Argel y Rabat se pelean otra vez por el Sáhara occidental

 

Argelia y Marruecos, que llevan muchos años peleándose por la cuestión del Sáhara occidental, han vuelto a las andadas. Las diplomacias de los dos países más importantes del Magreb llevan varios días descalificándose mutuamente. La causa de este nuevo conflicto dialéctico tiene su origen en el nombramiento por parte de la última cumbre de la Unión Africana (UA) del expresidente de Mozambique, Joaquim Chissano, como  enviado especial para el Sáhara occidental. Este político africano defiende las tesis independentistas del Frente Polisario, lo que para Rabat significa una provocación que va en contra de sus intereses en el territorio de la antigua colonia española. Esta vez todo empezó cuando el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Salahedine Mezuar, calificó de  “maniobras miserables” la actitud de Argelia en la cumbre de la UA. Mezuar afirmo que “Argelia es el primer adversario de Marruecos”. Argelia reaccionó inmediatamente y el portavoz de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Benali Cherif, calificó de “insultantes”  e “irresponsables” las declaraciones de Mezuar. Por su parte, el presidente de la Comisión Nacional Consultiva para la Promoción y la Protección de los Derechos del Hombre (CNCPPDH), Faruk Ksentini, en un artículo en el diario argelino ‘Le Temps’, rechazó el “lenguaje callejero” del titular de Exteriores marroquí y el “chantaje, la invectiva y las injurias” de Marruecos contra Argelia. La diplomacia marroquí, por su parte, está convencida de que Argelia hace todo lo posible  en el conflicto saharaui desde el punto de vista “financiero y logístico” para “contrarrestar los esfuerzos” de Rabat  a favor de una solución política. 

 

Marruecos se retiró en 1984 de la Organización de la Unión Africana (OUA) en señal de protesta por el reconocimiento por parte de la instancia panafricana de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). La RASD del presidente y líder del Polisario, Mohamed Abdelaziz, tiene el apoyo político de países muy importantes como Sudáfrica y Nigeria y Argelia es su principal valedor en el continente africano. Antigua colonia española, el Sáhara occidental fue entregado por la España franquista a Marruecos y Mauritania en 1975. Mauritania se retiró del territorio unos años después, pero Marruecos y el Polisario estuvieron combatiendo militarmente durante años por el control del Sáhara occidental. El Polisario defiende un referéndum de autodeterminación que dé la posibilidad a la población saharaui de optar por la independencia. Francia, y España y  Estados Unidos, aunque en menor medida, son los principales aliados políticos de Marruecos en el conflicto saharaui. Rabat propone un estatuto de autonomía para el territorio pero bajo soberanía marroquí. Esta opción sólo cuenta con el apoyo de una parte de los saharauis. La mediación de la ONU en este conflicto se encuentra estancada desde hace años y la desesperación de  muchos saharauis que viven en los campamentos de refugiados de Tinduf (Sáhara argelino) es de tal envergadura que los más radicales, sobre todo los los jóvenes, se plantean empuñar de nuevo las armas contra Marruecos. 

 

Muchos jóvenes saharauis de Tinduf también denuncian la “dictadura” que ejerce la cúpula del Polisario sobre la población refugiada. En este sentido, un joven saharaui de Tinduf  compareció a cara descubierta ante una cámara de vídeo para denunciar la represión que sufre la población en los campamentos de refugiados. El denunciante, que se llama Ahmed Mahmud Amrabih y es miembro del Movimiento de Jóvenes por el Cambio (MJPC), protesta desde hace un año delante de la sede del Alto Comisionado de  Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Tinduf para denunciar las violaciones de los derechos humanos que comete el Polisario. El MJPC es bastante favorable a la marroquinidad del Sáhara occidental, mientras otro grupo opositor juvenil, el Movimiento del 5 de Marzo (M5M), defiende la independencia y no descarta volver a la lucha armada contra Marruecos.