Argelia: estado de alerta ante posibles tumultos
Pedro Canales
Las autoridades argelinas han puesto a sus fuerzas de seguridad en alerta ante los posibles disturbios callejeros que pueden producirse el viernes 22 de febrero durante las manifestaciones convocadas por los partidos y movimientos de la oposición. En efecto este viernes y después de la hora del rezo del mediodía, hacia las 13H30 hora local, la oposición ha convocado a la población a manifestarse en contra de la repetición del mandato presidencial, el quinto, por Abdelaziz Buteflika que consideran incapacitado para ejercer sus funciones. Tras 20 años en el poder, Buteflika con 81 años de edad, se encuentra totalmente inválido, desprovisto de sus funciones cognitivas, del habla y de un mínimo de movilidad, como le exige el cargo.
Durante estos últimos diez dias, y después de que en una carta dirigida al pueblo argelino supuestamente escrita por el Presidente el 10 de febrero, éste anunciara su pretensión a un 5º mandato, se han sucedido numerosas movilizaciones en distintas ciudades del país, Jerrata, Tizi Uzu, Oran, Annaba, Borj Bu Arrerij. En todas ellas los manifestantes gritaban eslóganes hostiles a la repetición del mandato presidencial. Las redes sociales, tanto en Argelia como en el extranjero, se han llenado de llamamientos a la movilización. El colectivo “Argelia en pie” ha conseguido reunir en Paris, en la plaza de la República, a un millar de personas. La hostilidad a lo que consideran mascarada electoral es notoria entre la comunidad de emigrantes argelinos, que en todo el mundo supera los cinco millones, tres de ellos solamente en Francia.
La reacción de las autoridades argelinas ante los llamamientos a manifestarse este viernes, no se ha hecho esperar, si bien difiere en el tono y en la forma. Mientras que el ministro del Interior Nuredin Bedui y el Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Gaid Salah, han amenazado a los manifestantes con la represión frente a posibles disturbios “que serán sofocados”, el director de campaña de Buteflika y ex primer Ministro Abdelmalek Sellal ha repetido que “es legítimo que la gente exprese sus posiciones políticas, pero que no es necesario hacerlo en las calles”. El diferente tono entre el ex jefe de gobierno y los responsables de la seguridad, no ha escapado a los observadores, que ven una brecha en el sistema de poder.
Los servicios de seguridad han sido puestos en estado de alerta, según el periódico digital Mondafrique, que cita fuentes argelinas de prensa, próximas a los servicios y al estamento militar.
La incertidumbre sobre el futuro inmediato de Argelia coincide extrañamente con la sucesión de purgas y nombramientos en la cúpula militar y en los servicios de seguridad. Cuatro días después de anunciarse la decisión de Abdelaziz Buteflika de representarse a las elecciones presidenciales, el titular de Interior nombraba un nuevo Director general de la Seguridad Nacional (DGSN), el puesto más sensible para prevenir, controlar y sofocar disturbios callejeros en todo el país. Se trata del tercer nombramiento de DGSN, tras la destitución fulminante del general Abdelgani Hamel, su remplazo por el coronel Mustafa Lahbiri, ambos habían hecho sus respectivas carreras en la Gendarmería Nacional, y la designación actual de Abdelkader Kara Buhadba, procedente de el cuerpo policial donde ha hecho toda su carrera.
Destituir al máximo responsable de mantener el orden público, precisamente cuando los servicios de inteligencia adscritos a la Presidencia y que dirige el general Bachir Tartag prevén disturbios y violencia callejera durante la campaña electoral, es visto en Argel como una medida preventiva por parte del sector duro del poder argelino para evitar desobediencias en la cadena de mando a la hora de reprimir las manifestaciones en caso de desbordamiento.
La oposición por su parte ve en estas medidas una muestra de debilidad del régimen para perpetuarse a sí mismo. La casi totalidad de partidos de la oposición se han reunido este fin de semana pasado en Paris en los locales de la cadena de televisión Al Magharibiyapara debatir el futuro inmediato de Argelia y establecer una Hoja de Ruta común para la oposición, que será transcrita en un Manifiestodirigido al pueblo argelino. Los máximos responsables de un buen número de partidos y movimientos opositores estaban presentes, algo que no ocurría desde los cónclaves de la oposición llevados a cabo en Argel hace ya casi tres años, que fracasaron por la disputa de liderazgo. El único ausente de peso en París ha sido el candidato a las elecciones presidenciales Ali Ghediri, un general retirado que promete desmantelar el sistema de poder, de prebendas y de corrupción imperante en el país desde hace décadas. Fuentes cercanas al candidato estiman que su ausencia se debe a una actitud de prudencia para no dar pie a las autoridades de Argel a utilizar su presencia en la capital francesa y su asistencia al diálogo de la oposición, como un motivo que justifique el rechazo a su candidatura.
