‘Forbes’ afirma que Marruecos es el mejor país para los negocios en África del Norte

Paco Soto

Pie de foto: Un barrio de clase media alta en el distrito de Hay Riad de Rabat.

Marruecos es el mejor país de África del Norte en materia de negocios y creación de empresas, según la última lista establecida por la revista económica estadounidense ‘Forbes’. El país magrebí, que vive desde hace años un fuerte crecimiento económico y una modernización social y política, se coloca en el puesto número 55 sobre 133 Estados analizados por ‘Forbes’. La revista considera que el Reino de Marruecos es un destino atractivo para las inversiones extranjeras y los empresarios que quieran hacer negocios.

Hecho público el martes de esta semana, el informe de ‘Forbes’ estable 15 criterios sobre la capacidad de un país para atraer negocios e inversiones, como el derecho de propiedad, la innovación, las tasas, la tecnología, la corrupción, las infraestructuras, la importancia del mercado local, los riesgos políticos, la calidad de vida, la mano de obra, la libertad comercial y monetaria, la burocracia y la protección de los inversores.

En este sentido, el estudio llevado a cabio por el magazine económico estadounidense señala que “Marruecos ha utilizado con ventaja su proximidad a Europa, sus costes laborales relativamente bajos, para obrar en favor de la construcción de una economía diversificada, abierta y orientada hacia la economía de mercado”. Además, para ‘Forbes’, Marruecos “ha sabido hacer crecer sus inversiones en las infraestructuras portuarias, de transporte e industriales para posicionarse como un centro de negocios en África y convertirse en un país imprescindible.

El estudio pone sobre la mesa la capacidad que tiene Marruecos por estimular su economía, porque ha sabido mejorar su competitividad, garantizando un crecimiento regular, una inflación baja y un nivel de desempleo pequeño. El análisis recuerda también que Marruecos, gracias a la firma de varios acuerdos comerciales, ha conseguido abaratar la compra de determinados productos como la gasolina, que pesan demasiado en el Presupuesto General del Estado y la balanza de pagos del país.

Pie de foto: Barrio de negocios en Casablanca, capital económica de Marruecos.

Problemas estructurales

Ahora bien, a pesar de los grandes avances económicos del país, la revista ‘Forbes’ detecta algunos problemas serios como el desempleo estructural, la pobreza y el analfabetismo en las zonas rurales, y considera que los principales desafíos de Marruecos son la reforma de los sistemas educativo y judicial. En el ámbito de África del Norte, si Marruecos se sitúa en primera posición (55 a nivel mundial), Túnez está en el puesto 96; Egipto, en el 101; Argelia, en el 124; y Libia, en el 149.

En el marco del continente africano, Marruecos está en el pódium de los tres mejores países; el país magrebí es el tercero, detrás de la República de Mauricio. África del Sur se coloca en el puesto 48, en el ámbito internacional; Ghana, en el 85; Namibia, en el 86; y Senegal, en el 89. En el contexto árabe, Marruecos está en sexta posición, con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en primer lugar, seguidos de Catar, Omán, Arabia Saudí y Bahréin. El Reino de Marruecos está mejor posicionado que Jordania (67 en la clasificación mundial) y Kuwait (73).  En el conjunto mundial, Reino Unido está en cabeza del pelotón.

Después vienen Nueva Zelanda, Países Bajos, Suecia y Canadá. Los países con peores notas son Afganistán (150), Haití (151) y Gambia (152). Chad cierra la lista (153) de países analizados por ‘Forbes’. El magazine norteamericano se ha apoyado en varios informes publicados por diversas organizaciones como Doing Business, el Banco Mundial (BM), el Indicador sobre Libertad Económica Mundial realizado por Heritage Foundation, el Informe de Competitividad Mundial del Foro Económico Mundial, el Índice Internacional del Derecho a la Propiedad del Instituto Liberal y el Índice de desarrollo Humano de la ONU.

Aumenta la riqueza pero no el empleo

Por otra parte, según el Alto Comisionado de Planificación (HCP) de Marruecos, el país magrebí ha aumentado notablemente su nivel de riqueza global gracias a la mejora constante de la productividad, pero no ha conseguido incrementar la creación de puestos de trabajo. Las ganancias en productividad se deben fundamentalmente a la robotización, que mejora la actividad económica pero destruye empleo. Entre 2001 y 2015, el crecimiento medio en productividad en Marruecos ha sido de 4,3%, y el crecimiento demográfico de 1,1%. “Hemos registrado un aumento del nivel de vida de 3,2%. No es mucho”, constató Ayach Khellaf, director de Previsión y de Prospectiva del HCP.

Pie de foto: Un grupo de trabajadores de la construcción en Marruecos.

Los datos se presentaron esta semana en el marco de un documento sobre la creación de riqueza en Marruecos. “La transición demográfica ofrece actualmente en Marruecos una ventana de oportunidad que hay que saber aprovechar; la población activa aumenta desde hace varios años. Pero el crecimiento es demasiado débil, insuficiente, para que podamos converger en nivel de vida con los países desarrollados”, indicó Khellaf.  92% del crecimiento se basa en el aumento de la productividad del trabajo. Los trabajadores marroquíes en 2017 son más eficientes y están mejor formados que hace 15 o 20 años. Según el estudio de HCP, es un dato importante y positivo.

Combatir el paro

Pero como recalcó Khellaf, habría que tener en cuenta la lucha contra el paro y la creación de más puestos de trabajo, y mejorar el nivel de vida general de la población. En resumidas cuentas: llegar a un equilibrio razonable entre incremento de la productividad y mejora sustancial del nivel de vida de los marroquíes. Otro problema económico que tiene Marruecos es el excesivo empleo de fuerza de trabajo en la agricultura. 40% de la población activa se dedica a trabajar en el sector primario. Como en España hace 60 años. La productividad también ha aumentado en esta rama, gracias a la mecanización, pero menos que en la industria y los servicios.

Pero solo contribuye en un 15% al incremento general de la productividad. La tasa de empleo ha bajado 1,1%. La construcción y el comercio, según el informe presentado por Khellaf, crearon mucho empleo, pero el proceso se frenó con la crisis financiera y económica de 2008 en Occidente. Desde 2008, su contribución a la creación de empleo es negativa.