Argelia, en la otra orilla

JAVIER GARCÍA CUESTA/ ICEX
 
A solo 200 kilómetros de España, el país más grande de África presenta una economía poco diversificada y dependiente en exceso del sector público, que trata de modernizarse y abrirse al exterior. Además de gas, del que es nuestro principal suministrador, Argelia ofrece nuevas oportunidades.
 
Argelia en cifras
Junto a la elevada tasa de desempleo real y al débil equilibrio macroeconómico, la gran concentración en el sector de hidrocarburos, la existencia de una industria ineficiente y el excesivo peso del sector público se erigen como los principales obstáculos que afectan al desempeño económico de Argelia, en parte derivados de su gran riqueza en recursos.
 
El Estado mantiene todavía una importante participación en el PIB, un 51,8% en 2012, y controla las principales industrias, sobre todo en el ámbito energético, que, junto al gasto público, son casi las únicas actividades que ayudan al crecimiento del país.
 
La caída actual de los precios del petróleo también le afecta de forma negativa, puesto que, en palabras del consejero económico y comercial de la Embajada de España (Ofecomes) en Argel, Fernando Lanzas, “puede llevar al país a una situación de déficit presupuestario y de balanza de pagos”.
 
A la búsqueda de la diversificación
El Gobierno argelino está intentando diversificar su economía con el fin de hacerla menos dependiente de un sector que representó en 2013 el 9,6% de las exportaciones y el 80% de los ingresos presupuestarios. En esa línea de modernización y cierta apertura económica se enmarcan el interés del Ejecutivo por acelerar su ingreso en la OMC, con unas negociaciones que se prolongan desde 1995, y los sucesivos planes quinquenales puestos en marcha en los últimos años.
 
Incluso con los bajos niveles de ejecución de las ediciones anteriores, estos programas han supuesto inversiones multimillonarias en infraestructuras y obra civil. El cuarto plan, para el período 2015-2019, prevé un gasto, no concretado todavía, que podría rondar los 200.000 millones de euros, destinados a sectores como la red de carreteras, las infraestructuras aeroportuarias, la vivienda, los embalses o la agricultura.
 
Pese a las dificultades, el país magrebí también cuenta con varios puntos a su favor, como su fuerte posición financiera, que le ha ayudado a reducir a poco más de 3.300 millones de dólares su endeudamiento exterior, y que le permite utilizar fondos propios para llevar a cabo inversiones y pagar en efectivo más de la mitad de sus importaciones.
 
Otros factores contribuyen a mejorar el atractivo de Argelia: el tamaño de su mercado, con más de 38 millones de habitantes y una renta per cápita de más de 5.750 dólares; la evolución positiva del PIB, con un crecimiento superior al 3% en los últimos años, y el considerable aumento del consumo privado.
 
Simplificación de aranceles
Los principales centros económicos se encuentran en la ribera mediterránea, donde se concentra la mayoría de la población, ya que gran parte del territorio está ocupado por el desierto. El mayor núcleo es la capital, Argel, con un peso en el PIB cercano al 50%.
 
El sector público recurre al sistema de concursos para efectuar sus compras. La licitación nacional e internacional es habitual y permite la exportación directa a Argelia sin preocuparse de los circuitos de distribución. En cambio, si la importación se hace a través del sector privado, la mediación de un importador acreditado ante la aduana argelina es imprescindible. Este se hará cargo del pago de aranceles e impuestos.
 
Desde 2001, Argelia ha llevado a cabo una reestructuración aduanera, traducida en una simplificación y en un descenso de los aranceles. El último desmantelamiento progresivo se produjo en 2013.
 
Existen cuatro derechos arancelarios generales aplicables: 30%, 15%, 5% y 0%. Estos repercuten sobre el valor CIF, siendo los productos energéticos a los que se les aplica la tasa más elevada.
 
Sistemas de distribución
Los sistemas de distribución de Argelia se caracterizan por su falta de madurez. Las redes de venta están constituidas por empresas privadas importadoras no especializadas que atienden a varios sectores.
 
La gran distribución no goza de una implantación generalizada en el mercado, aunque desde 2010 se han abierto varias grandes superficies en las principales ciudades.
 
La estructura se compone de importadores, mayoristas-almacenistas e intermediarios que venden a través de establecimientos pequeños. La fórmula de acceso duradero más común es el acuerdo con una red de mayoristas-distribuidores, casi nunca en exclusiva, repartidos por el territorio. En cualquier caso, no es habitual negociar directamente con los clientes finales, salvo si estos últimos son de entidad.
 
En este sentido, José Vicente Castell, responsable del área internacional de Dulcesol, empresa española presente en Argelia, subraya la importancia del socio local para “el desarrollo de la red comercial y la implantación en el mercado, determinante para el éxito en la comercialización de los productos”.
 
La distribución de electricidad, gas e hidrocarburos se encuentra, a su vez, fuertemente regulada a través de leyes específicas y se realiza generalmente mediante empresas públicas. Aun contando con actores privados, la situación es similar para los casos de los medicamentos y algunos productos como el pan o la harina.
 
