecido el crecimiento de partidos extremistas.

Con respecto a estos últimos seres humanos, tenemos casi dos millones de ellos malamente controlados pululando por Europa en busca de asilo y varios millones girando en torno a ella esperando su oportunidad para traspasar sus fronteras por cualquiera de las rutas encontradas para ello. Los refugiados e inmigrantes se han convertido en el chivo expiatorio al que colgarle la culpa de todo. Hemos dado mucho dinero, cedido en pretensiones impensables hasta hace unos meses y plenos poderes para resolver nuestro problema a un país, Turquía, que no se caracteriza por sus dechados de virtudes en materia del respeto a los derechos humanos y cuyo máximo dirigente está a punto de convertirse en un verdadero Sultán plenipotenciario que ansía y desea recuperar y alcanzar el lustre y esplendor del Imperio Otomano sin preocuparle como conseguirlo.

Rusia práctica su nueva doctrina de guerra híbrida sobre territorios circundantes a ella y muy próximos a la UE y la OTAN, e incluso miembros de ella como los países Bálticos. Las ansias de poder personal de Putin y su necesidad de recuperar el prestigio de la antigua URSS o la Gran Rusia le llevan a esto y está claro, que será capaz de llevar a cabo las manobras y artimañas que necesite para lograrlo. Estamos al borde de caer en una segunda Guerra Fría si no paramos sus provocaciones y tomamos con más tiento decisiones estratégicas que les puedan ofender o preocupar en demasía como es el caso del Escudo Antimisiles de la OTAN.        

Los presupuestos de Defensa de la inmensa mayoría de los países europeos miembros o no de la OTAN se encuentran muy lejos del tantas veces prometido 2% de su PIB, los recortes en este tema llevan a constantes reducciones de efectivos, anular importantes pedidos de moderno material y a alejarse de sus necesidades mínimas para defensa de su propio territorio.

La OTAN, debido a lo anterior y a una tremenda limitación o distracción en temas domésticos de los mandatarios estatales ha perdido: su fuerza, interés por lo común, capacidad de defensa y posibilidades de coerción y disuasión. Se hacen aparentes esfuerzos que, en realidad, solo se traducen en movimientos de pequeños peones en un enorme tablero de ajedrez lleno de piezas mayores. Cada refuerzo de una zona concreta supone un esfuerzo extra a las disminuidas fuerzas armadas de los países participantes que además se encuentran exhaustas al estar empeladas consecutiva o alternativamente en varios conflictos, diferentes y muy alejados entre sí.

La Primavera Árabe ha producido unos cuantos Estados fallidos que son el mejor caldo de cultivo para generar guerras civiles, extorsión, refugiados, trata de seres humanos, contrabando de armas, mafias y lo que es peor, ser el lugar donde han nacido o se entrenan los grupos terroristas dependientes de Al Qaeda o escindidos del mismo como el autodenominado Estado Islámico.

La caída del precio del crudo, que era esperada como agua de mayo, ha resultado ser contraproducente para todos, salvo por ahorrarnos unos pocos euros a la hora de llenar nuestros depósitos de combustible. Las Bolsas están de capa caída y muy lejos de sus máximos de hace muchos meses con pequeños repuntes y vuelta a las caídas según las ligeras variaciones del precio del mismo. Varios de los principales países productores han visto caer drásticamente sus economías que basadas en los continuos y tremendos ingresos en petrodólares habían creado a su alrededor ciudadanos totalmente dependientes de la subvención estatal e incapaces de controlar sus gastos o el despilfarro por doquier. Algunos de ellos han tenido que tomar duras medidas, imponer profundos cambios en sus sistemas económicos e incluso suspender pagos en obras faraónicas en las que se pueden quedar enganchados importantes inversiones de empresas europeas en general y españolas en particular. Las variaciones en los precios de las materias primas han llevado a afectar a la producción y fundamentalmente a la exportación de bienes de consumo, herramienta esta en la que teníamos puestas nuestras esperanzas de supervivencia y la veloz recuperación.

