Greta Thunberg, la lucha por el cambio contra el cambio climático

Noor Ammar Lamarty

Pie de foto: La joven activista sueca, Greta Thunberg. DPA VIA AP/Daniel 

La nueva imagen de la lucha contra el cambio climático es Greta Thunberg, una joven sueca de 16 años, nominada al Nobel de la Paz este año por un grupo de diputados socialistas noruegos. En sus charlas habla del futuro que las generaciones actuales le están legando a las venideras, así como la traicionera manera de actuar de los países más contaminantes del mundo, que no piensan en el largo plazo que implica la destrucción del planeta debido a la acción humana. 

A esto podemos hacer referencia también a Home, un documental que explica la degradación del planeta en los últimos 60años, así como la contaminación que suponen los sistemas de producción que han creados los seres humanos en los sistemas capitalistas

Su rol de activista comenzó el verano pasado cuando empezó a hacer huelga cada viernes con protestas delante del Parlamente sueco para reclamar medidas más efectivas y realistas contra el cambio climático. La reducción de emisión de gases de efecto invernadero, así como la protección de las especies que están en peligro de extinción y demás medidas que son urgentes dada la aceleración de los fenómenos climáticos. 

Tras su rebelión como activista y a su pronta edad en la cumbre del clima de la ONU en Polonia y en el foro de Davos, se convirtió en ejemplo para muchos jóvenes en diversos países, que han impulsado iniciativas similares.

La concesión del Nobel a Thunberg sería un reconocimiento a que la acción climática y el compromiso por la paz van "de la mano" y sería un espaldarazo a esos movimientos populares, que lo que más buscan es el diálogo entre líderes, entre todos los que por nuestra condición de ciudadanos tenemos la obligación de poner nuestro grano de arena así como concienciar a los demás de la importancia de pequeñas acciones. En realidad bastaría con cambiar ciertos hábitos de nuestras vidas para poder realmente fomentar un estilo de vida sostenible, que no se haga a costa de recursos cuya extracción  contamina, ni cuya extinción causa un daño irreparable al planeta.

Así Greta Thunberg explica: “Mi nombre es Greta Thunberg. Tengo 15 años. Soy de Suecia. Hablo en nombre de Climate Justice Now (...) Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y eterno, porque tienen demasiado miedo de no ser populares. Solo hablan sobre seguir adelante con las mismas malas ideas que nos metieron en este desastre, incluso cuando lo único sensato que pueden hacer es poner el freno de emergencia. No son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la dejan a nosotros los niños. Pero a mí no me importa ser popular. Me preocupo por la justicia climática y por el planeta (...) Nuestra biósfera se está sacrificando para que las personas ricas en países como el mío puedan vivir de lujo. Son los sufrimientos de muchos los que pagan por el lujo de unos pocos (...) Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos (...) Necesitamos mantener los combustibles fósiles en el suelo y debemos centrarnos en la equidad. Y si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema en sí mismo. No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen. Nos han ignorado en el pasado y nos volverán a ignorar. Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no. El verdadero poder pertenece a la gente. Gracias.”

Su discurso es uno de los pilares fundamentales de la concienciación global sobre el cambio climático y la destrucción ecológica del planeta. Desde la humildad pero el realismo esta joven expresa que tan necesario es hablar, y tener esperanza, pero sobretodo actuar, porque una vez que se actúe la esperanza  llegará sola