No son yihadistas, son terroristas a secas

Ángel Álvarez Hernández     webislam.com   http://www.webislam.com/articulos/99636-no_son_yihadistas_son_terroristas_a_secas.html

Pie de foto: Al Shabaab es una organización terrorista que no representa al islam.

Recientemente el diputado socialista Diego López Garrido, que ostentó, entre otros cargos, el de Vicepresidente de la Asociación Pro Derechos Humanos y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en 1989, ha calificado, la matanza de 150 cristianos en Kenia por parte de las milicias islamistas Al Shabaab como una “guerra de religiones”.

Ante dichas manifestaciones, hay que recordar al Sr. López Garrido que Al Shabaab es una organización terrorista que no representa al islam, religión de la que se ha desviado por sus muchos crímenes, y que sabios, y musulmanes de todo el mundo han condenado a dicho grupo terrorista, cuyas víctimas principalmente son musulmanes africanos subsaharianos.

El Sr. López Garrido, catedrático de Derecho Constitucional en excedencia en la Universidad de Castilla-La Mancha, también participó recientemente en un desayuno celebrado por el think-tank Grupo Atenea, que se anunciaba en el digital “elmundofinanciero.com”, de la siguiente manera: "Grupo Atenea, think-tank de seguridad nacional, ha celebrado un desayuno para debatir sobre cómo nos afectará la amenaza global del yihadismo teniendo en cuenta su objetivo de reislamizar las sociedades musulmanas para recrear el califato de corte islamista radical".

De nuevo hay que recordar a este tipo de grupos, que el yihadismo es contrario al terrorismo y que un grupo desviado del islam no puede islamizar una sociedad, y que el Afganistán dominado por los talibanes no era una sociedad islamizada sino esclavizada en la ignorancia, el miedo y la miseria. No son los musulmanes los que destruyeron los Budas de Bamiyan, sino los fanáticos, y el fanatismo es una fe ciega, contraria a los valores de la espiritualidad y del islam.

Según el  Índice de Terrorismo Global del Instituto para la Economía y la Paz el 82% de las muertes globales por terrorismo en 2014 se produjeron en Irak, Afganistán, Pakistán, Nigeria o Siria. El número de muertes provocadas por el terrorismo en estos países llego a casi 15.000 personas, asesinadas por grupos desviados del islam, como los Talibán, Boko Haram, el Daesh, autoproclamado Estado Islámico, el Frente Al Nusra y Al-Shabab entre otros. Una cifra altísima que no provoca movilizaciones de políticos en occidentes, ni manifestaciones masivas impulsadas desde instituciones internacionales.

A pesar de lo afirmado y de que los musulmanes son las principales víctimas de estos grupos terroristas desviados del islam, hay muchos medios de comunicación escritos y audiovisuales de tirada nacional que presentan a los fanáticos como los representantes del yihadismo. Lo que equivale a presentar a ETA como los auténticos vascos, como los representantes más auténticos de las esencias vascas.

El terrorismo ha servido para camuflar la guerra por el petróleo y el control de las rutas petroleras y los oleoductos. Nada que ver con el islam, la Shariah o el Corán, que condenan de manera categórica el terrorismo. El Corán deja muy claro su condena al terrorismo.

Hay que arrancar de las manos de los terroristas la palabra yihad porque no es patrimonio de ellos, y porque con sus acciones estimulan la islamofobia y distorsionan la visión del islam, y hay que pedir repetidamente a los medios de comunicación que no confundan terrorismo con yihadismo o islamismo. El concepto yihad en el Corán y en la Shariah evoca a los aspectos más nobles y auténticos del islam, como son la purificación interior, la lucha espiritual por corregirse, y ser una persona noble y sincera que sigue los principios evocados por el Creador.

Los yihadistas no son los fanáticos que asesinan inocentes en Medio Oriente, África o Paris, sino las personas que en cumplimiento con su fe, no roban, ni mienten, ni difaman ni manipulan, ni hacen mal a nadie. El autentico yihadista busca el bien, el equilibrio y la moderación conforme a como fue predicado por el Profeta, (s.a.s).

La palabra Yihad en su acepción mayor (Yihad-al-Akbar) significa el esfuerzo personal y el compromiso de cada musulmán por mejorarse a sí mismo, evitando la tentación y las inclinaciones insanas y antisociales. Un sociópata jamás podrá ser un representante de la comunidad musulmana. Un loco gritando y asesinando en nombre de Dios no es un musulmán, es un fanático.

La Yihad, en su acepción menor (Yihad-al-Asgar) es la yihad de la espada. Es un concepto que exige al musulmán la defensa de su comunidad, y que tiene una serie de condiciones y requisitos que no se pueden vulneran, y que a menudo los grupos de terroristas desviados vulneran de la manera mas cruel que pueden o saben para sembrar el terror y controlar a la población, por el miedo y la ignorancia.

El Sagrado Corán dice, “Y luchad en la causa de Allah contra los que luchan contra vosotros, pero no seáis transgresores. En verdad, Allah no ama a los transgresores”(2:190), “...Y no cometáis iniquidades en la tierra, creando el desorden” (Corán, 2:60).

El Mensajero de Allah (s.a.s.)  reunía a sus compañeros y les advertía de que “no mataran mujeres, niños, ancianos, monjes, a los que se rindiesen, ni que destruyeran o quemaran casas, cultivos o arrancaran árboles”.

El Mensajero de Allah (s.a.s.), dijo, "El hombre combate por el botín; el hombre combate por la gloria; el hombre lucha por demostrar la superioridad de su temple; ¿quién es el que combate en el camino de Allah? El que combate para que sea exaltada su palabra, ése está en el camino de Allah" (Al-'aïnî, 6557)

Los terroristas no respetan la Shariah, ni el Sagrado Corán, por lo que no deberían ser llamados musulmanes, y no se puede decir como hace el think-tank, Grupo Atenea, que pretendan reislamizar la sociedad. La lucha de estos terroristas, en muchos casos auténticos mercenarios y delincuentes escapados o salidos de las cárceles, no es por el islam, sino por los intereses oscuros de sus auténticos amos, el capital que les arma y les entrena.

No existe ninguna causa que les justifique. Nada puede justificar el secuestro de niñas en Nigeria, el asesinato de estudiantes en Kenia, el asesinato de cristianos y otras minorías religiosas por todo el mundo. Es un error muy grave que se llame a esta gente yihadistas o islamistas, porque representan valores que son contrarios al Islam.

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