El resto de actividades no cuenta con limitaciones específicas derivadas de la regulación general. Los sectores donde comienzan a consolidarse las redes de distribución son los de la telefonía móvil, la informática, el material eléctrico para profesionales y el automóvil.
 
Inversión extranjera a la baja
La inversión extranjera directa ha experimentado una notable caída durante los últimos años, hasta menos de 1.500 millones de dólares en 2012, que es el año más reciente del que se tienen datos.
 
Los países del Golfo Pérsico han ido adquiriendo además un papel protagonista a la hora de invertir en Argelia. Así, junto a la tradicional presencia europea, con Francia, Italia y España a la cabeza, países como Kuwait y Egipto supusieron ya en ese año, y de acuerdo con la Agencia Nacional de Desarrollo de la Inversión (ANDI), un 23% y un 17% del total, respectivamente.
 
Según el anuario “Doing Business” 2015 del Banco Mundial, Argelia ocupa el puesto 154 de la clasificación general sobre la facilidad para hacer negocios, debido, en buena medida, a la complejidad burocrática, que provoca la ralentización de los proyectos.
 
El mundo de los negocios argelino está más orientado hacia la importación que hacia la producción local. Esto se debe, entre otros motivos, a que resulta más fácil comprar fuera que crear una empresa. Para revertir en parte esta situación, el proyecto de Ley de Finanzas de 2015 prevé permitir a los bancos argelinos otorgar crédito al consumo pero limitado a la compra de productos locales.
 
El régimen aplicable a las inversiones económicas de producción de bienes y servicios, tanto nacionales como extranjeras, se regula por la Ordenanza nº 01-03 de 2001 y sus sucesivas modificaciones. Uno de los requisitos fundamentales es que toda inversión debe canalizarse a través de una sociedad mixta con un socio local argelino.
 
Desde la Ofecomes, se subraya que “con la Ley de Finanzas de 2014, se extiende la obligación de contar con mayoría de capital local para las sociedades comercializadoras de bienes, y no solo las de producción, como ocurría antes de dicha normativa”. Por tanto, las inversiones de personas físicas o jurídicas extranjeras deben realizarse en el marco de un proyecto de inversión en el que el capital nacional residente, público o privado, cuente con al menos el 51% del capital constitutivo de la sociedad.
 
Argelia, un socio estratégico para España
España fue el principal cliente y socio comercial de Argelia en 2013, con un volumen global de intercambios de más de 13.000 millones de euros, de los que 3.859 millones correspondieron a las exportaciones y casi 9.200 a las importaciones (estas, principalmente de hidrocarburos).
 
La balanza comercial es negativa para nuestro país debido a la compra de combustible, fundamentalmente de gas. No en vano, Argelia es el principal suministrador, con una cuota de mercado cercana al 47%.
 
En cuanto a las exportaciones españolas, los sectores más significativos en 2013 fueron los productos siderúrgicos, automóviles, combustibles y lubricantes y maquinaria.
 
Argelia es un socio estratégico para España por su posición geográfica y sus recursos energéticos. Buena prueba de ello es su inclusión por parte de la Secretaría de Estado de Comercio en el Plan Integral de Desarrollo de Mercados (PIDM). Las relaciones bilaterales son, por tanto, de gran calado y se han intensificado durante los últimos años, aunque, con los recientes cambios legales, las firmas españolas muestran más interés por operar en clave comercial que inversora.
 
Existen además una serie de convenios que facilitan esa relación, como los firmados con la UE, el Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones de 1996 o el Convenio para Evitar la Doble Imposición de 2005.
 
Sectores de oportunidad
AGROALIMENTACIÓN. El sector agroalimentario argelino muestra cifras positivas de crecimiento en los últimos años. Los hogares consumen y gastan cada vez más en un país en el que el 42% del consumo se destina a este apartado.
 
Todo ello, unido al crecimiento progresivo de la población, hace pensar que la tendencia de crecimiento continúe. Sin embargo, no hay que descartar que se establezcan duras medidas destinadas a reducir las importaciones si sigue bajando el precio del barril de petróleo.
 
CONSTRUCCIÓN. La producción y reservas de materias primas son elevadas, sobre todo de cemento, pero no logran satisfacer la demanda. De este modo, las importaciones son muy significativas, tanto en el apartado de materias primas (acero, cemento, mármol o granito), como en el de materiales transformados.
 
No obstante, se prevé que las importaciones sean paulatinamente sustituidas por maquinaria que permita al país llevar a cabo su propio proceso de transformación de la piedra natural y centre sus importaciones en minerales en bruto.
 
ENERGÍAS RENOVABLES. Las oportunidades se centran especialmente en actividades relacionadas con el potencial solar argelino, desde aplicaciones domésticas a grandes parques de energía solar de concentración.
 
En la esfera doméstica, las tecnologías destinadas a la mejora de la eficiencia energética en viviendas de nueva construcción, en aspectos relacionados con el agua caliente sanitaria, el autoabastecimiento eléctrico o el bombeo de aguas en zonas aisladas son nichos interesantes.
 
