El influyente empresario Slim Othmani defiende la internacionalización de la Bolsa de Argel

Redacción Atalayar
La Bolsa de Argel tiene que abrirse a los grandes inversores extranjeros y dejar de ser un coto cerrado al dinero foráneo. La petición la hizo el empresario Slim Othmani, un hombre de negocios influyente en Argelia que preside la Nueva Conservera Argelina (NCA Rouiba). Esta empresa es líder en la producción de zumos de fruta en Argelia y su volumen de negocios supera los 65 millones de euros. En el Magreb, Túnez y  Marruecos son el mercado natural de la empresa. Othmani, de 58 años, es un empresario dinámico y comprometido con la evolución política y económica de Argelia. Abandonó las filas del Foro de Jefes de Empresas (FCE) –la gran patronal argelina-, porque no estaba de acuerdo con el apoyo que esta entidad expresó a la candidatura de Abdelaziz Buteflika a la presidencia de la república por cuarta vez consecutiva. Othmani dirige el think tank Care (Club de Acción y de Reflexión sobre la Empresa), y no suele tener pelos en la lengua. En una entrevista con la revista ‘Le Point Afrique’, declaró: “Soy partidario de la apertura de mi país. Cuidado, esto no significa vender Argelia, sino acelerar el proceso de diversificación de su economía, porque es una necesidad vital para su futuro”. En el marco de su militancia a favor de la internacionalización de la economía argelina, el dueño de NCA Rouiba consideró un error por parte de las autoridades no abrir la Bolsa de Argel al capital extranjero e incluso a inversores nacionales de sectores como la banca y los seguros. Según el presidente del consejo de administración de NCA Rouiba, la Bolsa de Argel tiene “un problema de funcionamiento”. Culpó de esta situación al Estado y a los “intermediarios en operaciones bursátiles”. 
 
El financiero  Omar Berkuk defendió la misma tesis en una entrevista con la emisora ‘Radio M-Maghreb Emergent’. Una de las mayores consecuencias negativas de esta situación es que la Bolsa de Argel, según denuncian diversos especialistas, es una de las  más débiles en el conjunto del Magreb y mundial. El empresario Slim Othmani está convencido de que la apertura de la Bolsa de Argel a los inversores extranjeros sería un paso a favor de la liberalización de la economía argelina, que  hoy por hoy adolece de un exceso de control estatal. En el ámbito estrictamente empresarial, Othmani dijo que quiere convertir a su compañía “en el líder de las bebidas no alcohólicas en el Magreb”. Los números juegan a favor del patrón de NCA Rouiba. En Argelia, la compañía controla el 60% de la producción de zumos de fruta, y el objetivo es, según Othmani, “consolidar esta posición dominante”. La exportación también es una de las facetas de la compañía que ha mejorando. 
 
Argelia creará próximamente un 'cluster' (grupo de empresas que trabajan en un  mismo sector industrial) destinado a promover la innovación y la competitividad de las compañías del sector agroalimentario, según anunció el diario argelino ‘Liberté’. Esta agrupación de empresas estará formada por organismos de investigación de la agronomía, empresas del sector agrícola y agroalimentario e instituciones públicas. El proyecto tiene como objetivo reforzar los procesos de innovación, mejorar la transmisión de conocimientos y estimular la competitividad de las industrias agroalimentaria y del agua. Según expertos españoles, España, que es una potencia europea en el sector agroalimentario, podría desempeñar un papel relevante en Argelia. El sector agroalimentario y pesquero español representa el 16,2% del total de exportaciones. El número de empresas alimentarias exportadoras españolas se  elevó un 7,6% en 2013, hasta las 17.292, según el informe anual 2013 de comercio exterior agroalimentario y pesquero del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Las exportaciones a Argelia crecieron el 4% y a Marruecos el 2%.
 
 
 

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