Opinión

La última tentación de Pedro

Antonio Regalado

El presidente se ha reconvertido en el campeón electoral del diálogo de centro-centro. Eso sí, denunciando la crispación, pero insultando en todas las direcciones.

El presidente del Gobierno, el doctor Pedro Sánchez está en mejor forma que nunca tras anunciar urbi et orbi, que con ocho meses de retraso convocará elecciones generales para el 28 de abril. Si en esa gloriosa jornada del pasado viernes nos dio un mitin político desde La Moncloa, ya sabemos qué nos espera hasta la jornada de reflexión… Y luego, con las europeas, autonómicas y municipales. 

En suma, 100 días de cruzada sanchista desde cualquier púlpito especialmente público o privado, bien sea desde la malherida RTVE, Prisa y SER, las cadenas del duopolio progresista o desde el Congreso y el Senado. El mensaje es el mismo: don Pedro es de centro-centro-centro. Y digo más: de extremo centro.  Y lo demás es derecha, derecha extrema y extrema derecha. Caverna fachosa.

La tentación vive arriba

Un poco más y se convierte en el discípulo predilecto del gran Adolfo Suárez.  Pedro Sánchez se ha autoproclamado el campeón del diálogo y de la concordia frente al bloque trifálico de la ministra Delgado. Y, además se lo cree. Escuchándolo en la última cena plenaria de la Cámara Alta, a escasos días de que se cierre hasta el 21 de mayo, daba la impresión de que estábamos ante un político nuevo, un patriota renovado, conservador, moderado, prudente, reservado, un novicio de la política que nunca ha roto un plato. Un verdadero lobo con piel de cordero.

Pareciera que la tentación del Falcon 950 D en el que ha vivido arriba más que abajo le ha transfigurado de aviador con gafas Rayban a humilde servidor de la causa pública. Solo él –y nadie más que él-,es el adalid de la justicia social, el quijote de la defensa de la mujer, el protector de los trabajadores, de todos los desvalidos y cómo no, de los pensionistas. (Todo ello con la muletilla casposa y antiacadémica de trabajadores y trabajadoras, ciudadanos y ciudadanas, etc.), menos mal que no ha encontrado un vocablo similar a jóvenes y jóvenas para los pensionistas/tos.

Así es que en lugar de admitir algún error durante su mandato –“me he dedicado a gobernar y lo voy a seguir haciendo”, enfatizaba con voz electorera-, le echó la culpa de lo que pasa a todos –menos a Podemos y a PNV-. Atacó a los separatistas de pedir lo imposible, de asegurar que vivían mejor con Rajoy y terminó con una frase redonda: “nunca quisieron dialogar, quieren vivir de la crisis”. 

A PP y Ciudadanos (lo de VOX estaba implícito en el desprecio) les acusó de crispar, de ser los causantes de no haber votado los presupuestos más justos de la democracia –que se lo digan a las CCAA tras el expolio que ha hecho para llevárselos a Cataluña-, y de querer volver al centralismo franquista. La España de nuestro héroe es la de la inclusión, la de la solidaridad, la de la justicia social contra los recortes de Rajoy y en la que caben todos, incluidos los golpistas listos para amnistiar.  Pero no dijo cómo. 

Diálogo de sordos

Este campeón del diálogo en todas direcciones no ha hablado con los dos líderes de los partidos mayoritarios de oposición, Casado Rivera desde hace meses; no les ha consultado nada nunca ni sobre Venezuela (de Guaidó a la expulsión de los eurodiputados) ni sobre la UE ni sobre el Pacto de Toledo. 

Jamás les comentó que recibiera unas propuestas infames e indignas del supremacista Torra en su minicumbre de Barcelona. De hecho, las mantuvo ocultas hasta que el Nada Honorable President las reventó en el Parlament. El documento del chantaje no lo conocían la mayoría de sus ministros. Todo un ejemplo del diálogo y de la transparencia.

