“Marruecos y Túnez forman parte del espacio económico europeo”

Senén Florensa i Palau (Valls, 1950) es el presidente ejecutivo del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) de Barcelona, un organismo público que lleva dos décadas y media abogando por el entendimiento, el dialogo y el acuerdo entre la ribera norte y sur de la región mediterránea. Diplomático y embajador, Florensa se licenció en Ciencias Económicas en 1971  y en Derecho en 1972 por la Universidad de Barcelona. Cursó sus estudios de Doctorado en Economía en la Universidad de París I Panteón-Sorbonne (1973-1974). Después,  como Becario Fullbright estudió en la New York University 1974-1976), y en la Universidad Complutense de Madrid, donde leyó su Tesis Doctoral en 1979. Diplomado de Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática, en esta entrevista con Atalayar, Florensa analiza las complejas relaciones entre las dos riberas del Mediterráneo y la evolución de los países del Sur. La entrevista fue realizada pocos días antes de que estallara un nuevo conflicto entre palestinos e israelíes. 
 
Por Paco Soto
Foto: Senén Florensa cree que la UE debe incrementar la cooperación económica y política con la ribera sur del Mediterráneo.
 
Pregunta: Señor Florensa, el IEMed cumple 25 años de existencia. ¿Qué balance hace usted de la labor de esta institución durante dos décadas y media? ¿Puede explicar a nuestros lectores cuáles son los objetivos del Instituto Europeo del Mediterráneo?
Respuesta "Hay dos principales motivos por los que podemos sentirnos orgullosos al echar la vista atrás. El primero es que el IEMed ha acompañado y participado en el impulso de la política euromediterránea durante todos estos años. Así, ha estado en tres puntos de inflexión importantes para la evolución de las relaciones euromediterráneas: en 1995 organizó el gran Foro Civil Euromed que aportó la visión de la sociedad civil a la primera Conferencia Euromediterránea de ministros de Asuntos Exteriores, en Barcelona, que lanzó la política euromediterránea. En 2002, con el nuevo empuje a la cooperación euromediterránea con nuevas herramientas que dio la presidencia española de la UE, el IEMed se constituyó en un consorcio participado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona; y finalmente en 2008 contribuyó de forma significativa a la candidatura de la capital catalana para acoger la sede de la Secretaría de la Unión por el Mediterráneo. El segundo motivo lo constituye el hecho de que, al cabo de un cuarto de siglo, tenemos un Instituto que actúa y es visto como un think tank de referencia internacional, a lo que se suma su labor como “action tank”, especializado en política y cooperación euromediterránea. Y además que se encuentra en plena actividad, con un promedio en los últimos años de 108 actividades por año en 15 ciudades euromediterráneas, además de Barcelona: 37 foros o seminarios, 39 ciclos de conferencias, debates o mesas redondas, 27 actividades culturales musicales u otras y cinco exposiciones. Y continúa trabajando por los mismos objetivos: contribuir a la estabilidad, la prosperidad compartida y el diálogo entre pueblos del Mediterráneo". 
 
P: ¿El Norte y el Sur del Mediterráneo están hoy en día más cerca que hace 25 años?
R: "La respuesta de Europa ante las diferencias que separan ambas riberas ha sido a ojos vista ampliamente insuficiente a lo largo de estos 25 años, aunque fuera buena la dirección de la política euromediterránea. Y es trágicamente insuficiente hoy, con el dramatismo de los problemas actuales en todo el mundo árabe, y especialmente en Libia, Siria e Irak. La Comisión Europea dedica cada año unos 1.000 millones de euros a la cooperación euromediterránea, y el Banco Europeo de Inversiones unos 2.000 millones en préstamos blandos. Las cifras se doblan si sumamos Turquía y los Balcanes. Las reformas que se preconizan son las adecuadas, pero el peso político de Europa es ampliamente insuficiente. Y así su soft power, con un presupuesto y una fuerza de atracción hacia una asociación mucho más débil que la ayuda y la integración ofertada en los países del este europeo, resulta poco eficaz. Sobre todo en el corto y medio plazo, frente a problemas urgentes de un mundo en transformación".
 
P: ¿La crisis que ha afectado duramente a Europa, sobre todo a los países del Sur de la zona euro como España, Portugal, Italia, Francia y Grecia, ha tenido repercusiones negativas en la ribera sur del Mediterráneo?
R: "El hecho de que las economías del sur del Mediterráneo no estuvieran ni tan bancarizadas ni tan integradas financieramente, hizo que la crisis financiera y económica que estalló en 2008 en Europa no les afectara tan directamente. En cierto modo, eso también rompió la retórica tradicional durante muchos años que pretendía una foto fija de un norte en la buena dirección y un sur renqueante"
 
P: La Unión Europea, y particularmente países como España y Francia, desempeña un papel cada vez más relevante en el Sur del Mediterráneo, sobre todo con  socios importantes como Marruecos. ¿Cree que los pasos dados en este sentido se van a consolidar, por ejemplo, en mayor y mejor cooperación económica, control de fronteras y lucha contra el terrorismo yihadista y el tráfico de personas y de drogas?
R: "Sin duda tanto Marruecos pero también Túnez tienen tal alto grado de integración comercial y económica con la UE que podríamos llegar a decir que forman parte del espacio económico europeo. Tenga en cuenta el alto nivel de intercambio de todo tipo con la Unión Europea: inversiones, flujos turísticos, movimientos migratorios… En este contexto de creciente integración, los gobiernos tanto del sur como del norte deben cooperar más porque defienden intereses comunes. Esto sólo puede conducir a una mayor profundización de la cooperación económica, del control de fronteras y de la lucha contra el yihadismo y el tráfico de personas y drogas".
 
