El programa nuclear de Irán, un peligro para la estabilidad mundial

Raúl Redondo

Pie de foto: Francisco Javier Blasco, coronel en la reserva, durante su ponencia titulada ‘El programa nuclear de Irán, factor de desestabilización mundial’, dentro de los cursos de verano de Atalayar y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, bajo el título de ‘Magreb, Oriente Medio y Europa. Entendimiento entre culturas. Relaciones y desafíos. PHOTO/ATALAYAR/GUILLERMO L.FERNANDEZ

Las tensiones nucleares entre Irán y la comunidad internacional tienen en vilo al mundo, con la presencia además de diversos actores que orbitan en torno a este asunto, los cuales juegan un papel importante e influyen decisivamente en este escenario de peligro y en el comportamiento del país iraní. Irán ha anunciado su postura de reducir sus compromisos nucleares adquiridos en el Plan de Acción Integral Conjunto (pacto nuclear internacional firmado con Estados Unidos y otros países como Rusia, China, Francia, Reino Unidos y Alemania), después de que el Gobierno norteamericano de Donald Trump se saliese de este y decidiese imponer sanciones políticas y económicas a la nación persa, situación que genera gran inquietud en el plano internacional.

Este ha sido el tema principal de la ponencia protagonizada por el coronel retirado del Ejército español Francisco Javier Blasco, que ha llevado por título ‘El programa nuclear de Irán, un peligro para la estabilidad mundial’, dentro de los cursos de verano integrados bajo el enunciado ‘Magreb, Oriente Medio y Europa. Entendimiento entre culturas. Relaciones y desafíos’, celebrados en la sede de Madrid de la Universidad Rey Juan Carlos y organizados por la revista ‘Atalayar. Entre dos orillas’.

La situación actual es “muy caliente entre las dos orillas del Mediterráneo”, según afirmó en el inicio de la charla Javier Fernández Arribas, director de la revista Atalayar. En este sentido el programa nuclear iraní es un foco problemático en la actualidad en la región de Oriente Medio, con afectaciones a la estabilidad mundial.

Ante este panorama, el coronel retirado F. Javier Blasco, con gran experiencia debido a sus 40 años de profesión militar y sus conocimientos sobre relaciones internacionales y armamento, quiso arrojar luz para explicar una compleja situación, sobre la que no se ve una salida clara.

Pie de foto: Francisco Javier Blasco, coronel en la reserva, durante su ponencia titulada ‘El programa nuclear de Irán, factor de desestabilización mundial’, dentro de los cursos de verano de Atalayar y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, bajo el título de ‘Magreb, Oriente Medio y Europa. Entendimiento entre culturas. Relaciones y desafíos. PHOTO/ATALAYAR/GUILLERMO L.FERNANDEZ

Javier Blasco quiso introducir el asunto aludiendo a que la Segunda Guerra Mundial fue clave en el desarrollo del armamento nuclear, cambiando el concepto de los conflictos armados ya que la bomba nuclear sí podía ser determinante, como se demostró en su uso al final de este conflicto, mucho más demoledor que el de otras armas más convencionales. Esto había que pararlo para limitar el uso y la proliferación de estas devastadoras armas, mediante tratados para delimitar su uso.

Pero, como indicó el coronel retirado, por “conveniencia de cada país” firmante, los diversos tratados nucleares no llegaban a ser efectivos porque no eran de obligado cumplimiento o se podían abandonar cuando se quisiese. Blasco aludió al Tratado de No Proliferación de 1968, por el cual los países poseedores de armas nucleares impusieron sus normas, basadas en solamente la limitación de no ceder sus recursos y conocimientos, dejando sin fecha fija el objetivo de la desaparición de las armas nucleares y prohibiendo a los demás países el que pudiesen acceder a las armas nucleares, salvo que entrasen en el correspondiente pacto.

El militar consideró el arma nuclear “fundamental” para amenazar a rivales en conflictos, para atacar a esos países contrapuestos, para ejercer una disuasión importante y para otorgar seguridad y prestigio; e insistiendo en que su “principal característica es el terror que infunde”.

Javier Blasco entró en profundidad en las primeras consecuencias del programa nuclear iraní. Irán “no ha sido un país fiable” al no aceptar presiones internacionales, como se ha demostrado actualmente. En 1950 comenzó su programa nuclear con el Sha de Persia y la colaboración de EEUU.

