El director de un diario cercano al islamista Benkirane es encarcelado por presunta violación

Paco Soto

Pie de foto: Taoufik Bouachrine, director del diario ‘Ajbar al Yaum’, encarcelado por presunta violación.

Es un asunto delicado, difícil de entender, con incógnitas. El director del diario ‘Ajbar al Yaum’, Taoufik Bouachrine, que fue detenido en febrero en la redacción del medio, fue acusado de cargos de violación, intento de violación, trata de seres humanos y abuso de poder, y encarcelado en la prisión de Aïn Borja, en Casablanca, donde, según sus abogados, no tiene derecho a escribir. El periodista, conocido por su proximidad ideológica al exsecretario general del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), Abdelilah Benkirane, permanecerá encarcelado al menos hasta el próximo 8 de marzo, cuando comparezca ante el juez. Bouachrine también es sospechoso, según la Fiscalía, de chantajear y explotar “la debilidad y precariedad de mujeres” para aprovecharse de ellas sexualmente.

Entre las presuntas víctimas del director del diario islamista hay una mujer embarazada. Puede ser una mera casualidad, pero el fiscal decidió que la fecha de comparecencia del periodista ante el juez fuera el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Siempre según la Fiscalía, durante la detención del director de ‘Ajbar al Yaum’, la Policía incautó 50 vídeos de naturaleza sexual grabados en un disco duro donde aparecen ocho presuntas víctimas.

Resulta que Bouachrine fue condenado, el pasado 12 de febrero, por el Tribunal de Apelaciones de Casablanca a pagar una multa que en moneda de la Unión Europea (UE) hubiera sido el equivalente de unos 40.000 euros a dos ministros: el de Agricultura y Pesca, Aziz Akhannouch, jefe del partido centrista Reagrupamiento Nacional Independiente (RNI); y el titular de Economía y Finanzas, Mohamed Boussaid. Ambos ministros acusaron al periodista de haberles difamado en un artículo, en otoño de 2015, en el que el detenido aseguraba que ambos responsables habían modificado la legislación para que el titular de Agricultura recibiera dinero de los Fondos de Desarrollo Rural.

Este dinero debió ser canalizado por el entonces primer ministro, Abdelilah Benkirane. “Es posible que Taoufik Bouachrine sea un delincuente sexual. En este caso, si la Justicia marroquí lo demuestra, su mejor lugar es la cárcel. El problema es que existen algunas incógnitas que hacen dudar sobre si no hay algo raro en este asunto, una especie de montaje político del poder para acabar con un periodista influyente del clan de Benkirane”, dice el politólogo Ahmed Alaoui. El politólogo, que quiere “evitar problemas con los jueces”, no acusa a nadie directamente, simplemente señala que “este caso no es claro como el agua de manantial. Marruecos no es Estados Unidos. En este país no se suelen utilizar con frecuencia los escándalos sexuales para hundir a un político o un periodista, pero siempre hay una primera vez”.

Pie de foto: Un grupo de manifestantes protesta en enero pasado delante de un tribunal, en Rabat, contra el procesamiento de cuatro periodistas/Getty Images-Jalal Morchidi/Anadolu Agency.

Además, se da la circunstancia de que en Marruecos, en los últimos meses, varios periodistas marroquíes han sido detenidos y encarcelados y algunos profesionales extranjeros –dos de ellos españoles-, expulsados del país. Algunas ONGs han denunciado “el retroceso de la libertad de expresión y prensa en Marruecos”.

El exhombre fuerte del PJD cae del pedestal

Hay que tener en cuenta que el diario islamista y la web ‘Alyaoum24’ seguirán abiertos a sus lectores. El diario escrito es el cuarto medio en difusión en Marruecos. Benkirane se cayó del pedestal. El Rey Mohamed VI lo destituyó del cargo de primer ministro en funciones el año pasado, aunque hubiera ganado las elecciones generales, porque fue incapaz de formar un ejecutivo de coalición con la derecha, el centro y la izquierda moderada.

Después, en el Octavo Congreso Ordinario del PJD, el pasado mes de diciembre, Benkirane fue derrotado por sus adversarios dentro del partido y no pudo renovar por tercera vez consecutiva su función de secretario general. Fue elegido secretario general el actual jefe del Gobierno nombrado por el Rey, Saad Eddine El Othmani. Benkirane se hundió, y lleva dos meses atacando a sus principales adversarios en el PJD y los partidos que gobiernan con los islamistas. Pero Benkirane no ha desaparecido completamente de la vida pública, y sigue teniendo apoyos políticos, sociales y mediáticos.

Error de cálculo

Dicho esto, que nadie piense erróneamente que el periodista Taoufik Bouachrine tiene mucha fuerza y poder ante el Gobierno. Aunque sea un ‘hombre de Benkirane’ en los medios, se enfrenta a poderosos ministros como el multimillonario y hombre de negocios en el sector petrolero Aziz Akhannouch. La revista ‘Forbes’ lo eligió como tercera fortuna de Marruecos, por detrás del monarca y del banquero Omar Benjelloun.

Pie de foto: El polémico abogado Mohamed Ziane.

En fin, sea o no sea un delincuente sexual, Taoufik Bouachrine es un personaje molesto para ciertos sectores del poder económico. Un periodista de su diario asegura “que la Justicia, que obedece al poder político, quiere destruir a nuestro compañero”. En este sentido, sus abogados denuncian que “en prisión, Taoufik Bouachrine está privado de escribir”. En una rueda de prensa en Rabat, los letrados que llevan a cabo la defensa de Bouachrine contaron que “hemos detectado irregularidades en este proceso”. Según un abogado, “nadie ha podido demostrar que nuestro cliente haya sido detenido cometiendo un delito.

Además, la defensa no ha tenido acceso a los 50 vídeos, y la Policía entró en el periódico e incautó material supuestamente delictivo sin autorización judicial”. La defensa no entiende por qué motivos el periodista “no puede salir de la celda, y no le han autorizado ni a tener un bolígrafo, un lápiz y unas cuartillas de papel para poder escribir”. El Sindicato Nacional de la Prensa (SNP) hace preguntas parecidas. Otros medios y partidos prefieren callar.

Declaraciones antisemitas

El caso se complicó aún más hace unos días, cuando Mohamed Ziane, polémico abogado y exministro del Rey Hasan II, manifestó de manera irresponsable que detrás de la detención de Taoufik Bouachrine él ve “la mano de un judío”. Ziane declaró en sede policial, en Casablanca, que “este asunto no es de orden moral sino político. Un judío lo ha propuesto [se supone que a la Justicia]”.

En principio, para debilitar el Gobierno y el PJD. Las declaraciones de Ziane no crearon gran polémica esta vez, quizá porque los sectores políticos, judiciales y periodísticos que lo conocen bien saben que es un provocador que vive del escándalo y de los juicios politizados. Busca notoriedad, y lo mismo le vale el antisemitismo que apoyar a los líderes del ‘Hirak’ (movimiento de protesta) del Rif.

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