Comprender el feminismo árabe desde sus escritoras

Noor Ammar Lamarty

1.   JOUMANA HADAD – “Yo maté a Shehrezade”

“Soy lo que me dijeron que no pensara, que no dijera, no soñara, no me atreviera, soy lo que me dijeron que no fuera. Joumana Haddad

 Es poeta, traductora y editora y desde hace doce años lleva las páginas del diario Al Nahar, siendo este el más leído de Líbano. Saltó a la fama con su libro Yo maté a Sherezade, es la metáfora del asesinato al prototipo generalizado de mujer árabe, un alegato contra el estereotipo occidental de la mujer árabe sumisa e invisible, recreando la realidad de la diferencia de mujeres en los países árabes así como la amalgama y el paternalismo occidental ejercidos sobre la figura de la mujer oriental y árabe, pero también contra el machismo y la sociedad patriarcal imperantes en Oriente Medio.

La revista Jassad de Hadad que tenía un carácter erótico y sexual fue censurado. El subtítulo de esa obra, “Confesiones de una mujer árabe furiosa”, era una declaración de principios: ocho años después de la aparición de la obra, Joumana Haddad sigue indignada. Indignada por la situación política en Líbano, estado diminuto y turbulento encajado entre Siria e Israel, siempre a punto de despeñarse por el precipicio de un nuevo conflicto bélico. Por la religión omnipresente que ahoga por igual a quienes practican el islam, el cristianismo o cualquiera de las 18 confesiones oficiales del país. Por el avance a paso de tortuga de los derechos de las mujeres, que pueden usar minifalda y salir de fiesta, pero no traspasar la nacionalidad a sus hijos o abandonar el país sin autorización conyugal.

“Libertad no es enseñar el hombro, la libertad es vivir en un Estado que respeta tus derechos. Mi relación con Beirut es sadomasoquista, pero decidí vivir aquí por responsabilidad hacia mí misma, hacia esta tierra, hacia mis hijos y la juventud”

Su indignación como mujer empoderada, árabe e intelectual, es el reflejo de la lucha de muchas mujeres que esperan un cambio y un reconocimiento palpable en la sociedad y la política.

2.   NAWAL EL SAADAWI –“La hija del Isis”

Nawal Saadawi, nacida en 1931 es escritora, psiquiatra y activista. Esta activista lleva seis décadas luchando por la igualdad, siendo esta una patalla a pie de página en Egipto aún. Se trata de una aspirante al Premio Nobel de Literatura, y sus obras, polémicas, duras e incesantes en la reivindicación femenina son la religión de muchas otras mujeres que esperan incesantes alcanzar los objetivos que Nawal comenzó a revindicar.

Fue directora de salud pública en su país y consejera de la ONU para el programa Mujeres en África. Pero tuvo que publicar sus libros en Líbano cuando fueron censurados en Egipto y exiliarse tras ser encarcelada y acusada de revolucionaria. 

Se considera una feminista totalmente opositora al velo, así como tienen otrás adversas ideas sobre las mujeres en el mundo árabe tales como que la misma prostitución ha sido necesaria y liberadora en su existencia en muchos países árabes. Sus 60 libros, traducidos a 40 idiomas, están basados en sus vivencias. Tras años de destierro, regresó a El Cairo porque cree que allí puede ser más útil. 

Su novela “La hija del Isis”, narra su infancia y adolescencia en una sociedad en la que las mujeres por el simple hecho de serlo pierden hasta el nombre. Nawal narra su vida delatando las injusticias que las mujeres tienen prohibido comentar como la corrupción política y la mutilación sexual femenina que ella misma sufrió.

Cuando Nawal el Saadawi tenía seis años, su daya, la mujer que cuidaba de ella y sus hermanos, entró en su habitación y buscó su cuerpo bajo las sábanas con una cuchilla de afeitar. La niña no supo qué ocurrió aunque sintió un dolor que la atravesaba y empezó a sangrar. Su madre lo había sufrido, ella lo había sufrido, todas habían normalizado esa práctica, pero ninguna se atrevía a hablar de ese tema tabú. 

3. NAJAT EL HACHMI – “El último patriarca”

Najat el Hachmi, nacida en Nador (Marruecos) el 2 de julio de 1979 es una escritora española de origen marroquí. Licenciada en filología árabe por la Universidad de Barcelona, obtuvo el Premio Ramon Llull de novela en 2007 por L'últim patriarca (El último patriarca).

Escribe desde los once años, al principio como entretenimiento, pero poco a poco la escritura se fue convirtiendo en una vía para canalizar la inquietud de sentirse de dos sitios a la vez y en una manera de acercar estos dos mundos a los que pertenece.