En 1970 se unió al Tratado de No Proliferación, pero sin aceptar acuerdos complementarios, firmados con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), según los cuales inspectores podían comprobar el cumplimiento de los requisitos y parámetros solicitados. Tras la revolución de los ayatolás, en 1979, se paralizó su programa nuclear temporalmente pero pronto Jomeini cambió de idea y se prosiguió con el programa.

Pie de foto: Javier Fernández Arribas, director de Atalayar, y Francisco Javier Blasco, coronel en la reserva, durante la ponencia de este titulada ‘El programa nuclear de Irán, factor de desestabilización mundial’, dentro de los cursos de verano de Atalayar y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, bajo el título de ‘Magreb, Oriente Medio y Europa. Entendimiento entre culturas. Relaciones y desafíos. PHOTO/ATALAYAR/GUILLERMO L.FERNANDEZ

En 2002 aparecieron denuncias de la oposición interna en Irán, de espías norteamericanos y del OIEA, que obligaron esta institución a inspeccionar en profundidad, desvelando centros secretos nucleares, no incluidos en inventarios previos.

El ponente indicó que Irán es el país que más resoluciones del Consejo de Naciones Unidas tiene en contra, siete a partir de 2006; señaló que también ha mejorado la capacidad para reducir cabezas nucleares para incluirlas en misiles y que está entre los nueve países que han puesto en órbita un satélite; todo lo cual supone un auténtico peligro a nivel mundial. Esta fue la principal excusa, junto a la problemática con Corea del Norte, para incluir el escudo antimisiles de EEUU en Europa, que trajo problemas a la UE y a la OTAN con Rusia.

Irán se negó a cumplir con peticiones a las que Israel sí accedió en materia de zonas libres nucleares; pero gracias a su habilidad en relaciones internacionales, propias de la cultura persa, propicia a negociar y favorecer las relaciones y contactos, llegó a alcanzar acuerdos en materia nuclear en el plano internacional.

El país iraní tiene connotaciones que influyen en la inestabilidad actual ya que se caracteriza por su fuerte enfrentamiento histórico con países como EEUU e Israel, y se dio cuenta, como recordó el coronel Blasco, que las armas nucleares significaban una herramienta importantísima para infundir temor y ganarse el respeto. Algo que “Irán descubrió durante la guerra con Irak entre 1980 y 1988”.

Al mismo tiempo, Irán promociona los llamados “grupos terroristas afiliados”, comandos militares y paramilitares formados por el régimen de los ayatolás para “hacer el mal” a los aliados de Estados Unidos, un país al que se odia en Irán desde que impuso la entrada del Sha de Persia y de comportamientos que acababan con las costumbres culturales y sociales típicas iraníes. Dentro de esos grupos militares entran Hizbulá, Hamás, la Guardia Revolucionaria, las guerrillas proiraníes en Irak y los grupos armados hutíes, que actuán en la guerra de Yemen y que han llevado a cabo ataques con drones a intereses de Arabia Saudí y a buques petroleros.

Como recordó Javier Blasco, Irán buscó, en oposición a EEUU, el apoyo de Rusia, para el desarrollo de la energía atómica, mediante el uranio enriquecido y plutonio; de Pakistán, país con amplios conocimientos en centrifugadoras enriquecedoras de uranio; y Corea del Norte, para recibir mejoras respecto a combustibles de propulsión de misiles.

El programa nuclear iraní completa el denominado ‘ciclo nuclear’: con minas para extraer mineral, lugares de refinamiento, sitios para enriquecer mineral, lugares para probarlos, reactores nucleares para obtener uranio enriquecido y emplazamientos de transformación para obtener armas nucleares. En este punto, Irán, como aclaró Javier Blasco, “no depende de nadie de fuera” para conformar un completo programa nuclear, lo que le convierte en un país ciertamente protagonista y “peligroso”.

EEUU siempre ha tenido en cuenta a Irán, incluso con cierto “odio” fermentado desde que, durante 444 días, 66 norteamericanos estuvieran retenidos, presos en la Embajada en territorio iraní. Además, la nación iraní es importante por las grandes reservas de petróleo y gas que tiene y por la posición geoestratégica en Oriente Medio, dominando el estrecho de Ormuz, zona de paso clave para el comercio de petróleo mundial.

El coronel también recuerdó que Rusia y China entran en escena porque “hay dinero de por medio” y para “fastidiar” a los estadounidenses. Rusia tiene gran actividad con Irán, con la importancia de la venta de equipamiento nuclear y de misiles. Por su parte, China es más práctico, basando su postura en fomentar los acuerdos comerciales y el desarrollo de infraestructuras, para buscar lo que más le interesa, el beneficio económico, y no meterse así en problemas con Estados Unidos.

