Argelia y España en el umbral de la alianza estratégica

Por Pedro Canales

Foto: Los presidentes de España y Argelia, Mariano Rajoy y Abdelaziz Buteflika

“Hasta ahora España y Argelia se han limitado en lo esencial a desarrollar relaciones económicas y comerciales basadas en el binomio vendedor-cliente; es hora ya de pasar al de socios estratégicos”. Así de sencillo y rotundo se ha expresado Abdelaziz Rahabi, exministro y antiguo embajador de Argelia en España, en conversaciones con Atalayar. “En lugar de esforzarse los empresarios españoles en buscar oportunidades para vendernos sus mercancías, por otra parte buenas, que nos ayuden a fabricarlas nosotros mismos”, añade Rahabi. Esto es válido, dice nuestro interlocutor, tanto para los productos agrícolas semielaborados, como para los paneles solares, los productos de cerámica, materiales de construcción, herramientas, silos para el grano, maquinaria semipesada, sistemas eléctricos, etc. El ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo acaba de hacer un viaje a Argel invitado por el Gobierno de Abdelmalek Sellal para participar en la reunión de ministros del Movimiento de No Alineados. Margallo y su homólogo Ramtan Lamamra han acordado en una reunión poner en marcha un grupo de trabajo para ampliar la cooperación bilateral en transportes, construcción, turismo, agroalimentaria y energía, incluidas las renovables y alternativas. De lo que se trata, apuntan fuentes argelinas, no es de ampliar el mercado para la producción española, sino de elevar el nivel de asociación bilateral. “Un ejemplo clarísimo – nos dice Rahabi – es el turismo. España tiene infraestructuras, logística, experiencia y empresas punteras en la  materia; Argelia tiene la geografía, la necesidad y la voluntad de asociarse con los españoles”. “No se trata de que España nos envíe turistas, sino de que los empresarios vengan y juntos atraigamos el turismo”. 

Ayuda española

Argelia desea que España le ayude a desarrollar su industria, en estado de semi- abandono, y reforzar sus infraestructuras de base. Dos sectores en los que las PME (Pequeñas y Medianas Empresas) tienen mucho camino por delante. Es hora de que el Tratado de Amistad y Cooperación firmado en tiempos del Gobierno de José María Aznar, en octubre de 2002, entre en una fase superior. España es el primer socio comercial de Argelia con un volumen de intercambios del orden de los 15.500  millones de dólares anuales; está presente en Argelia en los sectores de la energía, transportes, vivienda, obras públicas y recursos hídricos. Entre los dos países se han firmado unas 80 operaciones de asociación en el sector médico, siderúrgico, agroalimentario y textil.  En 2013-2014 se han puesto en marcha proyectos bilaterales de fabricación de vehículos industriales, obras públicas, materiales de construcción y reciclaje de residuos, que han recibido del Estado argelino un total de 3.000 millones de dinares (25 millones de euros) para su implementación. 269 empresas españolas de diferentes sectores están instaladas en Argelia  según las estadísticas de abril de 2014. Durante el año pasado, de los 40 proyectos españoles identificados se han realizado 33, por un monto de cerca de 1.500  millones de euros.

Primer cliente

España se ha convertido este año en el primer cliente de Argelia, pasando por delante de Italia; en tercer y cuarto lugar se sitúan Francia y Gran Bretaña. Entre los países proveedores de Argelia, el primero de lejos es China, seguido de Francia, Italia y España.¿Significa ello que hay contrapartidas políticas a la apertura del mercado argelino a los españoles? Las fuentes tanto españolas como argelinas consultadas por Atalayar son categóricas: No. Es cierto que en el pasado, Argelia caía a menudo en la tentación de establecer un vínculo con sus socios internacionales entre economía y política, y presionaba más o menos abiertamente para que los países que querían entrar en su jugoso mercado adoptasen posiciones políticas favorables por ejemplo a la cuestión del Sahara Occidental en la que Argel está implicada desde los comienzos del conflicto en los años 70. No es el caso ahora. “Argelia valora hoy día la competitividad, la calidad de las prestaciones y los precios de las ofertas, por encima de las consideraciones políticas”, estiman fuentes diplomáticas españolas. Lo que en el fondo despeja el horizonte y permite abordar las cuestiones políticas con mayor seriedad. En el reciente viaje de Margallo a Argel, habló de todo con Lamamra: del Sahara Occidental, de Siria, de Palestina, de Libia y de Ucrania.

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