Aunque el potencial eólico argelino sea mucho menor que el solar, también hay previstas actuaciones encaminadas al desarrollo de nuevos parques eólicos.
 
GESTIÓN DE RESIDUOS. El sector crecerá en los próximos años. La capacidad de inversión del sector público, los cambios en la legislación medioambiental y la rehabilitación urbana llevarán a un desarrollo con numerosas asociaciones entre empresas públicas argelinas y firmas privadas, tanto nacionales como extranjeras. Cada vez son más las licitaciones para construcción de incineradoras y otras infraestructuras relacionadas con el tratamiento de residuos.
 
Las necesidades no pueden cubrirse solo con empresas locales, por lo que el país demanda participación extranjera en sus proyectos. Existe un plan para la construcción de 26 puntos limpios junto con plantas de reciclado y estaciones de transferencia de residuos.
 
Asimismo, se han creado empresas públicas en las distintas wilayas (provincias) para la gestión de los centros de enterramiento técnico (CET), con el objetivo de almacenar el 75% de los residuos urbanos, que pueden subcontratar a empresas extranjeras con experiencia en la materia.
 
Empresarios que valoran Argelia
DULCESOL. Tras unos contactos previos con el mercado, este grupo valenciano inició hace cuatro años su experiencia en Argelia gracias a un acuerdo de colaboración a largo plazo con un socio local.
 
“En una primera fase”, explica José Vicente Castell, responsable del área internacional, “comenzamos exportando y construyendo una potente red de distribución, que ahora cuenta con un centenar de vehículos de reparto, para, posteriormente, iniciar la ejecución de un proyecto industrial”.
 
Según el directivo, “las autoridades argelinas han dado muchas facilidades a nuestro consorcio hispano-argelino, aportando incentivos fiscales para el apoyo a la inversión a través de la ANDI, proporcionando terreno en condiciones ventajosas y agilizando los trámites requeridos para llevar a cabo el proyecto”. El resultado es una planta nueva con dos líneas de producción que da trabajo a más de 100 empleados.
 
De cara al futuro, José Vicente Castell apunta que “uno de nuestros objetivos es consolidar el mercado que hemos creado y aumentar nuestra red de distribución. Aunque tenemos un grado de cobertura muy importante, todavía hay un enorme potencial de crecimiento y Argelia es además un enclave estratégico para abordar mercados cercanos”.
 
LOS ÁLAMOS. Esta constructora entró en contacto con el mercado argelino a través de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), entidad que cuenta con unas oficinas en Argel en las que algunas empresas del sector se han instalado con la idea de contratar y realizar obras.
 
“Tras una primera etapa de aprendizaje de los aspectos singulares del país y del sector en Argelia”, comenta su delegado de zona, Alberto García Ceballos, “estamos en fase de negociación con clientes públicos y privados para la contratación de obras de edificación, principalmente de carácter residencial”.
 
“Pese a que el sector de la construcción es difícil, porque depende mucho de la mano de obra y de los materiales del país, existen múltiples oportunidades tanto en el ámbito público como en el privado, en edificación y en obra civil, que las empresas locales no son capaces de llevar a cabo”, puntualiza García Ceballos.
 
HERMANOS MARRÓN. Esta firma asturiana también se encuentra en una etapa inicial de introducción en el mercado argelino, de la mano de CAC y tras varios viajes de prospección.
 
“Nuestra presencia en Argel se centra fundamentalmente”, señala su directivo Herminio Marrón, “en dar continuidad a nuestra actividad principal en Asturias de servicios de acabados en el exterior e interior de edificios de promociones privadas”. Esperan ser competitivos en un futuro cercano en el ámbito público, puesto que más del 80% del negocio corresponde a viviendas sociales.
 
INDRA. La compañía multinacional cuenta con una oficina permanente en Argel e importantes proyectos para las Administraciones Públicas y el mercado del transporte y el tráfico. De este modo, la firma refuerza su implantación en el Magreb y se posiciona ante los proyectos que puedan surgir en el sector de la movilidad urbana e interurbana o en el de la gestión del tráfico aéreo.
 
Entre los contratos más recientes de la compañía, su country manager para Argelia, León García, destaca “la adjudicación en 2014 del desarrollo de los sistemas inteligentes de tráfico (ITS) y los sistemas de peaje para 380 kilómetros de la autopista Este-Oeste, además de prestar el servicio de mantenimiento durante tres años”.
 
L’Algérienne de Gestion des Autoroutes (AGA), organización responsable de la red nacional de autopistas, adjudicó al consorcio del que forma parte Indra y que lidera la compañía local Cosider, la construcción de las instalaciones y el suministro del equipamiento necesario para la explotación de este tramo por un importe de 57 millones de euros y un plazo de 18 meses.
 
Otro de los proyectos más relevantes ha sido la modernización de la gestión de impuestos en el país, por un importe de 27 millones de euros. León García explica que “el proyecto ha contemplado la implantación del sistema de gestión tributaria de SAP en la Dirección General de Impuestos con el fin de centralizar e integrar la Administración fiscal y luchar contra el fraude”. 
 

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