Cierto que no pudo rematar su faena de conceder el relator internacional y otras cesiones como el referéndum pero deja la puerta abierta para el 29-A. De momento, ha votado en contra en el Congreso (uniendo sus votos a los de los separatistas) para que no se castigue con penas de cárcel este golpismo permanente y que la próxima convocatoria les salga gratis. Si puede, también quiere blindar a los CDR para que su violencia sea considerada como pequeñas faltas administrativas. Con un par y sin perder la sonrisa.

Ahora, precisamente ahora, ambiciona una lealtad incondicional para conformar un grupo parlamentario a su imagen y semejanza como nuevo líder imperial romano-socialista. ¿Ha solicitado alguna respuesta a las bases? Nunca. ¿Y a la Ejecutiva y al Consejo Territorial del PSOE? Tampoco. O César o caudillo. ¿Ha escuchado al PSM tras imponer con un dedazo al candidato Pepu Hernández? ¡Quiá! Es un hombre que solo dialoga con su sombra. Su poder omnímodo es digital. Y absoluto.

Sanchez ha practicado una política de tierra quemada dentro y fuera de su partido y si no, que se lo pregunten a diputados tan reputados como Soraya Rodriguez y José María Barreda. El PSOE (verdadero) le importa una higa.

Su enemigo –no su rival- más directo es Albert Rivera a quien califica en su ego-libro de inconsistente, traidor y muy de derechas… Pero él, -insisto- ni crispa ni insulta. Y a quejarse como un plañidero nacionalista. Por si cuela. Sánchez es ya el único caballero. 

No os conozco

Tuvo que ser muy dolorosa tomar la primera decisión como presidente. Una codecisión con su santa esposa: cambiar el colchón del dormitorio principal del Palacio presidencial y pintar la habitación. Una decisión muy arriesgada. ¿Será cursi? Más que las magdalenas de la alcaldesa Carmena y de su pupilo Errejón

Menos amarga resultó la decisión de negar en el Senado el entreguismo con los secesionistas, tras escuchar que era un cobarde, sometido a las derechas. Cual el otro Pedro, (Lucas 22.55) rechazo lo evidente: que haya habido negociaciones y que se haya puesto en riesgo la unidad de España y repitió el mantra conocido: “Fuera de la Constitución nada; dentro de la ley, todo”Claro que, a continuación espetó al PP y Ciudadanos: “Ustedes no saben leer la Carta Magna y nosotros sí; la suya es la del 155 y la nuestra la de la convivencia”Y se mofó sin piedad de la “manifestación ultraderechista” de la Plaza de Colón del pasado día 10.

Como este tipo no tiene respeto por nada ni por nadie, “cuando salió fuera del hemiciclo como Simón, no lloró amargamente por desconcoer a sus socios, sino que se descojonó –perdonen la palabra- de todos nosotros”. La bancada popular le despidió con un abucheo en su último paseíllo de esta XII Legislatura.

La primera ley

El todavía presidente, anunció con convicción para su grey como el general Mc Arthur en su victoria sobre los japoneses, que volvería a la Cámara Alta.  Y que retomaría todos los proyectos que quedan por hacer. Anunció que regresará con unos PGE para implantar la justicia social. No especificó de dónde sacará los dineros para pagar tanta dádiva sin ingresos. A este señor, pase lo que pase, ya se ha ganado su pensión vitalicia con despacho, escolta y secretaria…una vergüenza. 

El portavoz popular pasó revista a toda su historia presidencial -9 escasdos meses-, empezando por sus hazañas en Falcon hasta su tesis doctoral de corta y pega. “Usted es el político que más daño ha hecho a España en menos tiempo”, le espetó Ignacio Coxidó. No faltó el calificativo de traidor por sus devaneos con los separatistas catalanes ni su reprimenda por los decretazos

Cuando dentro de unos días se convoquen las generales, -es anómalo y antidemocrático anunciarlas previamente- todas las comisiones en marcha tanto en el Congreso como en el Senado, decaerán. Es lo mejor que le ha podido pasar al doctor Sanchez porque no será fácil que se cree otra comisión de investigación para “condenarlo” moral y políticamente por fraude. Y acabar con su carrera política.

