El enviado especial de EEUU en Siria llega a Ankara para tratar la creación de la zona de seguridad con Turquía

Javier García Gómez

Pie de foto: El representante especial de Estados Unidos para el Compromiso con Siria, James Franklin Jeffrey. PHOTO/TOBIAS HASE

El enviado especial para Siria de Estados Unidos (EEUU), James Jeffrey, ha llegado este lunes a la capital del país euroasiático para tratar con las autoridades turcas acerca de la creación de una zona de seguridad en el norte de Siria, región fronteriza con Turquía, según ha comunicado la emisora NTV. Durante los dos días de visita, está previsto que Jeffrey se reúna con funcionarios del Ministerio de Exteriores y Defensa del país.

Como ha recogido un comunicado del enviado estadounidense, las reuniones se centrarán, además de la creación de la zona segura, en “promover temas de interés mutuo en Siria, abordar las preocupaciones legítimas de seguridad turcas, la implementación de las resoluciones del conflicto sirio” y los “esfuerzos continuos para garantizar la derrota de Daesh”.

Turquía y EEUU llevan meses negociando el establecimiento de la zona de seguridad a lo largo de la frontera sur del país euroasiático con Siria. Parte del Gobierno turco exige la retirada de milicias kurdas como las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en inglés) que están asentadas en el norte de Siria e Irak. Estos grupos, que cuentan con el apoyo de EEUU, jugaron un papel importante en la lucha contra Daesh, y es por eso que el país americano no quiere que estos aliados resulten dañados en la ofensiva. Sin embargo, el YPG y otras milicias kurdas son consideradas por el Gobierno turco como organizaciones terroristas, por lo que el Estado otomano guarda una política muy agresiva contra ellas. Incluso, la semana pasada Turquía llegó a entrar en suelo iraquí para bombardear bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como respuesta al asesinato de un diplomático turco en el norte de Irak que Ankara atribuyó a este grupo.

Pie de foto: El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu. REUTERS/INTS KALNINS

De hecho, antes de las reuniones realizadas hoy con el enviado estadounidense, el Gobierno de Turquía ha afirmado que entrará en el noroeste de Siria mediante una operación militar si fracasan los planes de establecimiento de la zona segura, según ha afirmado el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, a la agencia Reuters. "Si no establecemos una zona segura y si persisten las amenazas contra nuestro país, no nos quedará más remedio que lanzar una operación en el este del Éufrates", decía Cavusoglu. No obstante, el ministro, en una entrevista en TGRT Harber, comentó estar esperanzando en llegar a un pacto con el Gobierno estadounidense en estos días de visita oficial: “Esperamos poder llegar a un acuerdo pronto en este tema. Ahora se necesitan pasos concretos”. Mientras que Ankara pretende tener un control del terreno de 40 kilómetros de profundidad y la destrucción de las bases de las YPG, EEUU prefiere un control de 10 kilómetros y sin que haya un despliegue permanente de tropas turcas.

Pie de foto: Un avión de carga militar ruso que transporta el sistema de defensa con misiles S-400 desde Rusia hasta la base aérea militar de Murted (también conocida como base aérea militar Akincilar), en Ankara. AFP PHOTO / TURKISH DEFENCE MINISTRY

La visita del representante de EEUU coincide con una etapa de tensión entre los dos países miembros de la OTAN debido a que Turquía compró un sistema de antimisiles S-400 ruso, pese a las advertencias estadounidenses que incluían sanciones. EEUU alegó que el sistema ruso no es compatible con los sistemas de la OTAN. Las relaciones entre los dos países han llegado a su punto más bajo cuando el pasado miércoles Washington anunciaba la suspensión de Turquía del programa de venta de cazas F-35 como respuesta a la compra efectiva de los misiles rusos el viernes anterior, hecho que Ankara llegó a describir como “daño irreparable” en sus relaciones. Esto ha supuesto un golpe duro al sistema transatlántico, ya cuestionado por la administración de Donald Trump. Turquía, por su parte, mira con temor los efectos de futuras sanciones estadounidenses en su economía, actualmente en crisis.

La semana pasada Turquía ya desplegó militares en su frontera con Siria entorno a la ciudad estratégica de Tal Abyad, controlada por la milicia kurdo-siria YPG. EEUU ha estado siguiendo de cerca estos movimientos turcos en la frontera con el uso de drones y compartiendo información con los grupos kurdos, según recogía el medio Arti Gerçek, citando fuentes locales sirias. Además, se ha conocido que el jefe del Comando Central de EEUU, el general Kenneth McKenzie, se reunió con líderes kurdos el pasado viernes para tratar la situación tras la derrota territorial de Daesh. Entre los asuntos de la reunión se trataron la zona de seguridad propuesta y la situación de los yihadistas, como así lo ha recogido la agencia EFE.

Pie de foto: En esta foto tomada con un avión teledirigido, miembros de la defensa civil siria, conocidos como los Cascos Blancos, utilizan una excavadora para buscar víctimas bajo los escombros tras un supuesto ataque aéreo ruso contra Maaret al-Numan en la provincia siria de Idlib, al noroeste de Siria, el 22 de julio de 2019. AFP/OMAR HAJ KADOUR

Continúan los bombardeos en el norte de Siria

Al menos 19 personas han muerto y 45 han sido heridas este lunes debido a los bombardeos rusos en un mercado en Idlib, en el norte de Siria. 16 de ellas eran civiles y tres aún no se han podido identificar, según informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Varios de los heridos siguen en estado grave, por lo que el número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas.

El ataque perpetrado por cazas de aviación rusa y del Gobierno sirio comenzaron por la mañana. Forman parte de una ofensiva militar no declarada de Damasco y Moscú, que lleva golpeando los pasados meses el norte de Siria casi a diario con la intención de recuperar Idlib definitivamente. Los asaltos han dejado 711 personas fallecidas desde el pasado 30 de abril, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Pie de foto: Dieciséis civiles murieron entre las 19 personas que perdieron la vida, y al menos otras 45 resultaron heridas, en el ataque aéreo que asoló "un mercado mayorista de verduras en la ciudad de Maaret al-Numan", según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. AFP/ABDULAZIZ KETAZ

En esta región desmilitarizada de Idlib rige un acuerdo entre Rusia y Turquía con el fin de crear un corredor humanitario en el que las tropas leales a Bachar al-Asad y los grupos opositores y yihadistas debían retirarse. Las rupturas del cese al fuego no han parado de sucederse desde la firma del acuerdo y esto llevó al Gobierno sirio a comenzar la ofensiva con el fin de acabar con “grupos terroristas”, con la que lleva recuperando distintas poblaciones. Esta ofensiva ha causado el desplazamiento de miles de personas y la Comisión de la ONU que documenta los crímenes en la guerra civil en Siria advirtió sobre la catástrofe humanitaria que supondría un conflicto abierto.

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