Argelia depura y pone al día sus servicios de inteligencia y de seguridad

Paco Soto

Pie de foto: El presidente Abdelaziz Buteflika rodeado de un grupo de altos mandos militares argelinos.

El poder en Argelia está llevando a cabo una profunda depuración de la cúpula de los servicios secretos y de seguridad, donde el estamento militar desempeña un papel clave. Desde la revolución anticolonial que acabó con la dominación francesa de Argelia, en 1962, las Fuerzas Armadas son un poder fáctico en este país del norte de África, que es la nación con mayor potencial económico del Magreb gracias a la producción y exportación de hidrocarburos. Dentro de las Fuerzas Armadas, el segmento más poderoso son los servicios secretos militares (DRS). Quien controla el DRS, controla el poder político y económico en Argelia. Esta es una de las grandes diferencias entre Argelia y Marruecos, donde los generales y altos mandos obedecen a la monarquía, y los que intentaron derrocar al menos en dos ocasiones al rey Hasan II fueron reprimidos sin contemplaciones. Los militares siguen mandando en Argelia, y en muchas ocasiones el poder civil gobernante ha sido teledirigido por los generales. Muchos altos mandos militares participan activamente en la actividad económica y en los negocios del país y no están dispuestos a ceder por las buenas los privilegios que han acumulado. El presidente Abdelaziz Buteflika, que cuando llegó a la jefatura del Estado, en 1999, tenía el apoyo de la cúpula militar, sigue teniendo el soporte de la mayoría de los generales, pero ha querido poner orden en el estamento castrense y controlar mejor a los uniformados díscolos. El pasado 11 de octubre, Atalayar informó de la detención de dos generales relacionados con el DRS, Abdelkader Ait Ourabi y Hocine Benhadid.

Los dos altos mandos militares denunciaron que los cambios que se han llevado a cabo en los últimos meses en la cúpula de los servicios de inteligencia militares, obedecen a un plan urdido por el entorno del presidente Buteflika para hacerse con el control del DRS de cara a la futura sucesión a la jefatura del Estado. Hay que tener en cuenta que Buteflika tiene 78 años y se encuentra muy enfermo. Según estos dos generales y varios analistas, el clan que rodea a Buteflika quiere acabar con el poder que durante años tejió el general Mohamed Mediene, alias ‘Tawfik’, quien durante 25 años fue jefe de los servicios secretos y era visto como un posible sucesor del actual jefe del Estado. ‘Tawfik’ fue cesado como jefe de la inteligencia argelina el pasado 13 de septiembre. Desde la destitución de Mediene, tres generales han sido inculpados de diversos delitos y varios oficiales superiores, apartados de sus cargos.

¿Atentado contra Buteflika?

Uno de estos altos mandos es Djamel Kehal Medjdoub, de 60 años, quien durante tiempo fue el responsable de la Dirección de Seguridad y Protección Presidenciales (DSPP), un servicio del Estado dependiente del DRS y compuesto por unos 700 militares. El general Djamel Kehal Medjdoub fue destituido el pasado 2 de diciembre y condenado a tres años de cárcel por “infracciones a las consignas”, o si se quiere, negligencias en la protección y la seguridad del presidente, por un tribunal militar de Constantina. Durante mucho tiempo, este general fue un hombre de confianza de Buteflika. El jefe de la Guardia Republicana, Ahmed Moulay Meliani, también fue destituido.

Según la investigación oficial de la Gendarmería, en la noche del 16 al 17 de julio de este año, un teniente de la Guardia Presidencial hizo frente a tres individuos que presuntamente intentaron entrar en la residencia presidencial de Zeralda, y ni Medjdoub ni Meliani reaccionaron después adecuadamente. También fue relevado de sus funciones el jefe de la Dirección de la Seguridad Interior (DSI), Ali Bendaoud. Lo más probable es que jamás se sepa si el presidente Buteflika fue objeto de un intento de atentado terrorista. Es una hipótesis que en estos momentos nadie puede demostrar. Pero también cabe otra hipótesis, y es que los altos mandos militares hayan sido cesados en el marco de la depuración de los servicios de inteligencia y de seguridad que lleva acabo la camarilla gobernante, porque ya no gozan de la confianza del presidente y de su entorno más fiel. Esta depuración sería también una manera de debilitar la herencia que dejó el destituido general Mediene.

Malestar militar

Lo que sí se sabe, porque así han informado diversos medios, es que existe malestar en el seno de la cúpula de las Fuerzas Armadas argelinas. De momento, en este tira y afloja entre poder civil y militar, parece ser que el que está ganando la batalla es el clan afín al jefe del Estado. El hombre fuerte de este clan es Said Buteflika, hermano del presidente. Los últimos asuntos relacionados con generales y altos mandos de las FAS argelinas han creado un clima enrarecido en Argelia. No parece viable un golpe de estado en el país norteafricano, pero sí que puedan empeorar las disputas entre un sector de la cúpula dirigente de las Fuerzas Armadas y el entorno presidencial. La guerra de clanes civiles y militares es algo muy frecuente en Argelia desde 1962, e incluso antes en el seno del Frente de Liberación Nacional (FLN), el partido único que gobernó el país con mano de hierro hasta 1988.

Algunos militares destituidos mantienen que son víctimas de una “maniobra política” del poder. Es también lo que sostienen, por ejemplo, personalidades como el general retirado y exministro de Defensa, Khaled Nezzar, y la dirigente trotskista Louisa Hanoune. Según la líder izquierdista argelina, el propio Buteflika le habría confesado que el general Abdelkader Ait Ourabi es “honesto, limpio y patriota, y no ha cometido ningún delito”. Entonces, ¿por qué fue detenido? Pues porque “molesta al actual camarilla presidencial, no entra dentro de los planes de modernización y puesta al día de los servicios secretos y de seguridad que lleva a cabo esta camarilla. Es una víctima de su estrategia y de esa guerra sin piedad entre distintos poderes civiles y militares”, explica el politólogo Hasan Boudiaf. Han sido constantes las mutaciones en servicios esenciales para el poder como el DRS desde que Buteflika llegó a la presidencia de la república, pero desde 2013 es un verdadero terremoto lo que han vivido estos aparatos del Estado. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato