China afianza su expansión económica y se fija en Latinoamérica

Raúl Redondo

Pie de foto: El presidente de China, Xi Jinping,durante la ceremonia de apertura de la primera reunión ministerial del Foro China-CELAC en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, el 8 de enero de 2015. REUTERS/Kim Kyung-Hoon 

China continúa su expansión económica internacional y prueba de ello es que tiene también la mira puesta en Latinoamérica como destino de parte de su inversión económica. Esto se ha puesto de manifiesto tras la reciente celebración del 9º Foro de Inversores Latinoamérica-China, que tuvo lugar en el hotel Westin Chaoyang de Pekín.

Dirigentes de diversas corporaciones y empresas y líderes políticos tanto de China como de América Latina y Caribe se dieron cita en esta reunión para aprovechar y fomentar oportunidades de negocio y comercio entre ambos polos. Un foro que tuvo como principales patrocinadores al banco HSBC y a los bufetes de abogados Hogan Lovells y Greenberg Traurig, con la colaboración de diversas organizaciones e instituciones como la Embajada de Perú en China, la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México (SER), la Cámara Americana de Comercio en la región sur de China (AMCHAM), la Cámara de Comercio Colombia-China, la Cámara de Comercio de México en China, la Cámara Latinoamericana de Comercio y la Cámara de Comercio China en México.

El objetivo de esta cumbre se centró en potenciar la dinámica comercial entre ambas regiones para que tome un nuevo impulso tras una última década de crecimiento estable y sostenido. “Hay una relación natural entre Latinoamérica y China, en tanto en cuanto China es el mayor consumidor de mercancías latinoamericanas y Latinoamérica un productor de mercancías que necesita un gran socio distribuidor”, aseguró durante el foro Shelly Shetty, experta en Latinoamérica de la agencia de calificación crediticia Fitch.

Esta relación tiene visos de seguir progresando ya que China, con su gran infraestructura global, sirve perfectamente como distribuidor para un gran productor de diversos tipos de mercancías como es la región sudamericana, lo cual es gran motivo inversor de cara a aumentar la competitividad. “Durante los últimos 30 años, China ha desarrollado una excelente infraestructura de transporte, incluida la mayor red de trenes de alta velocidad”, explicó Gastón Fernández, colaborador de la firma de abogados Hogan Lovells.

Por su parte, Liu Wei, experto en recursos bancarios del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), aseguró que las empresas chinas tienen un “gran potencial y capacidad financiera como contratistas de cara al sector de la construcción e ingeniería”. De esta forma, los inversores y contratistas chinos están enfocados a buscar oportunidades de negocio con su dinero en economías americanas como la argentina, la brasileña y otras.

Latinoamérica es una región rica en recursos y esto abre un amplio mercado, lo que supone una gran oportunidad para el deseo de expansionismo económico mostrado por China durante los últimos años. El ‘gigante chino’ se ha convertido ya en el segundo socio comercial de Latinoamérica. En 2017 el volumen de negocio entre ambas partes creció un 18,8% superior al año anterior y ese mismo año las empresas chinas ya invirtieron en Sudamérica y Caribe casi 250.000 millones de dólares. Unas compañías chinas que están diversificando su negocio y abriéndose camino cada vez más en otros sectores en el ámbito latinoamericano como el de las manufacturas y la construcción de infraestructuras viarias.

Esa gran oferta de recursos naturales latinoamericanos es muy apetecible para China. Claro ejemplo es el petróleo venezolano, o los productos agropecuarios de países como Chile o Argentina, o incluso los minerales de naciones como Bolivia, Argentina y Chile, en especial el litio (materia prima necesaria para baterías recargables como las del incipiente sector de los vehículos eléctricos).

Nueva Ruta de la Seda, otro símbolo de expansión económica china

La incursión china en Latinoamérica se une al gran macroproyecto de infraestructuras marítimas y terrestres que fomenta China de cara a la nueva Ruta de la Seda, cuyo objetivo es multiplicar el comercio entre más de 80 países ya adscritos a esta iniciativa, lo que puede significar un volumen de negocio este año 2019 de más de 120.000 millones de dólares, abarcando actualmente con su extensión más del 35% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, casi el 70% de la población mundial y el 41% del comercio total mundial, según el informe de Euler Hermes.

De hecho, el presidente de China, Xi Jinping, estuvo recientemente de gira por Europa para promocionar esta nueva Ruta de la Seda y se reunió con los primeros ministros de Italia y Francia, Giuseppe Conte y Emmanuel Macron, para buscar nuevos socios de cara a su proyecto comercial. Una iniciativa económica vista con reticencias desde la Unión Europea y EEUU por el agresivo expansionismo económico del país asiático. El máximo mandatario chino sí logro arrancar un principio de acuerdo, a través de un memorando de entendimiento, con el Gobierno de Italia para incorporar en un futuro cercano al país transalpino a la nueva ruta comercial, debido al interés chino en ciertos puertos italianos clave para el comercio por mar, como son los de Génova, el principal del país italiano, o Trieste. Pero desde las altas instancias comunitarias europeas se desconfía del excesivo empuje inversor chino que puede convertirlo en un competidor económico imbatible.

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