El peligro que viene

Pedro Sánchez ha conseguido abducir a la vieja guardia del cementerio senatorial de elefantes socialistas que aspiran alcanzar nuevo acomodo y quieren seguir allí.  Todos están a muerte con el nuevo líder“Guerra es el pasado, es de otro tiempo, la España de hoy es la de Pedro”, aseguran los agradadores.  Todo sea por el sillón.

El peligro que viene –y Sánchez lo conoce bien- es que la Cámara Alta pueda perder la mayoría absoluta al presentarse tres partidos desde el centro a la derecha y sea el PSOE quien se haga con la mayoría, auxiliado por Podemos, las Mareas y los nacionalistas de todo pelaje y condición

La pregunta clave es: ¿se podrá formar una mayoría constitucionalista para aplicar, si preciso fuere, el Art. 155? Existen dudas razonables.

Así es que podría darse la paradoja de que el nuevo Ejecutivo, nacido del espíritu de Colónreeditara la “fórmula andaluza” pero no pudiera utilizar dicha herramienta legal porque en la Segunda Cámara no tiene mayoría suficiente. Urge, pues, un cambio de Ley Electoral.

La propuesta del PP de concurrir conjuntamente con Ciudadanos hay que estudiarla seriamente porque los centristas de Rivera no han tenido hasta ahora ni un solo senador elegido de forma directa. Y hay que evitar el peligro de perder la Cámara Territorial.

“Okupar” el centro

Pedro Sánchez es un hombre soberbio. Y peligroso. Aunque dice que comparece de forma humilde a solicitar el voto por tercera vez,  no va a dejar de caer en la tentación de presentarse como mártir del PP, PSOE y VOX a los que acusa de “tenderle un cordón sanitario” cuando es el propio Sánchez el que se ha radicalizado para llegar a la Moncloa, estando en el poder para seguir disfrutando del gratis total e intentando asegurarse la presidencia de nuevo con los mismo apoyos de los que quieren romper España. 

Para ello tiene tres opciones: envolverse de nuevo en la bandera española, como hizo en el Vall del Llobregat con Miguel Iceta hace cuatro años; “okupar” el centro sociológico y mediático vendiendo mentiras como verdades de su gestión y la tentación más poderosa: encubrir su transformismo de político sin principios en un hombre dialogante

Por cierto, la misma filosofía victimista de los nacionalistas y con las mismas mentiras supremacistas.  (“Queredme y votadme; os ofrezco el paraíso”) Y sin desprenderse del mismo odio de ZP: crispar y echar la culpa permanentemente a los otros. El discurso político que le han diseñado los estrategas de Iván Redondo es simple pero efectivo para cooptar ingenuos.

No hay que dejarse engañar por un hombre que no ha podido explicar el plagio de su tesis doctoral transformada en libro que firma un negro y un libro de aventuras en el que la lozana y negra bien pagá no sabe que la famosa frase “Decíamos ayer”, no es del abulense San Juan de la Cruz sino de un conquense honrado y libre: Fray Luis de León. ¿Es que ni ellos lo han leído o es que en Planeta ya no hay correctores? Las dos cosas. Claro que PS ya nos hablo de las bondades de Machado, el gran poeta “soriano”.  

La impostura que hace del rey Felipe VI, contando sin pudor sus delirios infantiles, cuando no lo ha defendido de los ataques de los separatistas, de Podemos, del PNV y de la alcaldesa de Barcelona, confirma que padece un desdoblamiento de personalidad notable. Recordemos que entre los 21 famosos puntos del naziTorra uno de ellos era el de cuestionar la Monarquía parlamentaria, sin que don Pedro “el guapo” haya movido un dedo para neutralizar ese chantaje.

La eternidad se hace larga” –demasiado larga como escribió Woddy Allensobre todo al final”. Ya aprendimos con don Oscar que “la única manera de librarse de la tentación era caer en ella”. Y don Pedro Sánchez Pérez-Castejón caerá en su tentación moderadora de centro-centro hasta el 28-A. Luego, volverá al cesarismo y a los golpistas. ¡Que los dioses nos asistan, al menos durante los idus de marzo!