Argelia es el segundo país más joven del Magreb, después de Mauritania

Por Ahmed Brahim
Foto: Un grupo de jóvenes argelinos en una cafetería de Argel.
 
Argelia es el país más joven del Magreb, después de Mauritania. La media de edad es de 27,3 años en Argelia y de 19,9 en Mauritania. En Marruecos, la media de edad es de 28,1 años; en Túnez de 31,4; y en Libia de 27,5. Túnez es el país menos joven no sólo del Magreb sino del conjunto de África. Estos datos fueron difundidos por la web estadounidense ‘GlobalPost’ a partir de un informe llevado a cabo por la CIA sobre la demografía en el mundo. En el caso de Argelia, que es la principal potencia económica del Magreb, la media de edad pasó de 26 años en 2008 a 27,6  años en 2011 y a 27 años en 2013. Según ‘GlobalPost’, 15 de los países más jóvenes del mundo se encuentran en el continente africano. La población de Níger es la más joven de África, con una media de edad de 15,1 años. Después viene Uganda (15,5), Malí (16), Malaui (16,3), Zambia (16,7), Sudán del Sur (16,8), Mozambique (16,9), Burkina Faso y Burundi (17), Tanzania (17,4) y Etiopía (17,6). Los datos del informe de la CIA difundido por ‘GlobalPost’ muestran que en el marco del continente africano, el Magreb es una región relativamente envejecida. La media de edad en la zona es de 20 años. Afganistán es el país más joven de la región MENA (África del Norte y Oriente Medio), con una media de edad de 18,6 años. Los habitantes de Irak se sitúan en tercera posición (21,5); son más jóvenes que los de Jordania y Siria (23,3). Después vienen los habitantes de Omán (24,9), Arabia Saudí (26,4) e Irán (28,3). 
 
Viejo Continente
A Europa se le llama el Viejo Continente y con razón. Ningún país se coloca en la franja que va de los 20 a los 29 años de media de edad. Albania, que es uno de los países europeos más pobres y atrasados, tiene una población con una media de edad de 31,6 años. Macedonia también. Ambos Estados son los más jóvenes de Europa. La medida de edad europea varía entre los 40 y los 47 años. Alemania es la nación más envejecida (46,19 años) de Europa. La media de edad alemana es como la japonesa. La juventud de los países en desarrollo del Magreb y el resto del continente africano es un elemento de presión sobre la realidad económica y social. Esto es así, señalan los expertos,  porque estos países no tienen suficiente capacidad y recursos para garantizar trabajo y un mínimo de bienestar a la población, especialmente en cuestiones tan vitales como la vivienda, la sanidad y la educación. Es uno de los motivos por los que muchos jóvenes del continente africano sólo tienen un objetivo en mente: abandonar sus países y emigrar a la Vieja Europa, que está en crisis, pero salvo algunas zonas del este sigue siendo una región próspera. Una parte importante de esta inmigración a Europa es irregular y genera muchos dramas. El último caso dramático fue el de una embarcación con 250 personas a bordo que naufragó el pasado domingo cerca de las costas libias cuando  intentaba cruzar el Mediterráneo hacia Europa. Hasta el momento sólo 26 personas fueron  rescatadas y se teme que muchos de los emigrantes hayan fallecido. Solamente en el año 2014 más de 100.000 inmigrantes -la mayoría de ellos de origen africano-  llegaron a las costas italianas, según confirmó el Gobierno de Roma la semana pasada. Las redes de  traficantes de personas  explotan el caos político y la falta de seguridad que vive Libia desde la caída de Muamar Gadafi, derrocado en un levantamiento armado en 2011, para incrementar sus actividades ilegales. 
 
Imputado un jefe de la Guardia Civil
Por otra parte, el titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Melilla  imputó el lunes de esta semana por un presunto delito de prevaricación al jefe de la Guardia Civil de la ciudad autónoma, coronel Ambrosio Martín Villaseñor, que habría estado ejecutando “devoluciones en caliente” de inmigrantes a Marruecos, práctica prohibida en la Ley de Extranjería. El juez quiere que el responsable de la Benemérita en Melilla declare el 3 de octubre sobre los hechos ocurridos el 18 de junio y 13 de agosto, cuando un número indeterminado de inmigrantes saltó la valla, y fueron “entregados de manera inmediata a las fuerzas auxiliares marroquíes sin aplicar la legislación de extranjería”, tampoco el convenio de readmisión de inmigrantes firmado con Marruecos. Según detalla el auto, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla “dicta la orden 'Dispositivo anti intrusión en la valla perimetral de Melilla y protocolo operativo de vigilancia en fronteras' y es la persona al mando del dispositivo”. Se le imputa para esclarecer “si se llevaron a cabo entregas de ciudadanos extranjeros a las autoridades marroquíes sin observar la legislación española vigente y, si esto fuera así, si tal manera de actuar pudiera ser constitutiva de infracción penal”. Se trata de un paso más en las diligencias incoadas el pasado mes de agosto cuando, ante la querella presentada por Andalucía Acoge, SOS Racismo y Prodein, el juzgado comenzó a investigar la posible responsabilidad y comisión de delitos en la acción de policías marroquíes y efectivos de la Guardia Civil durante las devoluciones de inmigrantes en Melilla del 18 de junio. Así las cosas, la Unión de Guardias Civiles (Unión GC) pidió al Ministerio del Interior que “de una vez por todas” delimite “exactamente” qué valla de Melilla es la que delimita el territorio nacional del marroquí, puesto que la legislación en este caso es “ambigua” y, por tanto, dificulta la labor de los agentes de la Benemérita en los puestos fronterizos.

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