El marco regulatorio eléctrico obliga a Gas Natural a apostar fuerte por el negocio exterior

Julián González/CapitalMadrid.com

Pie de foto: Rafael Vilaseca, CEO de Gas Natural Fenosa mantiene su ob­je­tivo de re­tri­buir al ac­cio­nista con un euro por ac­ción. La com­pañía apro­bará en fe­brero un nuevo plan es­tra­té­gico cen­trado en po­ten­ciar la ac­ti­vidad in­ter­na­cional.

En Gas Natural Fenosa están de­ci­di­da­mente dis­puestos a apostar por el ne­gocio ex­te­rior. El nuevo plan es­tra­té­gico que pre­paran para fe­brero de 2018 pró­ximo es­tará cen­trado en una gran parte en po­ten­ciar la ac­ti­vidad in­ter­na­cio­nal. La re­gu­la­ción eléc­trica es­pañola y los cam­bios cons­tantes en la po­lí­tica ener­gé­tica obligan a la eléc­trica a se­guir el mismo ca­mino de otras em­presas que, desde hace un tiempo, han cen­trado su es­tra­tegia en abrir mer­cados fuera de España.

El consejero delegado Rafael Villaseca viene reclamando insistentemente al Gobierno -igual que el resto de las eléctricas- un nuevo marco regulatorio del mercado que acabe con las inconsistencias que hay respecto a Europa y refleje la situación real del mercado eléctrico y gasista. El precio español del pool eléctrico es de los más bajos de Europa y, en cambio, los impuestos que soporta facilitan la importación de electricidad de Francia y Portugal. La eléctrica y gasista coincide en que más de la mitad del recibo son impuestos y el 40% de la electricidad que va al pool está subvencionada.

Esta circunstancia y el expediente que la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha abierto a la eléctrica y gasista, junto a Endesa, por posible alteración de precios en la oferta de mercado de generación entre octubre de 2016 y enero de 2017, han acelerado más si cabe la intención de sus directivos para redirigir el tiro a otros mercados energéticos.

No quiere decir que Gas Natural Fenosa vaya a reducir su negocio en España pero sí internacionalizar más la compañía. La empresa logró en la última subasta de renovables 250 megavatios fotovoltaicos y en la anterior había conseguido otros 667 megavatios eólicos, lo que demuestra que sigue apostando por el mercado interno, pero cada vez se está expandiendo más hacia el exterior.

Uno de los países más potenciales es México. La comisión reguladora de Energía acaba de conceder a Gas Natural México dos nuevos permisos de distribución de gas natural en los estados de Campeche y Yucatán. Con estas dos nuevas concesiones, la compañía abastecerá a un mercado de 513.000 nuevos usuarios potenciales en el sureste mexicano, adicionales a los 7,6 millones de clientes potenciales que conforman las zonas geográficas donde ya tiene presencia y concesiones. Además, cuenta con cuatro centrales de ciclo combinado y un parque eólico, que suman en total una capacidad instalada de 2.429 megavatios.

Inseguridad jurídica en el marco regulatorio

A igual que Iberdrola, sus ejecutivos detectan en el actual marco regulatorio eléctrico español cierto grado de inseguridad jurídica, “sin que se respete -afirman-, la economía de mercado”. Desde enero de 2014, la compañía viene reclamando reiteradamente a la propia CNMC que ejerza sus competencias y que investigue el mal funcionamiento del mercado eléctrico. En su opinión, “se ha convertido en muy volátil”, debido básicamente a las sucesivas decisiones de regulación y de política energética.

Rafael Villaseca, señaló en la última junta de accionistas que había llegado el momento de analizar el problema y que sería una “buena ocasión para que todo funcione”. “Tenemos una diferencia de 10 euros por precio en megavatio hora respecto a Francia y Portugal, lo que nos hace ser menos competitivos frente a otras compañías”, remachó. Volvió a comentar que el precio español del pool eléctrico es de los más bajos de Europa -similar al de Alemania- y, en cambio, con los impuestos, supera a muchos de la Unión Europea.

Nuevo plan estratégico

La multinacional está revisando el plan estratégico actual que tiene de vigencia hasta 2020 pero en el que quiere introducir ciertos retoques tras las dos desinversiones que ha realizado. La empresa ha vendido el 20% de su negocio de distribución de gas en España al consorcio formado por Allianz y CPPIB por 1.500 millones de euros y los activos que tiene en Italia a 2iRete Gas y Edison por otros 1.020 millones de euros.

Los analistas y la banca de inversión esperan que, con estas dos operaciones, la empresa recupere valor en bolsa y se mantenga la retribución al accionista. El objetivo de los títulos en Bolsa está en torno a los 20 euros, con un potencial hasta los 20,5 euros, frente a los 19,20 euros que cotiza actualmente. La junta de accionistas de abril pasado aprobó una retribución de un euro por acción con cargo al ejercicio 2016, lo que supone un desembolso de 1.001 millones, un pay out del 74,3% y una rentabilidad por dividendos del 5,6%.

Los resultados del tercer trimestre no fueron nada buenos pues el beneficio cayó un 14,7% -ganó hasta septiembre 793 millones-, debido a la baja hidraulicidad en España y lo desastres naturales producidos en Chile y México. Aun así, la compañía mantiene su previsión de alcanzar un beneficio neto anual de entre 1.300-1.400 millones de euros.

El actual plan estratégico de la empresa hasta 2020, contempla unas inversiones de 14.000 millones de euros, y otros 7.000 millones a reparto de dividendo, lo que supone colocar el pay out en el 70%.

En cuanto a la deuda, su ratio de endeudamiento ha bajado al 44,8%, desde el 45,8% de 2015, mientras que su deuda financiera neta/ebitda fue de 3,1 veces frente a 3 veces en 2015. La deuda neta financiera se sitúa en unos 15.420 millones. El 94,6% tiene un vencimiento a largo plazo y la vida media se coloca en 5,2 años. La disponibilidad de liquidez asciende a 10.061 millones.

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