El Banco Central de Túnez prevé un crecimiento modesto para el país

Por Mohamed Sahli
Foto: Vista parcial de la capital tunecina. 
 
El crecimiento del Producto Interior Bruto  (PIB) en Túnez en 2014 será modesto. Según las previsiones del Banco Central de Túnez (BCT), el país magrebí crecerá 2,4% este año. El crecimiento en el segundo semestre fue de 2,1% frente a 3% en el mismo periodo del año pasado. El pasado mes de julio, el BCT hizo una previsión de crecimiento para este año de 3%.  Estos datos pueden parecer muy positivos para países europeos en crisis y con un crecimiento modesto, como España, o nulo, como  Francia. Pero para un país en vías de desarrollo como Túnez, crecer por debajo del 4% es insuficiente, según apuntan los expertos. La situación económica de Túnez es muy mala y condiciona la evolución de la transición democrática que se inició en el pequeño país norteafricano hace casi cuatro años. Quizá esto explique el alto nivel de abstención –en torno al 40%- en las elecciones generales que se celebraron recientemente en el país. Muchos tunecinos están cansados de sufrir problemas económicos y sociales y desconfían de los políticos para solucionar la situación. El pasado mes de agosto, el Banco Mundial (BM) alertó del bajo potencial de crecimiento de la economía tunecina y aseguró que la situación del país ha empeorado desde la caída, en 2011, del dictador Zine El Abidine Ben Ali. Según un estudio del BM, Túnez es un país “encerrado en un ciclo de políticas inadecuadas que impiden que la economía conozca un crecimiento duradero”. Para evitar el desastre económico, el Gobierno tunecino del tecnócrata Mehdi Jomaa puso en marcha una estrategia para captar inversiones foráneas de países desarrollados y emergentes. 
 
Conferencia internacional
La primera fase de la estrategia se llevó a cabo el pasado mes de septiembre, en la capital tunecina,  con la organización de una conferencia internacional de acreedores. El coloquio fue un éxito y contó con la presencia de una treintena de mandatarios políticos, empresarios, economistas y expertos occidentales, árabes y de países emergentes. Francia, la antigua potencia colonial de Túnez, estuvo representada por el primer ministro del país, Manuel Valls.  También acudieron a la cita tunecina representantes de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el BM, el Banco Africano de Desarrollo (BAfD) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI). El anfitrión del evento económico y financiero fue Mehdi Jomaa. “Hemos olvidado la economía, pero la economía no nos ha olvidado”, reconoció Jomaa antes los acreedores del mundo entero. Los economistas y expertos tunecinos y extranjeros creen que con un crecimiento débil Túnez no podrá resolver problemas socioeconómicos graves como el desempleo y combatir eficazmente las desigualdades. En este sentido, el BCT prevé que 2014 será un año malo para la industria manufacturera, que registrará una caída de 5,8%. En cambio, la agricultura y la pesca tendrán un crecimiento positivo en torno al 1% y el sector de servicios mercantiles, de 3,8%. España es uno de los principales inversores en Túnez y es también acreedor del país magrebí.
 
 

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