El fútbol como inversión, algo más que un simple espectáculo

Ignacio Gallego/CapitalMadrid.com

Pie de foto: Un ín­dice agrupa a 22 de los equipos de fútbol más re­le­vantes del con­ti­nente. Convertido en una al­ter­na­tiva para los in­ver­sores en Bolsa, ge­nera pa­siones en los mer­cados

¿Qué tienen que ver Dzeko, Higuaín, Dybala o Negredo con la in­ver­sión? Pues mucho más de lo que pueden pensar al­gunos afi­cio­nados a este de­porte. Porque con sus goles ayu­darán a que los in­ver­sores de todo el mundo ren­ta­bi­lizen sus aho­rros con ma­yores ga­ran­tías de éxito. No en vano, estos ju­ga­dores son al­gunos de los que están in­te­grados en los clubes de fútbol que co­tizan en el STOXX Europe Football.

Está compuesto por 22 clubes representativos de algunas de las ligas más importantes del viejo continente: alemanes, italianos, franceses, turcos o portugueses. Tan renombrados y con muchos títulos en sus vitrinas como Betsikas, Juventus, Roma. Oporto o Borussia Dortmund. Un largo camino desde que uno de los históricos de la liga inglesa, Tottenham Hotspur, decidiese salir al parqué en la década de los ochenta. Tal es su relevancia en el fútbol continental que el 25 % de los integrantes del STOXX Europe Football estarán presentes en la siguiente fase de la Champions League.

El fútbol español no entra en bolsa

Este índice representa con gran amplitud la posición que aporta la industria del fútbol europeo a la renta variable en estos momentos. Pero con una relevante excepción y es la falta de representación por parte de una de las ligas más competitivas del mundo como es la española. A pesar de que en la lista Forbes aparecen Real Madrid y Barcelona como algunos de los equipos más ricos del planeta, ninguno de ellos ha decidido dar el salto a bolsa.

Todo parecía encauzado con la puesta en marcha de las Sociedades Anónimas Deportivas, pero al final no ocurrió. Entre otras razones por la concentración inversora en muy pocas manos. Aunque no puede descartarse un cambio de tendencia en un futuro no muy lejano y sea normal que, por ejemplo, Real Sociedad o Villarreal, estén cotizando en los mercados de renta variable.

Rezagado con respecto a otros índices

Un denominador común del Europe Football es su divergencia a medio y largo plazo con respeto a los principales índices del viejo continente. Porque mientras el Eurostoxx 50 se ha apreciado durante los últimos cinco años en torno al 43 %, el indicador ligado a este deporte lo ha hecho en un 27 %. Es decir, dieciséis puntos porcentuales menos de beneficios que no han recogido los inversores. No obstante, en el corto plazo estos parámetros se han acortado sensiblemente y han mostrado una mayor aproximación, con una separación de tan solo tres puntos porcentuales. Con alzas en 2017 del 10 % y 13 %, respectivamente.

Estos datos sobre su cotización ponen de manifiesto que el STOXX Europe Football ha sido el menos receptivo para recoger el excelente escenario que ha presentado la bolsa en el periodo comprendido entre 2013 y 2017. Hasta el punto de ser unos de los indicadores que menos se han apreciado en este periodo. Contando con una importante corrección en sus precios desde el pasado mes de septiembre, en donde cotizó a sus niveles máximos del año, para posteriormente girar ligeramente a la baja.

Un indicador con sus propias normas

Otro aspecto a tener en cuenta es que los valores integrantes de este índice bursátil se rigen bajo las mismas condiciones que las compañías cotizadas en renta variable. Pero con unas diferencias muy precisas que las caracteriza del resto. En donde la cotización de sus títulos se desarrolla bajo otras constantes completamente distintas.

¿Cuáles son las variables que mueven al alza y a la baja las acciones de cada club, y por consiguiente, éste índice bursátil? Principalmente los resultados deportivos y en especial la consecución de títulos deportivos. Los fichajes de grandes estrellas es el detonante para que sus acciones puedan apreciarse notablemente y en muy poco tiempo. También otros factores menos relacionados con la actividad deportiva, como por ejemplo su gestión económica o los derechos televisivos o de imagen.

Una diferencia que presenta el sector es la menor liquidez de sus acciones. Desde este escenario, no es de extrañar que sea más complicado ajustar los precios de compra y venta. Por otra parte, para tomar posiciones en alguno de estos valores tan especiales de la bolsa europea no hace falta abrir una cuenta de valores en el extranjero. Sino que, por el contrario, puede formalizarse desde el banco con el que se opera regularmente. Aunque con unas comisiones más expansivas como consecuencia de constituirse en activos financieros que cotizan en los mercados internacionales. Con unas tarifas que oscilan entre 20 y 40 euros por cada operación, en las que se incluye corretaje y gastos de mercado.

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