Donald Trump vira sus miras comerciales hacia Japón

Raúl Redondo

Pie de foto: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto al primer ministro japonés, Shinzo Abe, durante una conferencia de prensa en el Palacio de Akasaka en Tokio, el lunes 27 de mayo de 2019. AP PHOTO/KIYOSHI OTA

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se encuentra de visita oficial en Japón para llevar a cabo una cumbre bilateral con el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y ya ha dejado claro su interés en el país asiático en materia económica y comercial, justo en una etapa de enfrentamiento en este campo con su gran competidor actual, China.

El presidente norteamericano quiere renovar los acuerdos vigentes con Japón con el claro objetivo de mejorar el balance comercial estadounidense en relación con el japonés, que se deriva de la relación comercial y económica que rige en la actualidad. Trump ha indicado que “probablemente” en el mes de agosto se conozcan más detalles sobre este nuevo pacto comercial, cuyas consecuencias serán “buenas para ambos países”. El presidente norteamericano ha aludido en la red social Twitter al final de las elecciones del mes de julio en Japón como fecha ideal para ratificar ciertos acuerdos económicos y comerciales.

El dirigente republicano ha explicado que existe un “tremendo desequilibrio” respecto a los intercambios comerciales entre EEUU y Japón; dentro de los cuales salen ganando los nipones, según Trump. Este es el motivo por el que Washington pretende renovar el tratado comercial con Japón, pretende buscar un mejor margen y salir por lo menos tan beneficiado como su socio. “Tenemos que ponernos al día con Japón. Ellos están haciendo mucho más negocio con nosotros, pero a nosotros nos gustaría hacer un poco más de negocio con ellos a cambio”, ha indicado Trump, quien anhela un mayor equilibrio comercial en este sentido. “Estados Unidos y Japón están trabajando para mejorar sus relaciones económicas basadas en los principios de equidad y reciprocidad”, ha incidido Trump.

EEUU persigue una mayor penetración en los mercados cárnico y de trigo de Japón, que ha estado buscando, en el marco de estos sectores, productos originarios de otros países como Nueva Zelanda o Australia, a raíz del acuerdo transpacífico (TPP) que se rubricó en su día y del que se salió Estados Unidos. Por su parte, Japón estaría interesado en que se redujesen ciertos aranceles de cara a la entrada de productos propios en territorio norteamericano, sobre todo los relacionados con la industria de la automoción, uno de los puntos fuertes de la exportación japonesa.

Según cifras económicas oficiales de Japón, al término de 2018, el país asiático tuvo un superávit comercial con EEUU de 6,46 billones de yenes o, lo que es lo mismo, de 58.946 millones de dólares (52.655 millones de euros). Aunque ese balance positivo se redujo un 8,1% en relación con los números presentados en 2017.

En esta labor de acercamiento de posturas comerciales están trabajando dos figuras importantes por parte de ambos países: Toshimitsu Motegui, ministro de Revitalización Económica de Japón, y Robert Lightnizer, negociador comercial estadounidense.

Guerra comercial con China como trasfondo

Cabe reseñar que el gigante norteamericano es el segundo socio comercial de Japón, por detrás de China, y quiere consolidar esa posición, manteniendo así el tipo con la economía china. Precisamente, EEUU viene de una etapa de guerra comercial con el país presidido por Xi Jinping que dura desde el año pasado; ya en junio de 2018 Washington amenazó con imponer aranceles del 25% a productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares, con el objetivo de reducir el déficit comercial. A partir de ahí, ambas naciones se ‘dedicaron’ varios paquetes de aranceles mutuamente. EEUU elevó las tasas a los productos chinos por un valor de 250.000 millones de dólares y China respondió con aranceles a productos norteamericanos estimados en 110.000 millones de dólares. En diciembre de 2018 se alcanzó una tregua comercial para negociar, pero llegaron episodios como el de la batalla abierta con Huawei por las redes 5G, en la que varias empresas llegaron a cortar relaciones comerciales con la compañía de telefonía china.

A pesar de todo ello, no se pierden las esperanzas de que se alcance un punto de entendimiento entre las dos superpotencias. “Creo que en el futuro China y Estados Unidos tendrán un acuerdo comercial maravilloso”, ha señalado Trump desde Japón. Postura conciliadora que, de momento, no ha tenido buena respuesta por parte del fundador y director ejecutivo de Huawei, Ren Zhengfei, quien ha dejado clara su postura en una entrevista concedida a Bloomberg: “Incluso si EEUU quiere comprar nuestros productos en el futuro, es posible que no les venda. No hay necesidad de una negociación con Trump”.

En cualquier caso, desde China, al parecer, también se apuesta por el diálogo para ir acabando con las diferencias existentes. "Seguimos considerando que las divergencias entre los países deben ser resueltas mediante las consultas y las negociaciones", ha explicado Lu Kang, portavoz del Ministerio de Exteriores chino.