África tiene 100 millones más de pobres que en 1990

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Pie de foto: Alpha (L) a migrant and painter from West Africa w

Desde 2000, el número de niños que han muerto por malaria se ha reducido en un 40 por ciento y las muertes de niños menores de cinco años por tétanos, tos ferina y sarampión han caído en un 75 por ciento. Unos 388 millones de africanos vivían en la extrema pobreza en 2012, unos 100 millones más que los que sufrían esta lacra en 1990.

El Banco Mundial estima que unos 388 millones de africanos vivían en la extrema pobreza en 2012, unos 100 millones más que los que sufrían esta lacra en 1990, en un informe que pone de relieve la magnitud del problema en el continente.

De los 388 millones, el 43 por ciento vive en el África Subsahariana. No obstante, se ha apreciado un descenso del cinco por ciento desde 2011 del número de africanos que viven en extrema pobreza en este continente, según los datos del informe 'La pobreza en aumento de África', publicado el viernes por el organismo en Ghana, con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Se espera que se emita un segundo informe centrado en las causas de la pobreza y en las políticas para disminuirla.

Asimismo, el Banco Mundial calcula que el 20 por ciento son pobres crónicos y que la extrema pobreza en África se da principalmente en las zonas agrarias (del 65 al 70 por ciento) y en lugares en los que hay conflictos. Las mujeres se ven más afectadas que los hombres, según el informe. Mientras que los niveles más altos de desigualdad se han registrado en el sur del continente, donde se encuentran seis de los diez estados del mundo con mayor desigualdad.

"La cifra de pobreza en África permanece inaceptablemente alta. Con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible para terminar con la pobreza en 2030, se necesita mucho más trabajo para acelerar la reducción de la pobreza", ha lamentado el vicepresidente para África del Banco Mundial, Majtar Diop.

"En particular, se deben hacer importantes esfuerzos para impulsar la productividad en la agricultura, un sector que todavía emplea a la mayoría de la región más pobre, e incrementar la electricidad asequible y estable", ha añadido Diop. El Banco Mundial también ha apuntado la conveniencia de promover la educación de las mujeres así como mejorar sus oportunidades de vida y las de sus hijos.

En 2012, sólo 25 de los 48 países de la región habían llevado a cabo al menos dos estudios en la última década para realizar un seguimiento de la pobreza. El Banco Mundial se ha comprometido a trabajar con los países desarrollados para llevar a cabo encuestas en cada uno de los 78 países más pobres cada tres años, con el fin de hacer frente a las lagunas de datos que hacen "extremadamente difícil" que se aborden programas para acabar con la pobreza. La iniciativa se aplicará a partir de 2020 y costará unos 300 millones de dólares (unos 263 millones de euros) cada vez.

"La economía de África va en aumento, pero para evitar dejar de lado a las personas vulnerables --en zonas rurales o en estados frágiles-- debemos mejorar cómo medimos el progreso humano. Unos mejores datos nos dirán si estamos llevando a cabo programas efectivos que ayuden a terminar con la pobreza para 2030", ha explicado el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, en un comunicado.

Mejoras en salud y educación

No obstante, se han registrado algunos datos favorables en algunas regiones. En los países de África Occidental, la pobreza ha descendido más de la mitad, de un 53 por ciento en 1991 al 21 por ciento en 2012. También en otros como Etiopía, Ruanda y Uganda.

Otros datos positivos pueden verse en materia de sanidad y educación. Desde 2000, el número de niños que han muerto por malaria se ha reducido en un 40 por ciento y las muertes de niños menores de cinco años por tétanos, tos ferina y sarampión han caído en un 75 por ciento. La esperanza de vida también ha aumentado de forma significativa, ya que los que nazcan ahora vivirán seis años más que los nacidos en 2000.

La escolarización ha experimentado un rápido incremento, del 55 por ciento de los niños que había matriculados en 1995 en primaria se pasó a un 74 por ciento en 2014, si bien, la alfabetización de la población adulta sigue siendo del 4 por ciento.

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