El capital extranjero y español acuden masivamente a Marruecos a pesar de la crisis europea

Redacción Atalayar
Marruecos es un país atractivo para las inversiones extranjeras a pesar de la grave crisis que vive la zona euro, especialmente los países del sur. El flujo de capital extranjero que llegó a Marruecos en 2013 fue de 20.000 millones de dirhams (unos 2.000 millones de euros), según anunció el ministro de Estado marroquí Abdellah Baha. Este proceso demuestra que el país norteafricano es un mercado atractivo para las multinacionales pero también las pequeñas y medianas empresas europeas y occidentales y de las zonas emergentes. Tanto es así que, como señaló Baha en el Foro de los Empresarios Árabes que se celebró esta semana en El Jadida, cerca de Casablanca, Marruecos “se convierte en el segundo destino de inversiones extranjeras en el continente africano”. El Foro de los Empresarios Árabes fue organizado por Convex International bajo el lema ‘Inversiones árabes en los países árabes’. Este foro es una oportunidad de encuentro entre los grandes hombres de negocios del mundo árabe, sobre todo de Oriente Medio, y tiene como objetivo buscar oportunidades de inversión en los diferentes países la región  y reforzar los lazos económicos entre ellos. En este contexto, cabe señalar que los países del Golfo Pérsico han incrementado notablemente su presencia económica en Marruecos. El ministro Abdellah Baha puso de manifiesto que  “Marruecos reforzó su posición en 2013 como destino atractivo de las inversiones extranjeras a pesar de las malas repercusiones de la crisis mundial sobre las economías de los países socios”. En la misma línea, Baha destacó: “Marruecos ha conseguido resultados positivos ganando 10 puestos en el informe publicado por el Banco Mundial, que compara el clima de negocios en 189 países”.
 
Marruecos ha abierto  sus puertas a las  inversiones españolas. España es el segundo inversor en Marruecos y el primer socio comercial. España  consiguió  desbancar a Francia del primer puesto como socio comercial con Marruecos en 2012. Los economistas y analistas políticos aseguran que España dio en plena crisis económica  un salto cualitativo en su relación con Marruecos. El proceso empezó hace años y se acentuó con la crisis económica. Muchas empresas grandes, pequeñas y medianas de sectores tan variados como la construcción, la obra pública, la energía eléctrica, las telecomunicaciones, la ingeniería, los bienes de equipo y el turismo tienen una presencia notable en Marruecos, porque es un país en pleno crecimiento donde las oportunidades para hacer negocios son considerables. Además,  es  políticamente estable y un buen trampolín económico de cara a otras zonas emergentes de África. En la actualidad, hay unas 1.000 firmas españolas, según fuentes comerciales hispanomarroquíes. Desde que empezó la crisis, en 2008, muchas empresas españolas han podido salvar su difícil situación porque se han internacionalizado, y Marruecos se ha convertido en uno de los grandes destinos de ese flujo inversor. A partir de Marruecos, esas empresas pueden dirigirse con mayor facilidad a mercados africanos que tienen un crecimiento importante, como Senegal, Costa de Marfil y Angola. Según fuentes de la Unión Europea (UE) en Rabat, “España intenta sacar provecho de la crisis. Los empresarios españoles, que no pueden crecer en su propio país, han visto que hay un mercado vecino [Marruecos] donde pueden ser competitivos. El agente económico siempre tiene que aprovecharse de las oportunidades que se le presentan. Los españoles lo han hecho bien”.
 
La crisis surgió en 2008, pero fue en 2010 cuando empezó la avalancha de inversiones españolas en Marruecos. La multinacional Inditex -el gigante del textil en el mundo que controla firmas como Zara, Maximo Dutti y Bershka- reforzó su presencia en Marruecos. Acciona, que es uno de los líderes europeos en infraestructuras, se embarcó en la construcción de una de las mayores centrales termosolares de África en Uarzazate (sur del país). Esta firma también conseguió contratos en el sector del tratamiento de aguas. Assignia, otro gran grupo español especializado en las infraestructuras, los servicios y las energías renovables, consiguió dos contratos de 87,5 millones de euros en el marco del proyecto del AVE marroquí. Otras empresas de obras públicas, como BSA Proyecta, cruzaron el charco y se instalaron en Marruecos con la vista puesta en África. También desembarcaron en el país norteafricano sociedades como Ecisa, especializada en los servicios, la promoción inmobiliaria y el medio ambiente. En la misma línea, cabe destacar las inversiones que han hecho en Marruecos empresas  como Grupo Mecanotubo, Cido Consult, Relats, SJL, Fluelec, Eigra y Ditema, que construyó un parque industrial, tecnológico y residencial cerca de la ciudad de Settat para dar cabida a un centenar de firmas españolas. Y en Tánger Med, el polo de desarrollo económico creado cerca de Tánger, muchas empresas españolas del sector de la automoción atraídas por la presencia de la multinacional francesa Renault,  se han instalado en esa zona o estudian dicha posibilidad. En el sector turístico, una firma como  Husa quiere construir una decena de nuevos hoteles de cuatro y cinco estrellas en Marraquech y Agadir.
 

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