En El último patriarca, Najat el Hachmi, relata las peripecias de Mimoun, un emigrante marroquí que, salido de un aduar, emigra a Cataluña, y durante años asistimos a sus continuos devaneos entre lo que es y lo que querría ser. Relatado en su mayor parte en primera persona, como si la historia nos la contara la hija de Mimoun, vamos descubriendo de su mano a una personalidad atormentada, la de un hombre que vive entre dos mundos: el que representa su aduar y la familia que queda en Marruecos, en la que el peso de la tradición es casi asfixiante, y el que representa su vida de emigrante en la península, en la que, por el contrario, hay una lucha interna entre lo que ha dejado atrás, su cultura marroquí, y la nueva sociedad en la que trata de integrarse y que le abre otro futuro que, sin embargo, no deja de chocar frontalmente con su forma de ser.

Mimoun es machista, es pendenciero, es un alcohólico y es un hombre celoso hasta el paroxismo, y sus arrebatos de violencia, descritos con todo lujo de detalles, muestran un tipo de mentalidad obsoleta y arcaica. Sin embargo, tristemente reconocible.

4. AZAR NAFSI – “Leer Lolita en Teherán”

Nació en 1955 en Teherán. Su madre fue una de las únicas seis parlamentarias iraníes en los años setenta, y su padre un rico diplomático, fue alcalde de Teherán. Se educó en Suiza, en el Reino Unido y en Estados Unidos adonde se trasladó definitivamente en 1997 .

Obtuvo  un doctorado en Literatura Inglesa y Americana en la Universidad de Oklahoma. En 1979 regresó a Irán para dar clase de Literatura Inglesa en la Universidad de Teherán, y después en la Universidad Libre Islámica y en la Aliameh Tabatbaide. Desterrada, viajó de nuevo a Estados Unidos en 1997 para ser profesora de la Universidad Johns Hopkins. 

Leer Lolita en Teherán es, como Persépolis, una historia autobiográfica escrita por una mujer, en este caso Azar Nafisi, una profesora de literatura inglesa de la Universidad de Teherán que actualmente reside en Estados Unidos. Ilusionada inicialmente por la Revolución, que anunciaba tiempos de libertad y apertura, Nafisi pronto se vio decepcionada por el giro islamista y autoritario del régimen, bajo el ayatollah Jomeini, y en 1981 tuvo que abandonar sus clases en la Universidad por negarse a llevar velo. Es entonces cuando decide montar un "club de lectura" con siete de sus mejores alumnas, con las que comentará las obras de Scott Fitzgerald, Henry James, Nabokov o Jane Austen que sirven de contrapunto e hilo conductor de la narración.

“A mí no me gusta que me digan que estoy occidentalizada porque no llevo velo. Las iraníes no miran a Occidente cuando exigen su derecho a decidir. Miran a sus conquistas del pasado. Yo miro a mi abuela que luchó por sus derechos durante la llamada Revolución Constitucional (1906) y a mi madre que fue una de las primeras diputadas (1963). Nadie nos ha regalado nada. Las mujeres hemos luchado siempre. No soy occidental porque diga que la religión y el Estado deben estar separados”

5. WASSILA TAMZALI- “El burka como excusa”

Wassyla Tamzali es una abogada, escritora y militante feminista defensora del laicismo. Argelina, durante casi 20 años ha dirigido programas de la UNESCO, para la defensa de los Derechos de las mujeres. 

Sus investigaciones se centrar en la violencia de género, la prostitución y el tráfico de trata de blancas. En sus libros denuncia la utilización por parte de los países árabes de la religión para el control de los ciudadanos así como la opresión de las mujeres, dando lugar al peligroso integrismo.

“El burka como excusa” es el rechazo explícito, rotundo y plenamente razonado de cualquier velo femenino. Wassyla encabeza una firme crítica feminista al posicionamiento de la izquierda europea en las políticas de aceptación del burka. 

Se trata de un análisis de la situación actual, en que la regulación del uso del burka en los países europeos se ha convertido en un elemento clave de la vida política. La autora explica cómo se ha llegado a este punto, valora las posiciones de unos y otros y ofrece su punto de vista como mujer que, a pesar de que nunca ha estado velada, comparte la historia del velo con todas aquellas compañeras que no pueden salir a la calle con la cabeza descubierta. En su retrato se reflejan la repercusión que las decisiones políticas tienen en la vida diaria y en el futuro de las mujeres musulmanas en Europa, por ende, en la de todas las mujeres, dada la larga lucha feminista que ha implicado la conquista de los derechos y las libertades individuales. 

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