Estados Unidos advierte a Argelia de la persistencia del peligro yihadista

Paco Soto

Pie de foto: Soldados argelinos en una operación antiterrorista.

Estados Unidos advirtió a Argelia recientemente de que el país sigue siendo objetivo de diversos grupos terroristas yihadistas vinculados a Daesh. Además de Argelia, otros países son citados por un documento elaborado por el National Counterterrorism Center (NCTC), un organismo gubernamental estadounidense creado en 2004 en el marco de la lucha antiterrorista impulsada después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. La creación del NCTC fue aprobada con la Orden Ejecutiva 13354 y el Acta de Reforma de Inteligencia y Prevención del Terrorismo.

Esta institución es una institución encargada de recopilar la información de más de una veintena de agencias federales para analizarla y prevenir posibles ataques terroristas contra dicho país. El documento militar, que fue difundido por la cadena de televisión estadounidense NBC Nightly News, fue presentado hace unos días al presidente Barack Obama y a un reducido grupo de expertos en asuntos de seguridad nacional e información. El documento tiene gran relevancia, porque pone de manifiesto la expansión territorial de Daesh y el incremento de sus miembros. En dos años, de 2014 a 2016, según el NCTC, Daesh ha pasado de tener siete a 18 ramas terroristas.

La expansión de Daesh

Los expertos consideran que Estados Unidos y sus aliados no han conseguido frenar la expansión del grupo terrorista dirigido por Abu Bakr al-Baghdadi y debilitar su ideología criminal. Daesh, destaca el NCTC, consolidó su presencia en Irak y Siria para después propagarse hacia otros países: Libia, Arabia Saudí, Yemen, Afganistán, Pakistán, Nigeria, región del Cáucaso en Rusia, Malí, Túnez, Egipto, Somalia, Bangladesh, Indonesia, Filipinas y Argelia. Daesh también tiene células terroristas en Marruecos y en varios países europeos.

Pie de foto: Generales y altos mandos argelinos en un acto militar.

En Argelia, el grupo terrorista ha conseguido mantener estable una organización de apoyo a la estrategia yihadista internacional. Suelen ser células activas y durmientes. Desde hace tres años, las Fuerzas Armadas argelinas, ayudadas por la Policía y la Gendarmería, llevan a cabo una estrategia militar contundente para erradicar a Daesh. Algunas operaciones han sido exitosas, como es el caso de la desarticulación de Djound El Khalifa, grupo terrorista disidente de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Este grupo criminal fue responsable del secuestro y asesinato del ciudadano francés y guía de profesión Hervé Gourdel, el 23 de septiembre de 2014.

Un país martirizado por el terrorismo

Djound El Khalifa se escindió de AQMI y juró fidelidad al denominado califato inventado por Daesh. Otras facciones disidentes argelinas de AQMI, que procedían del antiguo Grupo Islámico Armado (GIA), también se unieron al grupo de Abu Bakr al-Baghdadi. Las fuerzas policiales y militares argelinas tienen gran experiencia en la lucha antiterrorista y colaboran estrechamente con sus homólogas de Estados Unidos y otros países occidentales.

En la década de los 90 del siglo pasado, el país vivió un conflicto armado de grandes dimensiones protagonizado por el Estado y diversos grupos terroristas como el Ejército Islámico de Salvación (EIS), brazo militar del ilegalizado Frente Islámico de Salvación (FIS) de Abasi Madani, el Grupo Islámico Armado (GIA), que fue el más cruel y despiadado, y el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). Unas 200.000 personas murieron en el conflicto. Exoficiales de las Fuerzas Armadas, partidos opositores y activistas pro derechos humanos denunciaron episodios de ‘guerra sucia’ contra el terrorismo salafista por parte de los aparatos represivos del Estado. El terrorismo sigue presente en Argelia, pero se ha convertido en un fenómeno de baja intensidad.

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