P: La ‘Primavera Árabe’ en 2011 puso al descubierto los graves problemas que viven muchos países del Sur del Mediterráneo. Algunos han dado pasos importantes en materia de democratización como Túnez y Marruecos. Otros están estancados e incluso viven situaciones muy dramáticas, como Libia. ¿Qué lectura le merece la situación de estos países tres años después?
R: "Tenemos un Mediterráneo más diferenciado que nunca. Las revueltas nos han llevado a situaciones de cambio que han propiciado los propios gobiernos a través de reformas, como Marruecos, o que han llegado a través de una revolución encauzada en un sentido positivo (Túnez) pero que también han degenerado tanto en escenarios de regresión en Egipto como en  confrontaciones y guerras abiertas en Libia y Siria. Es una situación inéditamente diversa. Pero creo que debemos hacer una mención especial al hecho de que el Magreb evoluciona mejor que el Mashreq, donde se concentran los problemas. En este sentido, el Mediterráneo occidental no se ha visto tan afectado por las derivas que ha tomado la Primavera Árabe".
 
P: ¿De qué manera efectiva y justa Europa puede contribuir a resolver el grave problema de la inmigración irregular africana y de países en conflicto como Siria?
R: "Para empezar, asumiendo que es un problema de toda Europa. Las imágenes de la inmigración irregular se toman en el estrecho de Gibraltar o en Lampedusa. Pero los inmigrantes no se quedan en España o Italia sino que se distribuyen por toda Europa. La Unión Europea debería adoptar medidas para mejorar el control de fronteras y el tráfico de personas sin olvidar que la solución efectiva a medio y largo plazo pasa necesariamente por la colaboración y la cooperación con los países de origen de la inmigración".
 
P: ¿Por qué la UE no consigue tener una política unitaria en materia de cooperación económica y control de fronteras con el Sur del Mediterráneo y es prácticamente irrelevante en conflictos como el sirio y el iraquí?
R: "En primer lugar, sí existe una política de cooperación económica. Se trata de la política euromediterránea acordada entre la UE y los países socios mediterráneos en 1995. También conocida como Proceso de Barcelona, esta política se ha ido reforzando después con la Política Europea de Vecindad (con acuerdos de asociación bilaterales de la UE con cada país) y con la creación de la Secretaría de la Unión por el Mediterráneo. Cabe destacar que esta política es la que llevó a Marruecos en 2008 a dar un paso más allá del acuerdo de asociación y firmar el primer Estatuto Avanzado de relaciones con la UE. En el caso del control de fronteras, existe colaboración entre los gobiernos de los países de ambas riberas. Esto es así en el caso de Marruecos, que como país también receptor de inmigrantes es muy consciente de los retos y problemas que supone. En los conflictos en Siria e Irak, la UE es efectivamente insignificante. Pero en el fondo todos los actores lo son, a excepción de los que lo único que hacen es avivar el fuego. Es un problema muy grave y no veo cómo va a poder pararse la violencia. No lo puede hacer la UE con su soft power, inútil en los casos de conflicto abierto que presentan hoy día Siria e Irak. Pero tampoco el hard power de una potencia extranjera como Estados Unidos lo solucionará, como hace patente la inestabilidad y la descomposición de Irak tras poco más de una década después de la intervención militar norteamericana en el país".
 
P ¿Asistiremos en las próximas décadas a un Sur del Mediterráneo próspero económicamente, estable socialmente y democrático políticamente?
R: "El Mediterráneo occidental, que va mejor que el otro extremo del Mediterráneo, puede al menos marcar la pauta. Por eso mismo se está intentando reforzar el foro de diálogo informal 5+5 (Italia, Francia, España, Portugal, Malta, Mauritania, Marruecos, Túnez, Argelia, Libia) a fin de que no se vea sacudido por los problemas en el Próximo Oriente y explorar todas las posibilidades de cooperación que nos permitan avanzar en la estabilidad y la democracia".
 
P: ¿Qué papel pueden desempeñar un Estado como el español y una comunidad tan vinculada al Sur del Mediterráneo como Cataluña en las relaciones Norte-Sur?
R: "Por historia, proximidad y convicción, España y en especial Cataluña, por razones económicas y la importancia de la comunidad marroquí, son los principales interesados en conseguir que toda la Unión Europea se implique en el desarrollo de la ribera sur del Mediterráneo y que para ello propicie la progresiva integración en el espacio económico europeo de sus países, con Marruecos a la cabeza".
 
P: ¿Con qué tipo de instituciones similares el IEMed mantiene relaciones en el conjunto español, europeo y en los países del Sur del Mediterráneo?
R: "Desde que en 1995 el IEMed organizó el primer Foro Civil Euromed, que reunió en Barcelona a 1200 representantes de la sociedad civil euromediterránea, la red de contactos del IEMed no ha dejado de crecer y especialmente a través de  instituciones similares. Tanto es así que el IEMed es desde 2010 el coordinador de EuroMeSCo, la red de los 99 principales centros de investigación en política y seguridad de 35 países euromediterráneos. También es el coordinador de la red española de la Fundación Anna Lindh, que actualmente tiene más de un centenar de miembros. El IEMed co-organiza constantemente con instituciones y entidades marroquíes amigas todo género de actividades, tanto de diplomacia pública como de contenido económico o cultural. La amistad y cooperación hispano-marroquí es un ámbito predilecto de nuestra actividad".
 

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