Opinión

Inteligencia, Arte y Ciencia

Roberto Mateos

Desde mi punto de vista, en la actualidad la Comunidad de Inteligencia en España es joven y con muchas ganas de aprender. Hace algunos años, en el 2009, a través de la Universidad y avalado por los servicios de inteligencia nació el máster en Analista de Inteligencia, pionero en su género y quizás creado en su idea inicial como cantera para engrosar los servicios de inteligencia, de él han salido estupendos analistas y estoy seguro de que saldrán muchísimos más.

Anterior a esta novedosa formación, podríamos decir que la Comunidad de Inteligencia era muy restringida, formada en su mayoría por funcionarios del Estado, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de las Fuerzas Armadas, a raíz de la aplicación de la Inteligencia con fines empresariales se abrió mucho más el abanico, penetrando con fuerza en la sociedad civil.

A día de hoy, existen diferentes ofertas formativas de diversa índole abiertas a quien interesen estos temas. También es necesario mencionar que la utilización de las nuevas tecnologías e internet han ayudado al crecimiento y enriquecimiento de la comunidad, disciplinas como la ciberinteligencia o la Inteligencia de Fuentes Abiertas (OSINT) por citar algunas. Hoy en día son indispensables para la producción de Inteligencia, de hecho, se habla que más de un 80% de la información que se utiliza para la producción de Inteligencia proviene de internet. 

Otro cambio sustancial en la Comunidad de Inteligencia se produce con la introducción de las técnicas analíticas estructuradas, el recientemente fallecido veterano de la CIA,  Richards Heuer comenzó a desarrollar en los años 80 una serie de metodologías y técnicas analíticas completamente innovadoras para la época, que plasmó, junto a su colega Randy H. Pherson en la obra de culto, "Técnicas analíticas estructuradas para el análisis de Inteligencia" que salió publicado en 2010, con 50 técnicas. En esta obra sus autores nos muestran una serie de técnicas cuya finalidad es, entre otras, evitar o minimizar los sesgos del analista, fomentar la colaboración en el análisis y ahorrar tiempo en la ejecución del mismo.

Hay que ser conscientes, y con esta premisa debería de formarse a los futuros analistas, que estás técnicas novedosas, revolucionarias y tan necesarias, no consisten en meter toda la información disponible en una coctelera, darle a un botón y esperar que salga el análisis. Estás técnicas pueden y deberían utilizarse junto con el juicio de los expertos, y con datos empíricos y datos cuantitativos.

El primer centro de Inteligencia que inició el uso de HUMINT y el análisis de inteligencia datan de la Mesopotamia de 1800 antes de Cristo y desde ese momento hasta la aparición de estas novedosas técnicas estructuradas, los analistas utilizaban la información que provenía de fuentes humanas, de literatura gris, de leer todo lo que caía en sus manos, de la analogía, de datos históricos, de la investigación y de pisar el terreno.

No existía internet y la información era costosa, realizaban las matrices , las probabilidades , las hipótesis y los escenarios a mano y en papel, se razonaba , se concluía y se tomaba la decisión; era el juicio experto, no debemos obviar, ni tomar a la ligera esto que durante muchos siglos ha funcionado, se han ganado guerras y conquistado países así, no es una cuestión baladí y merece un respeto, pues hoy viejos y nuevos analistas necesitan aprender unos de otros.

Hace unos días leí en las redes sociales una serie de post sobre una pequeña disputa entre dos miembros de la Comunidad de Inteligencia uno es Python, Scrips, Deep web, ciber, Linux, OSINT, el otro es confidencia, experiencia, conocer el terreno, HUMINT. El motivo de la disputa era el enfoque de cada cuál ante el mismo y evidente tema, los dos juntos tenían razón y por separado ninguno.

No sabría decir si la inteligencia es una ciencia o un arte, creo que es arte y ciencia, y además, multidisciplinar y necesariamente colaborativa.