Cómo enfrentar al DAESH en Libia

Lainformación.com

Pie de foto: soldados estadounidenses en Libia

Las potencias occidentales están convencidas de que hay que actuar con rapidez en Libia contra la amenaza del grupo DAESH, pero vacilan entre un simple apoyo militar a un gobierno de unión, que aún no se ha formado, bombardeos o una intervención terrestre.

El DAESH "preocupa cada vez más" a los países de la OTAN, "por lo que es posible" que intervengan en Libia, afirmó Malcolm Chalmers, director adjunto del centro de reflexión RUSI de Londres.

"La cuestión es qué tipo de intervención, de qué naturaleza y de qué amplitud. Esto dependerá en gran medida de la evolución de la amenaza en el próximo mes", agregó.

El DAESH cuenta con 3.000 combatientes en Libia

El DAESH, que -según Francia- tiene unos 3.000 combatientes en Libia, inició el lunes desde su bastión de Sirte una ofensiva contra la cuenca petrolera del norte del país. Los occidentales temen que se enriquezca con los hidrocarburos, desestabilice África hacia el sur y exporte yihadistas a Europa a través del flujo de inmigrantes que atraviesan el Mediterráneo.

La operación occidental "tendrá seguramente la forma de bombardeos aéreos" y no de intervención terrestre, estima Patrick Hamzaideh, ex diplomático francés en Libia. "Pero en los dos casos, es una mala idea. En el plano militar, no será decisivo". Y, "sin solución política", tal intervención "condenaría el país a la inestabilidad por al menos una década, con un gobierno que aparecerá como un títere de Occidente", agrega.

Grupos armados locales apoyan a los islamistas en Libia

En efecto, una de las cuestiones claves es la reacción de los grupos armados locales. En 2011, tras la intervención contra Muamar Gadafi llevada a cabo por Francia y Gran Bretaña, el recibimiento de los libios fue positivo, pero en 2016 la situación ha cambiado, el sentimiento nacionalista aumenta en esos grupos armados y la influencia de los islamistas crece.

Italia, la ex potencia colonial con grandes intereses económicos en Libia, afirma que está dispuesta a dirigir una fuerza internacional en ese país, si un gobierno de unión se lo pide.

Pero el presidente de la comisión de defensa del Senado, Nicola Latorre, excluyó "toda eventualidad de una intervención militar para hacer la guerra".

"Sería un error fatal ofrecer a DAESH el argumento de una invasión occidental de Libia", dijo Latorre a la AFP. Se trata más bien de garantizar la seguridad del nuevo gobierno y de formar al ejército, precisó.

EEUU y Reino Unido movilizan a sus hombres

Por su parte, el ministro británico de Defensa, Michael Fallon, anunció que mil hombres de las fuerzas especiales de su país podrían unirse a un contingente de unos 6.000 soldados europeos y estadounidenses para enfrentar al DAESH en Libia.

Esa declaración siguió al anuncio de un acuerdo interlibio firmado el 17 de diciembre bajo el patrocinio de la ONU. Ese documento, aprobado solamente por una parte de los dos Parlamentos libios rivales, el de Tobruk y el de Trípoli, prevé la formación de un gobierno de unión nacional.

Ese gobierno pediría inmediatamente a las potencias occidentales, según el plan de éstas, su ayuda contra el DAESH.

Comandos estadounidenses y británicos se encuentran ya en el país, para "evaluar la situación de seguridad", según un alto funcionario norteamericano.

Apoyo político y militar al nuevo gobierno libio

Un bombardeo estadounidense mató a mediados de noviembre al iraquí Abú Nabil, uno de los dirigentes del DAESH en Libia. Pero Estados Unidos no evoca operaciones de envergadura en tierra.

"Estamos decididos a dar al gobierno de unión pleno apoyo político y ayuda técnica, económica, de seguridad y antiterrorista", dijo Washington en diciembre.

En París, se explicó que "la idea es organizar una fuerza internacional bajo mandato de la ONU". Así, Francia empezó a constituir una "pequeña biblioteca" a través de vuelos de reconocimiento sobre las posiciones del DAESH, que toma "pueblos hacia el Chad" y "comienza a instalarse a ambos lados de la frontera tunecina", según un alto funcionario francés que pidió el anonimato. La misma puede ayudar a "garantizar la seguridad" del futuro gobierno de unión y a controlar el flujo de emigrantes.

Pero con 3.500 hombres movilizados contra los yihadistas en el Sahel, 900 en Centroáfrica y 10.000 para prevenir atentados en Francia, el ejército francés sobrepasa ya sus posibilidades, estima Jean-Vincent Brisset, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París.

En ese contexto "sólo puede pedir ayuda para reforzar" su dispositivo en el Sahel y contribuir así a contener al DAESH en el sur, agregó.

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