Opinión

Mujeres, Paz y Seguridad: de la teoría a la práctica

José Lorenzo Outón. Oficina de Derechos humanos del  MAEC/The Diplomat

* Este artículo es un extracto del aparecido en el número 1/2016 del Boletín Análisis del MAEC.

Con frecuencia alejadas de las luchas de poder que presiden las acciones de beligerantes e insurgentes y con preocupaciones más centradas en el bienestar de sus comunidades, estudios recientes demuestran, por ejemplo, los efectos positivos de la participación de las mujeres en los procesos de paz.

El Estudio Global para la Aplicación de la Resolución del Consejo de Seguridad 1325, encargado por el Secretario General de Naciones Unidas y presentado en octubre a los Estados Miembros de la Organización (…) señala que la participación de las mujeres aumenta hasta en un 20% la sostenibilidad de los procesos de paz. Lo cual no deja de ser una obviedad si tenemos en cuenta que lo contrario significaría dejar fuera de estos acuerdos a más del 50% de la población afectada.

Fue precisamente la evidencia de ese nexo entre paz y seguridad e igualdad entre mujeres y hombres, la que llevó a España a elegir este tema como uno de los ejes de su presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, durante el mes de octubre del pasado año.

Con la adopción en ese contexto de la Resolución 2242 (2015) se completa el marco normativo del Consejo de Seguridad en esta Agenda, iniciado hace ahora 15 años con la resolución 1325 (2000) y se incluyen mecanismos destinados a reducir las diferencias entre la norma y la realidad sobre el terreno. Entre estos mecanismos destaca el impulso de la participación de la sociedad civil y la creación de un grupo informal de expertos en el Consejo de Seguridad que sirva de nexo entre este y la realidad sobre el terreno.

Todos estos mecanismos serían estériles en ausencia de voluntad política para aplicar esta Agenda. Todos, estados, organizaciones e individuos que las integramos, debemos colocar el respeto de los derechos de la mujer (…) en un lugar prioritario en nuestras agendas, en el convencimiento de que ese respeto, no sólo es un fin en sí mismo, sino también una exigencia de seguridad.

España ha enviado a ONU Mujeres una lista de compromisos nacionales en esta materia; la cooperación española tiene proyectos en ejecución en esta Agenda por valor de más de 20 millones de euros; el presidente del Gobierno anunció el 13 de octubre un millón de euros adicional y hemos adquirido el compromiso de aprobar antes de octubre de 2016 un nuevo Plan de Acción Nacional para aplicar esta Agenda. Además de tratarse de uno de los pilares en los que se asientan las sociedades democráticas, la seguridad internacional, nuestra seguridad, está en juego.