Opinión

Qué significa Cuba para la mitad del mundo

Pedro Canales

La muerte de Fidel Castro ha desatado un seísmo internacional plagado de controversias. Nunca antes, la desaparición de un dirigente político de un país, una pequeña isla del Caribe apenas visible en el mapa, había promovido tal marea de opiniones y hasta escaramuzas entre pros y contras de su persona y de su régimen.

Es lícito y deseable promover la crítica y el análisis sobre los logros y los fallos de un régimen, sobre sus carencias en materia de derechos Humanos y de Libertades individuales y políticas. Hay que hacerlo.

Sin embargo, para comprender las razones de la simpatía y el apoyo que tenía Fidel Castro y que tiene el régimen cubano en más de la mitad del planeta, en la mayoría de países de África, Asia y América Latina, hay que recordar tres puntos.

Primero.

Cuba envió milicianos armados a muchos países en el momento de la descolonización en los años 60 y 70 del siglo pasado. Los Movimientos de Liberación Nacional que hicieron frente a los Ejércitos coloniales y neocoloniales, británicos, franceses y norteamericanos, no tenían fuerza militar suficiente para lograr y mantener su independencia. Cuba les apoyó enviando miles de militares y pertrechos. Lo hizo en el Congo, en Angola, en Mozambique, en Argelia, en Palestina, en Yemen, en Vietnam, en Nicaragua, y otros países. Muchos cubanos dejaron allí su vida.

Segundo.

Decenas de miles de médicos y personal sanitario cubano han sido enviados por el Gobierno de La Habana en ayuda a decenas de países. En la actualidad hay unos 30 mil que trabajan en solidaridad con Latinoamérica, Asia, África y Oceanía. Desde el triunfo de la Revolución cubana, 132 mil médicos y paramédicos han prestado ayuda en un centenar de países. Y no solamente aquellos que se encuentran en el área cultural de Cuba, por religión cristiana o por cultura hispano-hablante. Actualmente, una misión médica cubana se encuentra en Pakistán, en las zonas afectadas por los terremotos. Ejemplar ha sido la participación sanitaria cubana en la lucha contra la epidemia de ébola en África Occidental enviando 256 especialistas, entre ellos doctores altamente calificados en epidemiología y en desastres naturales. Los pueblos africanos atacados por el mortífero virus, han visto que los cubanos se han jugado la vida (dos de ellos murieron, en Liberia y Sierra Leona) para atajar la epidemia. Y eso, para la gente de la calle, es Fidel Castro y su régimen. De ahí el arraigo.

Es cierto que las misiones médicas cubanas responden en algunos casos a peticiones de países que devuelven la contraprestación con intercambios comerciales con la isla. Venezuela ha suministrado petróleo a precios muy bajos a Cuba, y el gobierno de La Habana ha enviado miles de médicos al país bolivariano. Brasil, por su parte, construye un gran puerto cerca de La Habana, en Mariel, que será zona off-shore; y Cuba ha “pagado” el contrato enviando miles de médicos a las regiones más pobres del Mato Grosso y el Amazonas. Pero no siempre es así. En la mayoría de los casos, las misiones médicas cubanas, pagadas enteramente por el Erario estatal, van a países sin medios para pagar.

Tercero.

Otro capítulo de la cooperación solidaria de Cuba con países del entorno cultural hispano-hablante, es la ayuda a la alfabetización. Miles de profesores de primaria y secundaria, han viajado a países de Iberoamérica y de América Central, para impartir enseñanza gratuita y pública a cientos de miles de escolares. El que aprende a leer lo agradecerá toda su vida.

Todo ello explica de algún modo el prestigio que tiene Cuba, que la gente asimila a Fidel Castro, en buena parte del mundo. No obstante, el debate sobre el porvenir de la isla, sobre el progreso de los derechos y las libertades, hay que seguirlo. Pero, dando al César lo que es del César…