Tras muchos años de una vigilancia casi extrema sobre Irán y sus actividades sobre misiles de gran alcance y armas nucleares; de pronto, unos pocos han decidido que ahora es un país amigo, que dejará sus trabajos y que además nos pueden ayudar en la lucha contra el terrorismo ahorrándonos involucraciones personales en la solución de dicho conflicto. Pronto nos daremos cuenta que ha sido uno de los más graves errores que hayamos podido cometer en la historia. Irán no cambia de pensamiento, esta tregua política y económica, casi regalada, la aprovechará con creces para mejorar sus capacidades económicas y militares sin olvidarse de extender el chiismo dentro y fuera de su zona de acción o interés.

China se está convirtiendo en una gran potencia económica, política y militar sin cambios en sus estructuras ni pensamientos; sus movimientos de expansión por las aguas del Mar del Sur de China están poniendo a prueba las capacidades reales de EEUU para mantener cierto control sobre la zona y en proteger a sus aliados e intereses nacionales ubicados en la misma.

Los latentes conflictos entre la India y Pakistán afloran de vez en cuando poniendo a prueba sus medidas de contención sobre el empleo o no de sus importantes y respectivos arsenales nucleares. Afganistán tras muchos años de guerra y sacrificios internacionales no ha avanzado un ápice en sus problemas, usos y costumbres.

Muchos de los principales dirigentes de los países del Centro y del Sur de América están cayendo como castillos de naipes por problemas sociales, grandes corruptelas y porque sus ciudadanos han llegado a situaciones de extrema necesidad. Algunos de ellos con muy importantes reservas naturales que otrora han sido ricos y boyantes, se encuentra sumidos en auténticas crisis de las que les será harto difícil salir en un periodo inferior a quince o veinte años. Los protectorados rusos, chinos e iraníes en la zona están atravesando épocas de falta de identidad e integración al faltarles el flujo de los recursos y apoyos que aquellos les proporcionaban.  

Las luchas por el dominio y la explotación del Ártico, de sus fuentes inagotables de recursos y de sus incipientes vías de navegación aprovechando el deshielo del Polo Norte será un tema prioritario dentro de los conflictos cercanos.

Los cambios climáticos y las hambrunas y movimientos masivos de personas que ello provoca serán difíciles de combatir sin verdaderos programas de inversión e infraestructuras adecuadas que puedan combatir de forma eficiente los retos que esto supone.

Ante todo esto, nos encontramos como la guinda de este horrendo pastel con que la situación en EEUU no es de lo más halagüeña que digamos. La campaña electoral en vigor, que dará la silla de Presidente del país más potente del mundo en los aspectos económicos y militares, está dando claros avisos de que un lunático, machista, arrogante, despectivo y xenófobo personaje está al borde de hacerse con las riendas de dicho poder. No quiero pensar que puede ocurrir de hacerse esto realidad; la política continuista norteamericana está a punto de desaparecer con un cambio tan brusco que harán que hayan sido mucho más válidos y positivos los nefastos años de Carter o los ocho años de políticas disparatadas y buenistas de Obama. Puede que esta posibilidad se haga realidad, precisamente por esto último.

Cada día resulta más difícil tener confianza en lo que se fabrica, se dice o se nos vende aunque el producto venga avalado o firmado por una o varias de las firmas de mayor renombre en el mercado. Casi todo es falso; se falsean los datos para vender más y obtener beneficios de las falsas bondades de los productos puestos en el mercado del ramo. Los edificios tienden a no resistir los terremotos y los maremotos y se caen fácilmente provocando cientos o millares de víctimas. Los grandes incendios de bosques, naves o zonas industriales aparecen como champiñones sin que nadie pueda explicar por qué ocurrieron. Las mafias de la droga manejan miles de kilos de una vez con bastante impunidad aprovechando el tirón de la fuerte demanda y las facilidades para su transporte internacional.

La guerra por el ciberespacio es cada vez más patente como lo es la indefensión en la que nos encontramos al depender casi para todo de la cacareada e impuesta digitalización.

No quiero seguir escribiendo nada más porque cada renglón nuevo me aterra mucho más que el anterior. Siento mucho, Daniel, que no puedas deshacer el corto camino que has andado en estas pocas horas; pero en mi humilde entender, creo que nosotros HEMOS PERDIDO EL NORTE. Espero y deseo que tu generación sea capaz de acabar con tanta basura y que todo esto que escribo sea historia pasada y superada cuando vosotros seáis capaces de tomar las riendas del destino.  ¡VOLVED AL NORTE!  

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