El Estado Islámico prepara atentados en los metros de Estados Unidos y Francia

Por Jean-Claude Dufour y Ahmed Brahim
Foto: Un grupo de militares patrullan en el metro de París.
 
Los camaradas de armas de los asesinos del turista francés Hervé Gourdel, que fue secuestrado el pasado domingo en la Cabilia argelina y ejecutado tres días después por un grupo vinculado al Estado Islámico,  son insaciables. Después de haber sembrado el dolor en Argelia, un país que sufrió profundamente el terrorismo en los años 90 del siglo pasado, los yihadistas del EI estarían preparando atentados en los metros de Estados Unidos y Francia. Es lo que aseguran medios estadounidenses citando al primer ministro iraquí, Haider al Abadi. Tanto la Casa Blanca como el Elíseo negaron tener conocimiento de tal amenaza. Irak  recibió información de los servicios secretos “creíble” de que milicianos del Estado Islámico planean lanzar ataques contra los  metros en París y en Estados Unidos. “Hoy, mientras estoy aquí, estoy recibiendo informes precisos de Bagdad donde ha habido el arresto de varios elementos y hay redes planeando desde dentro de Irak perpetrar ataques”, afirmó el primer ministro iraquí. Francia ha aumentado la vigilancia en los lugares públicos y en los transportes por las amenazas anteriores proferidas por el yihadismo combatiente, pero las medidas todavía no han  alcanzado su nivel máximo. Estas amenazas yihadistas se supieron   mientras Londres hizo saber que se uniría a la colación internacional liderada por Washington para  atacar posiciones del EI en Irak y París no descartó intervenir militarmente en Siria. Este jueves pasado, el presidente francés, François Hollande, convocó un Consejo de Defensa en el Elíseo en el que aseguró que Francia mantendrá su operativo en Irak. Lo que aún está en el aire es si ampliará su acción militar a Siria. El Consejo también abordó el asesinato de Gourdel. “Francia no cederá jamás, no se deja intimidar, se lo debemos a nuestro compatriota que ha sido asesinado”, declaró  el primer ministro, Manuel Valls. Además, miles de musulmanes convocaron marchas en varias ciudades europeas como gesto de repulsa contra los crímenes y el terrorismo del Estado Islámico.
 
Un duro golpe
En este contexto de extremo nerviosismo y gran preocupación en Francia y otros países europeos, la coalición internacional  asestó un golpe a las finanzas de los yihadistas en Siria. Varias refinerías de petróleo en manos del EI fueron blanco de los ataques en “zonas remotas” del este de Siria. El crudo y las refinerías que controla son las principales fuentes de ingresos de la organización yihadista. Desde hace tres días, la coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardea las posiciones yihadistas en Siria. Y sobre el terreno, continúan los intensos combates entre yihadistas y fuerzas kurdas en los alrededores de la estratégica ciudad de Kobani, en el norte del país árabe. Los terroristas del EI se han visto obligados a retroceder. Ahora se encuentran a unos 10 kilómetros de Kobani. Por otra parte, la ministra de Defensa alemana, Ursula Gertrud von der Leyen,  aterrizó en la capital del Kurdistán iraquí junto al primer cargamento de armas para los ‘peshmergas’ (combatientes kurdos), que luchan contra el EI. Berlín fue uno de los primeros países que se comprometió con la lucha contra el grupo yihadista y con la minoría kurda. “Estamos participando con el envío de ayuda y con el transporte aéreo pero sabemos que no es suficiente. Se necesita mucho más para salvar a estas personas, decenas de miles de personas confinadas en un espacio tan pequeño y más de un millón en toda la región durante el invierno”, señaló  von der Leyen. La ministra alemana visitó un campo de refugiados para conocer las duras condiciones en las que viven los desplazados iraquíes. Además de las armas, Alemania entregará material médico, mantas y equipamiento de emergencia para que los refugiados puedan soportar el crudo invierno en una zona muy fría.
 
Homenaje a Gourdel
En Tizi Ouzou, capital de la Gran Cabilia,  centenares de personas rindieron un homenaje al ciudadano francés Hervé Gourdel. El dolor y la cólera recorrieron la ciudad, que hace unos años era el templo de las reivindicaciones sociales, culturales,  políticas y económicas del movimiento berberista cabila. Los ciudadanos que salieron a la calle con velas, fotos de Hervé Gourdel y pancartas y se concentraron delante de la universidad, quisieron expresar su indignación y su oposición al terrorismo. “Es una concentración de condena ante este crimen odioso. Toda la Cabilia lo condena firmemente”, declaró a los medios Hasan Cherifi, uno de los organizadores de la manifestación. Muchos ciudadanos de la Cabilia argelina están preocupados, porque detestan a los yihadistas y quieren vivir en paz. “No queremos que la gente de otros países se piense que somos terroristas. Somos gente normal, queremos estudiar, trabajar y estar a la altura de otros países”, manifestó una joven indignada por el asesinato de Gourdel. El Parlamento regional difundió un comunicado condenando el crimen. Hocine Haroun, presidente de la Asamblea Popular de Wilaya de Tizi Ouzou (Parlamento regional), dijo a la emisora francesa RFI que “el terrorismo es un asunto de todos, en Argelia hace años que lo sufrimos”. Las fuerzas de seguridad siguen interrogando a los cuatro argelinos que acompañaban a Gourdel cuando fue secuestrado por los yihadistas.

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