El rey Mohamed VI hace parte de las 15 personalidades religiosas más influyentes de África

 

El rey de Marruecos, Mohamed VI, es Emir Al Muminín (Jefe de los Creyentes). Este papel le da poder en materia religiosa al soberano, y hasta la fecha ha sido un dique de contención contra los partidarios del islam radical. Es una característica de Marruecos respecto a otros países musulmanes, donde el poder religioso queda más diluido. Hay sectores dentro del islam político marroquí, como el movimiento Al Adl Wal Ihsane (Justicia y Espiritualidad), que no reconocen la figura religiosa del rey de Marruecos y cuestionan la institución monárquica. Los yihadistas marroquíes tampoco aceptan  el papel de Emir de los Creyentes del jefe del Estado, de la misma forma que la minoría republicana del país sueña con un Marruecos que deje de ser una monarquía ejecutiva, es decir con muchos poderes. Pero la inmensa mayoría de la sociedad marroquí acepta la institución monárquica y no cuestiona la función de Comendador de los Creyentes que ejerce Mohamed VI. Este papel político y religioso le da mucho poder al soberano alauí en un área muy sensible como la fe. Marruecos también ‘exporta’ a otros Estados africanos su islam abierto y moderado y se ha encargado de la formación de imanes de varios países del continente.  Así las cosas, según un informe del semanario ‘Jeune Afrique’, Mohamed VI hace parte de las 15 personalidades religiosas más importantes del continente africano. “Es una elección que obedece a varios criterios como el número de fieles a un culto, la dimensión internacional de los que representan a esos fieles o el peso moral, político y económico de esas personalidades”, explican los autores de la clasificación. En este sentido, piensa ‘Jeune Afrique’ que Mohamed VI pertenece al grupo de dirigentes africanos con más poder religioso, porque reúne los criterios utilizados para el estudio. Otros líderes religiosos africanos son el egipcio Youssef al- Qaradawi, gran mufti de la Mezquita de Al-Azhar y presidente de la Unión Internacional de Sabios Musulmanes; Desmond Tutu, arzobispo sudafricana de la Iglesia anglicana entre 1986 y 1996 y Premio Nobel de la Paz en 1984 por su combate contra el apartheid; Serigne Cheikh Mbacké, califa de la cofradía mouride de Senegal; y Ni-Mantche, gran jefe vudú de la divinidad Maman Kole de Togo. 

 

Por otra parte, Marruecos tendría que adaptar su calendario lunar al de Arabia Saudí con motivo del Aïd al-Adha o Fiesta del Sacrificio. Así lo afirman algunos teólogos egipcios. Esta ceremonia se celebró en Marruecos el pasado domingo y en muchos otros países islámicos 24 horas antes. A los teólogos conservadores de la Mezquita y de la Universidad de Al-Azhar, en El Cairo, no les gusta esta iniciativa marroquí, porque les parece que el país magrebí no respeta los preceptos del islam. En este sentido, el secretario general de la fatua (pronunciamiento legal en el islam) en Al-Azhar y miembro del Consejo de Investigaciones Islámicas, Mohamed al-Shahat al-Jundi, y también Ilham Chahine, profesor de Filosofía en la Universidad Al-Azhar, piensan que Marruecos incumple las normas musulmanas en materia de celebraciones religiosas. Según la fatua dictada por Mohamed al-Shahat al-Jundi, “los marroquíes violan la tradición y  hacen daño al consenso que reúne a todos los países musulmanes”. Por eso mismo consideran ambos teólogos que Marruecos debe adaptarse a las normas generales en el islam y al calendario lunar de Arabia Saudí.  Sobre la Fiesta del Sacrifico, la ministra delegada para la Energía de Marruecos, Charfat Afailal, reconoció que no le gustan las escenas de corderos degollados que se ven por todas partes en su país el día del Aïd al-Adha. “Personalmente, siento asco por este tipo de escenas de sangre, cuchillos y cabezas de corderos cortadas. En mi opinión, es una distorsión de la ‘Sunna’ (enseñanza recibida del profeta)”, declaró la ministra delegada, que pertenece al partido gubernamental de izquierda PPS. El pasado mes de junio,  Afailal denunció que había recibido amenazas telefónicas.