El rey Mohamed VI indulta a sesenta detenidos rifeños pero no a los líderes

Rabat. EFE

El rey Mohamed VI de Marruecos indultó este martes a sesenta presos condenados por las protestas del Rif que se desarrollaron entre 2016 y 2017, pero no a los líderes del movimiento conocido como "Hirak". Con ocasión de la fiesta del fin de ramadán, el rey concedió una serie de indultos a presos comunes y políticos, entre los que incluyó a sesenta detenidos rifeños y 47 por protestas similares registradas en la región de Yerada (extremo este del país), también por la marginación social en la zona.

Pero el Ministerio de Justicia precisó que los beneficiarios serán aquellos presos "que no hayan cometido delitos ni actos graves durante esos sucesos", lo que excluye a los líderes del Hirak, condenados casi todos ellos a penas de 20 años de cárcel por delitos relacionados con la seguridad del Estado.

Precisamente la plana mayor del Hirak vio confirmadas todas sus penas el pasado 6 de abril por el Tribunal de Apelación de Casablanca, lo que supuso un jarro de agua fría para los que apostaban por una medida de clemencia ante las duras condenas en primera instancia. De hecho, el líder principal, Naser Zazfazi, se cosió los labios en protesta por el veredicto, y mantuvo esa protesta durante un par de días.

Al poco de pronunciarse la sentencia en apelación, la Administración Penitenciaria ordenó el acercamiento de todos los presos de Casablanca (donde estaban los líderes de primera y segunda fila) a cárceles más cercanas a su región del Rif. Por otra parte, en el conjunto de indultos otorgados, el rey incluyó a once detenidos por delitos terroristas que se han acogido al programa "Musalaha" (reconciliación), un programa de desradicalización llevado a cabo en las cárceles del país.

Cuarenta presos del movimiento rifeño Hirak continúan en cárceles marroquíes

Cuarenta militantes del movimiento rifeño Hirak, entre ellos sus principales líderes, quedan todavía encarcelados en distintas prisiones marroquíes tras el tercer indulto a los rifeños concedido ayer por el rey Mohamed VI de Marruecos, según confirmaron a Efe fuentes de sus familias.

Con ocasión de la fiesta de fin del ramadán, el monarca indultó a sesenta de ellos "tomando en consideración las circunstancias familiares y humanas de las personas condenadas", según un comunicado del ministerio de Justicia. Sin embargo, fuentes del Consejo Nacional de Derechos Humanos y de la asociación Tafra formada por los familiares de los presos rifeños confirmaron a Efe que hay al menos veinte rifeños más entre los indultados pero que no aparecen como presos del Hirak por considerarse presos por delitos comunes (violencia callejera, generalmente) y no políticos.

Así, los rifeños indultados fueron más de ochenta, y su liberación, que se produjo en la noche de este último día del ramadán, causó escenas de alegría y fiesta que se prolongaron durante varias horas en la ciudad de Alhucemas, donde se escucharon gritos de "Viva al Rif" o de "Antes la muerte que la humillación".

El vicepresidente de Tafra, Bubker Yauhari, aclaró a Efe que no ha habido por parte de los liberados una petición de indulto o de medida de gracia por parte del rey, una petición que suele ser normal antes de estas excarcelaciones.

Este indulto es el tercero que concede el rey Mohamed VI a los presos rifeños, que en el momento de máxima represión llegaron a sumar más de 700 personas, entre ellos varios menores. El primer indulto fue concedido en julio de 2017, dos meses después de que la policía reprimiese con mano dura toda la contestación callejera en las calles del Rif; posteriormente, hubo otro gran indulto el 21 de agosto de 2018, cuando fueron excarcelados 188 presos.

Pero ni entonces ni ahora ha habido clemencia para el núcleo dirigente del Hirak, entre ellos su máximo líder, Naser Zafzafi, además de Nabil Ahamyik o Mohamed Yelul.
Estos, junto a otros dirigentes de segunda fila, purgan penas de entre diez y veinte años de cárcel en distintas cárceles del norte del país (Tánger, Tetuán, Fez, Taza, Nador y Alhucemas, entre otras), a las que fueron trasladados desde Casablanca para acercarlos a sus familias poco después de pronunciarse el juicio en apelación, que confirmó todas las penas emitidas en primera instancia.

Aquel movimiento de acercamiento no consiguió doblegar a los dirigentes del Hirak: Zafzafi se cosió los labios durante dos días en señal de protesta por el veredicto en apelación, mientras que varios más protagonizaron largas huelgas de hambre por el mismo motivo, llegando algunos de ellos (Mohamed Al Asrihi y Rabie Al Ablaq) a encontrarse en un estado crítico.

Para Bubker Yauhari, la "solución" al "clima político deteriorado e inestable" pasa ahora por un nuevo indulto al núcleo dirigente del Hirak, algo que según él pide la situación interna del país así como el contexto internacional.

Las peticiones de indultos para los rifeños han sido numerosas dentro del país y han partido de políticos (incluidos algunos ministros), periodistas e intelectuales, que han destacado en todos los casos el carácter pacífico que siempre tuvo el movimiento del Hirak, salvo algunos sucesos excepcionales.Todos los ojos están puestos en las dos próximas fechas señaladas (la Fiesta del Sacrificio, a principios de agosto, o la Fiesta del Trono, el 21 del mismo mes), en las que el monarca suele conceder los indultos más numerosos del año.

Las protestas en el Rif por la histórica marginación política, la falta de oportunidades económicas y el aislamiento comenzaron a fines de 2016 tras la muerte dentro de un camión de basura del joven Mohcin Fikri, al que la policía había requisado un cargamento ilegal de pescado. Aquellas protestas duraron varios meses y sacaron a las calles a decenas de miles de personas en toda la región del Rif, suscitando además una oleada de simpatía en el resto de Marruecos y convirtiéndose así en uno de los momentos más críticos del reinado de Mohamed VI, que este año cumplirá 20 años en el trono.