Objetivos terroristas
Javier Fernández Arribas
El objetivo de los terroristas es sembrar cuanto más miedo e impotencia mejor, entre el mayor número posible de personas. Con la globalización y los medios de comunicación instantáneos en todo el mundo, más las redes sociales que también aportan detalles inmediatos en medio de la confusión general que provocan los atentados terroristas, el objetivo criminal es aterrorizar a millones de personas en todo el mundo. Crear ese estado de opinión, pretender cambiar los hábitos y costumbres del mundo en su propio beneficio como el transporte aéreo y, últimamente, las salas de fiesta, representa un paso más de una estrategia pensada y ejecutada con tiempo y frialdad. Pero, en estos momentos, hay que incluir en el análisis la necesidad de demostrar, por parte de los terroristas del Daesh, que mantienen la iniciativa, su capacidad de golpear duramente en Occidente y su poder de consolidar el Califato tan ansiado por unas mentes criminales que manipulan y utilizan en su propio beneficio supuestos conceptos ideológicos y religiosos. Nada más lejos de la verdad y de la realidad del islam y de los musulmanes que son las principales víctimas de los terroristas que únicamente persiguen control político y recursos económicos.
En los últimos días, la situación de los terroristas del Daesh en Siria, Irak y, ahora también en Libia, ha empeorado gracias a la ofensiva internacional coordinada por unos gobiernos que parecen tener, por fin, totalmente decidido que hay que acabar con la barbarie del Daesh. Para poder recuperar confianza entre sus mercenarios, que ya no cobran tan bien y tan a tiempo como antes, y entre sus seguidores locales, la cúpula terrorista activa a sus asesinos. En esta ocasión, en Orlando, Estados Unidos. Un joven de 29 años, nacido en Nueva York de padres afganos, ha asesinado a 50 personas en una sala de fiestas gay de Orlando. Estados Unidos sufre un nuevo golpe terrorista y surge de nuevo la polémica por la facilidad de compra de armas y su uso. Además, el objetivo terrorista busca dividir y enfrentar. Si en Europa provoca casos de islamofobia y divergencias entre cristiano y musulmanes, en Estados Unidos pretende influir en la campaña electoral entre un polémico y exaltado Donald Trump y su adversaria demócrata, Hillary Clinton. Y por supuesto, se pone en duda la eficacia de la administración Obama, todo para dividir y provocar reacciones extremistas que solo benefician a los terroristas.
