Ciudad Deportiva Florentino Pérez

Chema Rubio

Pie de foto: Segio Ramos se ha enfrentado a Florentino Pérez por su renovación

Ese nombre rezará algún día en la entrada de de la ciudad deportiva del Real Madrid en Valdebebas. En el barrio de Valdelasfuentes, al norte de Madrid, y entre los distritos de Hortaleza y Barajas se enclavan los terrenos que consiguió Florentino Pérez para construir la macro ciudad del Real Madrid.

La imagen de Carvajal, Di Stéfano y Pérez inaugurando la llamada Ciudad Real Madrid en 2005 tenía un propósito más profundo para el presidente, que algún día llevará su nombre. Lógicamente el señorío blanco y la forma de ser de Florentino ha impedido que esto suceda con él en activo. Malos ejemplos existen con el estadio Benito Villamarín rebautizado en 1997 como Manuel Ruiz de Lopera y vuelto a cambiar en 2010. Tampoco le fue mejor al estadio de Vallecas, bajo el nombre de Teresa Rivero aguantó de 2004 a 2011.

El legado que quiere dejar Florentino Pérez al Real Madrid es el macro complejo de Valdebebas. Pérez está convencido de que salvó la historia de un club endeudado y que, a cambio de los terrenos de su antigua ciudad deportiva del Paseo de la Castellana, consiguió saldar la deuda y empujar definitivamente al club al siglo XXI.

La idea lleva recorriendo los despachos de la zona noble del Bernabéu desde hace años pero saben que no depende de los que están, depende de los que lleguen, del relevo que tome el sillón presidencial del Real Madrid. El camino para que el sueño del presidente se haga realidad pasa por la continuidad, por no buscar guerras con futuros candidatos, en definitiva, en dar el visto bueno a su sucesor y que este proponga el cambio de nombre a los socios.

La vuelta de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid en 2009 no ha sido un camino de rosas. Su relación con los medios ha cambiado y ya no le importa decir públicamente que no quiere cerca a periodistas que critican al club. Eso, sumado al desgaste de imagen tras los tres años de Mourinho en el club, la salida de Ancelotti, los grandes fichajes, la falta de un director deportivo o el trato a la cantera, hacen que no tenga la popularidad de 2002 cuando llegó al club con Figo de la mano.

La renovación de Sergio Ramos también influye. Algunos medios publicaron que Pérez le dijo al capitán, “si te vas, me tengo que ir yo también” lo que alejaría definitivamente el proyecto Ciudad Deportiva Florentino Pérez del futuro blanco.

Está claro que el calado de Florentino no es el de Santiago Bernabéu con el que se compara una y otra vez. Pero el socio será el que tenga que reconocer si la labor del actual presidente del mejor club del siglo XX merece un reconocimiento parecido al que tuvo Bernabéu con el estadio, Raimundo Saporta con el antiguo pabellón de baloncesto o el de Alfredo Di Stefano con el estadio del Castilla. 

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