El Consejo Militar de Transición convoca elecciones tras la sucesión de muertos en las protestas de Sudán

Raúl Redondo

Pie de foto: El general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del Consejo Militar gobernante de Sudán. Los militares anunciaron elecciones en 9 meses tras una jornada sangrienta que dejó al menos 30 muertos. AFP PHOTO / SAUDI ROYAL PALACE / BANDAR AL-JALOUD

El presidente del Consejo Militar de Transición de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, anunció la convocatoria de elecciones en un plazo de nueve meses, tras suspender el acuerdo de Gobierno que se había detallado en las últimas semanas con la oposición, aglutinada en la formación denominada Fuerzas de la Declaración de la Libertad y el Cambio, después del amplio número de muertos generado por la represión de las protestas opositoras contra el poder militar.

En la última intervención militar, el Ejército asaltó la concentración de la oposición que estaba dispuesta en la plaza situada enfrente del acuartelamiento militar de la capital sudanesa de Jartum; una ofensiva que dejó, al menos, 30 muertos y centenares de heridos entre las filas opositoras, según la información dispuesta por el Comité Central de Médicos. "Aumenta la cifra de mártires de la matanza de la comandancia general, perpetrada por la junta militar contra más de 30 mártires, con la dificultad de contabilizar la cifra efectiva de mártires porque las fuerzas de Apoyo Rápido y la Policía rodean los hospitales", indicó el propio Comité de Médicos en un comunicado en la red social Facebook. Los militares quisieron dar así una respuesta al desafío al poder por parte de la oposición. 

De esta forma, la frágil entente establecida entre el Consejo Militar de Transición y las Fuerzas de la Declaración de la Libertad y el Cambio estalló por los aires tras esta última agresión; lo que ha desembocado en la convocatoria electoral dictada por Al-Burhan, quien ‘comanda’ el país sudanés desde el derrocamiento del Ejecutivo de Omar al-Bashir el 11 de abril, el cual se dio a través de un golpe de Estado que puso fin a los 30 años de mandato del expresidente sudanés. Un calendario electoral que ha sido rechazado en principio por la oposición, ciñéndose así al plan de continuar con la desobediencia civil para ejercer presión contra los militarés, obligándoles así a que dejen el poder en manos civiles para un Gobierno de transición.

Pie de foto: Manifestantes derriban una pancarta con una foto del jefe del consejo de transición de Sudán, el teniente general Abdel Fattah al-Burhan y fotos de soldados sudaneses y manifestantes juntos. REUTERS/UMIT BEKTASA

Tras el asalto a los acampados frente al cuartel, Al-Burhan ordenó al fiscal general sudanés una investigación sobre lo ocurrido en esta ofensiva contra los opositores, que no pudieron aguantar más la situación política existente ante el Consejo Militar de Transición, al que acusaban de “golpista, traidor y asesino”.

Ambos bandos habían llegado a un pacto de gobierno sobre la estructura política nacional, el cual contemplaba el establecimiento de un Consejo Soberano, que sustituiría al Consejo Militar en el poder durante esta etapa transitoria tras la salida de Al-Bashir hasta la convocatoria de comicios y que estaría integrado por civiles y militares, destinados a dirigir el país durante tres años; y la posterior constitución de un Consejo Ministerial y un Parlamento vertebrado según el resultado electoral futuro. A pesar de este acuerdo, se acabaron rompiendo las negociaciones por las pretensiones militares de mantener a parte de la cúpula del Ejército en puestos de responsabilidad dentro de la estructura política de poder, algo que rechazaba la oposición, que pretendían un liderazgo íntegramente civil.

Pie de foto: Manifestantes sudaneses usan neumáticos quemados para levantar una barricada en una calle, exigiendo que el Consejo Militar de Transición del país entregue el poder a civiles, en Jartum, Sudán, el 3 de junio de 2019. REUTERS/STRING

Por su parte, Al-Burhan acusó a sus rivales de alargar las negociaciones y de apartar a la Junta Militar y otras fuerzas minoritarias con la intención de terminar conformando un sistema “totalitario”, al estilo del que poseía Omar al-Bashir. Así, las pretensiones del Consejo Militar son las de mantenerse en el poder en funciones durante este período transitorio hasta la convocatoria electoral, con el objetivo de “imponer la paz en el país y permitir las libertades”, según las propias palabras del jefe militar Al-Burhan.

Las Fuerzas Armadas justificaron el asalto a la acampada frente al cuartel de Jartum como un ataque contra “delincuentes” que estaban infiltrados entre los manifestantes opositores. Según Shamsaldín Kabashi, portavoz de la cúpula militar, los actos violentos se desencadenaron porque un grupo de "infractores" se había integrado en la acampada de protesta generando una situación de caos que obligó a intervenir a las fuerzas de seguridad. El Ejército ya había exigido previamente a los opositores disolverse para volver a la normalidad en el seno de la nación, pero estos optaron por mantener la protesta, que acabó finalmente en la actitud represora por parte de los soldados. 

Pie de foto: El lunes 3 de junio de 2019 se escucharon explosiones y disparos en la capital de Sudán, y las tropas bloquearon las carreteras en una maniobra contra un campamento donde los manifestantes han exigido que se ponga fin al régimen militar. Un periodista de Associated Press vio salir humo de la zona a primera hora del lunes y civiles detenidos. AP PHOTO

A pesar de este recrudecimiento de la situación, la oposición sí logró con su firme postura que se retirase de su puesto a varios cargos cercanos a la órbita de Al-Bashir, pero no cejaron en su empeño, hasta la intervención final, ya que continuaban exigiendo la entrada en el poder de una autoridad civil que sustituyese eventualmente a la Junta Militar establecida. 

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