El musulmán Mahamat Kamoun tendrá que liderar la transición hacia la paz en la República Centroafricana

Por Lorenzo Medina 
Foto: Los rebeldes de Seleka no aceptan al nuevo primer ministro centroafricano, Mahamat Kamoun, aunque sea musulmán.  
 
El nuevo primer ministro del Gobierno de la  República Centroafricana, el musulmán Mahamat Kamoun, que no era ni el candidato de las fuerzas políticas ni el de Francia, es un hombre de confianza de la presidenta de transición del país, Catherine Samba-Panza. El país, que es uno de los más pobres de África, está dividido entre cristianos y musulmanes. La presidenta asegura que cumple una función de unión entre las dos comunidades enfrentadas y el nuevo primer ministro se presentó ante la opinión pública local como un “unificador”, aunque sea de confesión musulmana. En declaraciones a la emisora de radio francesa ‘RFI’, Kamoun se definió como “un hombre de Estado abierto” y partidario de “la reconciliación” entre las diversas facciones armadas en conflicto. El exmiembro de la coalición Seleka, enfrentada a los anti-balaka, manifestó que “es un periodo difícil para nuestro país. Pero todos los centroafricanos, el Gobierno y la comunidad internacional vamos a obrar a favor de la paz”. Al día siguiente del nombramiento del nuevo primer ministro, el portavoz de Seleka, Abu Mal Mal Hissene,  anunció que su movimiento no participaría en el Gobierno de Bangui. Era una de las condiciones del acuerdo del alto el fuego entre grupos rivales firmado hace dos semanas en Brazzaville (República del Congo). Cuando dimitió el primer ministro André Nzapayeké, la presidenta prometió un nuevo ejecutivo de “amplia apertura”. Abu Mal Mal Hissene consideró que “la presidenta de transición no ha tenido en cuenta las opiniones de Seleka, que controla la mayor parte” del país. Además, afirmó que Kamoun, que fue un político fiel al antiguo presidente François Bozizé, y después se puso al servicio de Seleka, no es de fiar. Kamoun, especialista en finanzas, tendrá que liderar la transición centroafricana hacia un escenario de paz y libertad, pero no lo tendrá fácil, porque no genera confianza ni consenso en un país ensangrentado por conflictos intercomunitarios. A pesar del alto el fuego, la excoalición Seleka y los anti-balaka se miran de reojo y en cualquier momento puede estallar de nuevo la violencia.  
 
Político controvertido 
André Nzapayeké aceptó su destitución, porque no tuvo más remedio, pero se negó a retomar su puesto como vicepresidente del Banco de Desarrollo de los Estados de África Central. Además, exigió ser nombrado embajador en Pretoria (Sudáfrica) y lo consiguió. Algunos observadores políticos creen que Nzapayeké hizo todo lo posible por boicotear los acuerdos de Brazzaville. Mahamat Kamoun es un hombre políticamente preparado para gobernar, pero esta condición no es suficiente en estos momentos en la República Centroafricana. Además, Kamoun es un político controvertido. Nacido el 13 de noviembre de 1961 en Ndelé (extremo norte del país), Kamoun pertenece a la familia del sultán de la región y a la etnia Runga. Estudió Económicas en Bangui, Abiyán (Costa de Marfil) y París y desempeñó diversas funciones en instituciones financieras en su país. Es una persona muy cercana a la presidenta Samba-Panza y, según sus adversarios, un partidario del nepotismo. Mantuvo una relación conflictiva con la excoalición Seleka. Los rebeldes le acusaron de ser un político muy sensible a los poderosos intereses de Francia en la República Centroafricana, aunque él  siempre lo negó. Fue acusado de malversación de fondos en varias ocasiones cuando era director del Tesoro del expresidente Bozizé, y a punto estuvo de ser detenido. Sus detractores aseguran que se quedó con parte de los 10 millones de dólares de un préstamo acordado a Angola.

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