Gaza se pone en pie

Por Isabel Garrido Mingo
Foto: Un palestino de la Franja de Gaza llora tras haber perdido su casa en un bombardeo. 
 
Una vez iniciado el alto el fuego acordado entre Palestina e Israel, Gaza se enfrenta a un largo proceso de reconstrucción.El trabajo será duro y costoso. Se estima que se han perdido 90 millones de euros al día sin contar con los últimos ocho días de batalla, y que harán falta 4.500 millones de euros para volver al estado de la Franja anterior al día 8 de julio, cuando comenzó la Operación Margen Protector. Los fondos necesarios para la reconstrucción se están tratando de conseguir a través de diferentes agencias de la ONU, y durante la primera semana de septiembre se celebrará en El Cairo una reunión de donantes a la que muchas de las naciones occidentales acudirán recelosas a la hora de ver qué proyectos se llevarán a cabo con su dinero, ya que muchos de ellos han sido destruidos ya tres veces por Israel.
 
Reconstrucción de viviendas
De todas las necesidades que tiene en este momento Gaza, la principal es la reconstrucción de las 17.200 viviendas que han sido destruidas, a las que hay que sumarles 38.000 que se encuentran gravemente dañadas, según datos de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Los ataques a grandes edificios y casas particulares durante la última ofensiva han producido un gran número de refugiados. Son 475.000, de los cuales 290.000 se encuentran en escuelas de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) y el resto en colegios públicos o en casas de familiares. Por otra parte, las escuelas han sido otro de los objetivos durante los bombardeos de las últimas semanas. Los proyectiles han destruido 216 escuelas que se han quedado totalmente inservibles para dar clases, aunque el Ministerio de Educación ha asegurado que si la ayuda necesaria llega a tiempo, las aulas estarían preparadas para volver a acoger a sus alumnos en dos semanas.
 
Necesidades básicas 
58 hospitales y centros de salud se encuentran también en situación de emergencia al haber sido derribados. Su reconstrucción es una prioridad en este momento para atender a 10.300 enfermos, al igual que la llegada de medicamentos. 1.000 niños sufrirán una discapacidad permanente por la gravedad de sus heridas o por la escasa atención médica posterior, y el único centro que existe para rehabilitación se encuentra destruido. Si se cumple el alto al fuego, las medicinas deberían entrar de forma prioritaria por el cruce israelí de Kerem Shalom que se está preparando para ello. Las fábricas privadas que antes de la ofensiva estaban comenzando a desarrollarse, están totalmente arrasadas. Esto supone, además de un frenazo para la economía, la destrucción de miles de puestos de trabajo. El fluido eléctrico también se encuentra en mal estado. Durante los días de alto el fuego trató de reconstruirse parcialmente por lo que las familias alcanzan a tener una media de seis horas de luz al día, pero el suministro de agua aún se encuentra devastado y el 40% de la población necesita recurrir a camiones cisterna. A pesar de que la reconstrucción se enfrenta a grandes dificultades, elevadísimos costes y que el miedo todavía no ha desaparecido de las caras de los gazatíes, muchos ciudadanos han vuelto a la vida y se sienten aliviados tras regresar a su rutina y reconstruir sus casas.

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