Pie de foto: Francisco Javier Blasco, coronel en la reserva, durante su ponencia titulada ‘El programa nuclear de Irán, factor de desestabilización mundial’, dentro de los cursos de verano de Atalayar y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, bajo el título de ‘Magreb, Oriente Medio y Europa. Entendimiento entre culturas. Relaciones y desafíos. PHOTO/ATALAYAR/GUILLERMO L.FERNANDEZ

Otros actores tienen cierto protagonismo también; como es el caso de Arabia Saudí e Israel, enemigos históricos de Irán. Sobre todo, Arabia Saudí, gran rival por el enfrentamiento entre las dos confesiones religiosas del islam del sunismo y el chiismo. Arabia Saudí es el gran referente de los sunís e implementa su gran influencia en Oriente Medio, frente a la rama chií, de la que forma parte Irán, la cual intenta hacer frente al expansionismo suní en la zona de Oriente Medio. 

Por otro lado, Javier Blasco criticó duramente el papel de la Unión Europea (UE), muy debilitada actualmente, por diferencias organizativas dentro de la propia UE y por problemas internos dentro de los propios países integrantes. El coronel tachó de postura “cínica” la de Europa, ya que busca solo el beneficio económico; “van a su negocio” llegó a remarcar Blasco.

El plano económico tiene mucha importancia. En este punto llegó el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), firmado en 2015, por el que se congeló parcialmente el programa nuclear iraní, aunque por un tiempo limitado. Se acordó reducir el número de centrifugadoras, limitar el número de kilos de uranio enriquecido que se pueden poseer y el nivel de enriquecimiento, mejorar el sistema de verificación y notificación y recortar el campo de actuación armamentístico.

Cumpliendo con todos los requerimientos, a Irán se les permitía poder vender petróleo, recuperar parte de activos congelados por EEUU en bancos internacionales y abrir canales de comercio; también se retiraban las sanciones de la UE, OIEA y EEUU contra todos sus productos, pudiendo vender lo que quisieran. El JCPOA supone aplazar el desarrollo nuclear iraní, pero no suprimirlo, como explicó el coronel Blasco.

Javier Blasco denunció que este tratado estaba limitado en el tiempo y que tras 25 años Irán no tendría que volver a ceñirse a los requisitos limitadores de su programa nuclear. Criticando así esta cesión, que fue “vendida” como un éxito por el expresidente norteamericano Barack Obama y la comunidad interancional. “Pensamos que fue un apaño entre él y la comunidad internacional”, indicó Javier Blasco, sobre los intereses de la UE por seguir beneficiándose económicamente del comercio con Irán, al levantar sanciones, y de Barack Obama por quedar bien de cara al fin de su mandato presidencial.

En este punto, la llegada de Donald Trump a la Presidencia estadounidense supuso la renuncia al JCPOA, porque, según Javier Blasco, “tras muchos esfuerzos económicos y soldados muertos ya no interesaba Oriente Próximo”. EEUU ha mejorado como productor de petróleo y ha desarrollado el ‘fracking’ y ya no está interesado en la región del Golfo Pérsico, rica en el ‘oro negro’. Además, Estados Unidos está más interesado ahora en centrar esfuerzos en el ejército aeroespacial porque “los rusos y chinos están ya en ello”.

Finalmente, el coronel ‘pintó’ una situación actual complicada porque se ha vuelto a las amenazas y no hay síntoma de reconciliación. Agentes proiraníes han promocionado incluso ataques con drones y bombardeos a enemigos como Arabia Saudí y han protagonizado ataques contra petroleros en aguas del Golfo Pérsico, todo ello ante una posición económica difícil para Irán, que pasó de comerciar 3,5 millones de barriles de petróleo por día a solamente 300.000 por las sanciones recibidas.

La enemistad parece insalvable entre Irán y EEUU, además Trump ha fallado y ha necesitado de intermediarios para abordar este problema. Lo que se tiene claro es que si se atacan intereses iraníes se puede iniciar una guerra, como le aseguraron a Trump sus asesores.

Y lo que sí remarcó en conclusión Javier Blasco es que el acuerdo nuclear “puede subsistir un tiempo sin EEUU, pero sin Irán no puede seguir existiendo”.

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