El presidente de Mali encarga gobierno al ministro saliente de Finanzas

EFE/Atalayar

Pie de foto: EL ministro saliente de Economía y Finanzas de Malí, Boubou Cisse, ha sido nombrado primer ministro para formar un nuevo gobierno de "base amplia", según una declaración oficial de la presidencia. REUTERS/JOE PENNEY

El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, ha designado como nuevo primer ministro a Boubou Cisse, al que encargó la formación de un nuevo gobierno en las próximas horas. El presidente ha encargado a Cisse que abra consultas con los partidos de la mayoría y de la oposición y que forme un gobierno "de amplia apertura". Ese nuevo gabinete debe "sumar energías para el desarrollo del país y el bienestar de su población", según un comunicado de la Presidencia maliense.

Cisse, ministro de Finanzas en el Ejecutivo saliente, sustituye así a Soumeylou Boubeye Maiga, quien el pasado jueves por la noche presentó su dimisión y la de todo su gabinete solo horas antes de que la Asamblea Nacional (parlamento) presentara una moción de censura que tenía visos de prosperar. Este es el sexto primer ministro en Mali desde septiembre de 2013, lo que da una idea de la inestabilidad política del país, aquejado de una violencia casi crónica por motivos étnicos, sociales y religiosos.

La violencia por diversos conflictos internos en Mali ha causado cerca de 260.000 refugiados y desplazados en el país africano, donde 3,2 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, advirtió a principios de este mes de abril la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). El suceso más grave de los últimos años tuvo lugar el pasado 23 de marzo en la localidad de Ogossagou, en Mopti, donde una milicia formada por cazadores "donzo", de etnia dogon, asesinó a 160 pobladores peuls de una aldea.

La inestabilidad que afecta a Mali comenzó con el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses. Los yihadistas fueron teóricamente expulsados en 2013, gracias a una intervención militar internacional encabezada por Francia, pero extensas áreas del país, sobre todo del norte y del centro, escapan al control estatal, de lo que se aprovechan grupos terroristas locales. Al menos 87.000 civiles se vieron obligados a abandonar sus casas en el norte y el centro de Mali los primeros tres meses de este año para huir de la violencia que sacude estas regiones del país africano.

Mali también se ha convertido en una zona peligrosa para los efectivos de las Naciones Unidas pues 119 "cascos azules" han muerto y otros 397 han resultado heridos en ataques de grupos violentos desde 2013. Asimismo, cabe recordar que, el pasado 25 de febrero, la actuación de militares españoles destinados en la base de Koulikoro en Mali evitó una tragedia al repeler un atentado yihadista que tenía como objetivo esta instalación, sede de la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea (EUTM), encargada de organizar el adiestramiento del ejército del país maliense de cara a combatir el terrorismo islamista.

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