'Estamos contribuyendo a la mejora de la seguridad vial en Marruecos'

Javier Fernández Arribas/Atalayar

El director general de ALSA en Marruecos, Alberto Pérez, explica la experiencia de la compañía española de transporte en ciudades cómo Tánger, Marrakech y Agadir, y  la contribución que están realizando al país en cuanto a educación y seguridad vial.

¿Qué aporta ALSA que no aporte otra compañía para conseguir el apoyo de los ciudadanos y una actitud positiva por parte de la administración marroquí?

El elemento fundamental que ALSA está ofreciendo, tanto en Tánger como en las otras ciudades marroquíes en las que operamos, es fiabilidad. Es decir, los pasajeros tienen la seguridad de que los autobuses van a estar a su disposición. La calidad del servicio que se ha prometido, se ha cumplido. En cuanto a las autoridades, la fiabilidad se concreta en el respeto de los compromisos contractuales y los no contractuales, porque esta transición no ha sido fácil y ha habido que llegar a compromisos que no estaban en los contratos y que aún así han sido respetados por ALSA.

¿Qué índice de seguridad hay en cuanto a siniestralidad?

Sólo en los primeros 18 meses de actividad hemos conseguido reducir a una quinta parte  el ratio de siniestralidad en el transporte público de Tánger. Es cierto que este ratio puede parecer aún alto comparado con las otras ciudades, pero hay que tener en cuenta que en éstas lleva mucho más tiempo implantado nuestro programa de seguridad, y nuestras plantillas están mucho más formadas y concienciadas. Nuestro objetivo es llegar al índice de un accidente por 100.000 km.

Una de las causas de que los ciudadanos aceptaran el servicio es la relación calidad-precio. ¿Eso está funcionando bien?

Sí, y precisamente hemos presentado una reestructuración de la red que lo que permite es conseguir ser más eficientes y crear líneas con una frecuencia más alta, más directas al destino final y con una reducción de precio. Se han puesto en marcha en el mes de septiembre, pasadas las elecciones municipales de Marruecos. Es una muestra de que intentamos buscar soluciones donde el servicio sea más eficiente y, al mismo tiempo, más económico para el usuario, con lo cual la afluencia de viajeros va a ser superior.

¿Podemos decir que ALSA está contribuyendo con su trabajo y con su buen hacer a la educación vial en Marruecos?

Rotundamente sí. En el nuevo Código de Circulación que entró en vigor en Marruecos en 2010, uno de los elementos cruciales era la formación de los conductores profesionales. En este sentido, se exigía que todos los conductores profesionales debían tener una tarjeta profesional, equivalente al CAP en España, y para ello tienen que seguir una formación específica. Además de eso, los conductores profesionales que ya cuentan con esa tarjeta están obligados a seguir una formación de una semana cada cinco años, y eso afectaba a todos nuestros conductores. El problema que había era la falta de centros para dar esta formación.

Ante esta situación, decidimos crear nuestro propio centro de formación que ha sido homologado por el Ministerio de Transportes. Es el primer centro privado en Marruecos capacitado para otorgar estas tarjetas profesionales no solo a los conductores de autobús de nuestra compañía, sino a cualquier conductor profesional de taxi, de camión, de autocar etc. Eso es una muestra clara de nuestra contribución a la mejora de la seguridad vial en Marruecos.

Tánger está experimentando un crecimiento espectacular por Tángermet y por el programa Metropole del rey ¿Eso como puede influir en la actividad de ALSA?

Eso solo puede afectar positivamente en nuestro trabajo. En primer lugar, porque se está experimentando una mejora sustancial de las infraestructuras y, en segundo lugar, porque se está tomando conciencia de la importancia que tiene la gestión del tráfico en una ciudad con las peculiaridades de Tánger, con un puerto muy importante en el centro de la ciudad y con una actividad industrial de gran volumen. En este sentido, las autoridades tienen la conciencia de que tienen un socio solvente con el que pueden tratar estos temas y que les va a acompañar en este desarrollo para que el transporte público se convierta en un elemento dinamizador de la actividad económica y social, y vertebrador de la actividad económica y social, que garantice la accesibilidad a los servicios públicos básicos como la educación y la sanidad de toda la población de la zona.

No nos podemos olvidar de Marrakech y Agadir, ¿cómo va la actividad de ALSA en esas dos ciudades?

Actualmente nuestras operaciones en estas dos ciudades se encuentran en un grado de madurez superior que el de Tánger, debido al mayor tiempo transcurrido. Por ello, los niveles de calidad de servicio y de volumen son mayores. Aún así estamos trabajando en proyectos de mejora. Ahora mismo los tres proyectos de BRT (Bus Rapid Transit) que está contemplando el Ministerio de Transportes en Marruecos afectan a las tres ciudades en las que estamos presentes. Eso es una muestra de que consideran que el operador es un elemento clave para que proyectos de transporte más avanzados puedan triunfar. Para nosotros es un orgullo que hayan considerado estas tres ciudades como objetivo para poner en marcha estos sistemas de transporte.

¿ALSA está pensando en extenderse hacia alguna ciudad más?

En breve vamos a firmar un nuevo contrato en Khouribga, una ciudad que se ha desarrollado en torno a la actividad minera de los fosfatos, que está a unos 120 kilómetros de Casablanca y es un ejemplo de una ciudad que ha querido crear un proyecto de transporte en el que desde el principio nos han invitado a participar. Ese proyecto se va a concretar con una firma de un contrato de 10 años, con una flota de 40 autobuses,  un número menor que en las otras ciudades, pero que nos permite iniciar nuestras actividades en otra zona del país en la que no estábamos presentes. También estamos trabajando los urbanos de Casablanca y Rabat, que en un corto-medio plazo saldrán a concurso, y seguimos desarrollando la actividad de autobuses turísticos. Marruecos es un país donde hay muchas oportunidades de negocio para el transporte en todas sus modalidades, y ALSA se encuentra muy bien posicionada, en parte por su larga trayectoria de 16 años de vida, y por su reputación como operador solvente y de confianza.

Estamos asistiendo a atentados terroristas como el de Túnez. ¿Éste ambiente en el norte de África puede afectar a Marruecos a la actividad empresarial de ALSA?

En cuanto a la actividad empresarial, nos afecta poco porque nuestro modelo de negocio es una estrategia global con gestión local, es decir, trabajamos en Marruecos, creamos empleo y riqueza en Marruecos, e incluso los autobuses se producen en Marruecos. La actividad del país no se para.

El terrorismo es una amenaza global, que no afecta especialmente a Marruecos con respecto a otros países europeos. El sentimiento que tenemos es de seguridad, no sentimos que estemos amenazados por este tipo de movimientos islamistas y seguimos trabajando con total normalidad. Además, las autoridades nos brindan su total apoyo en cuanto a medidas de seguridad y tranquilidad en el desarrollo de nuestras actividades.

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