Intelectuales, artistas y periodistas piden la intervención del Rey en Alhucemas

Paco Soto

Pie de foto: Una manifestación en Alhucemas.

La crisis social y política que vive Alhucemas, en la región norteña del Rif, se está extendiendo poco a poco al resto de Marruecos. El Gobierno de coalición del islamista Saad-Eddine El Othmani no ha conseguido frenar la revuelta popular que estalló hace seis meses contra la pobreza, las injusticias, el desempleo, la corrupción, el autoritarismo de los gobernantes regionales y el abandono que sufren amplias zonas del Rif, una tierra rebelde donde su población nunca aceptó plenamente a la actual monarquía. La Policía no ha podido acabar con las manifestaciones y protestas en Alhucemas y otras poblaciones rifeñas. La detención de Nasser Zafzafi, un parado de 39 años que se convirtió en líder de la revuelta, y de buena parte de los principales activistas tampoco ha acabado con las protestas. Y las promesas del Gobierno de Rabat en materia de inversiones no se las cree la población, que piensa que el actual Ejecutivo es una mafia. El viento de descontento social que empezó a soplar hace medio año se ha convertido en un huracán. “O los gobernantes se sientan a negociar o la situación empeorará”, asegura a Atalayar un activista del movimiento popular que trae por la calle de la amargura a los gobernantes de Rabat y los representantes del Estado en Alhucemas y el conjunto del Rif.

Pie de foto: Hasan Aourid, exportavoz de la Casa Real marroquí.

Gran crispación social

En este ambiente de enorme crispación social, diversos intelectuales, artistas y periodistas, además de activistas de la sociedad civil, han hecho un llamamiento a través de las redes sociales en el que piden al Rey Mohamed VI que intervenga directamente para solucionar la crisis de Alhucemas. El monarca es en Marruecos un jefe del Estado ejecutivo y no una mera figura institucional como en España y en otras monarquías parlamentarias, y tiene en sus manos grandes poderes políticos, aunque menos que en la época del Rey Hasan II. Algunas personalidades, como Adnane El Jazouli, Latifa Bouhsaini, Abderrahman El Ghandour, Hanan Rihab, Bouchra Bouchentouf, Khalid Rahmouni, y Fatima El Ifriqui, son muy conocidas en Marruecos y apreciadas por los ciudadanos. Los protagonistas de esta iniciativa firmaron un manifiesto donde recuerdan y celebran que en plena ‘Primavera Árabe’, el 9 de marzo de 2011, Mohamed VI supo canalizar inteligentemente las reivindicaciones populares capitalizadas por el contestatario Movimiento del 20 de febrero, y prometió cambios constitucionales, sociales y económicos. Marruecos se dotó después de una nueva Constitución de naturaleza más democrática que la anterior.

Figura mediadora

En los últimos días, tanto en el mundo de la intelectualidad como del arte y del periodismo se han oído voces críticas sobre la situación en Alhucemas que plantean la necesidad del diálogo entre las partes enfrentadas para satisfacer las legítimas aspiraciones de la población rifeña. Estos críticos plantean que la solución a la crisis pasa por la existencia de una figura mediadora que podría ser el Rey. “Esto contribuiría a relajar las tensiones y a superar las crispaciones”, opina el diario digital ‘yabiladi.com’. En este sentido, cabe destacar por su importancia simbólica que Hasan Aourid, exportavoz de Palacio (Casa Real marroquí), además de politólogo, pensador, investigador y escritor, pide la liberación de todos los detenidos en los disturbios de Alhucemas y otras localidades rifeñas. En un artículo publicado en la web ‘Al Aoual’, Aourid saca a relucir los errores cometidos por el Estado en Alhucemas, porque no ha sabido tener en cuenta la mala situación económica, social y cultural del Rif.

El exportavoz de la institución representada por el Rey Mohamed VI defiende la necesidad de poner en libertad a los detenidos, que podrían ser unos 40, según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), y considera que estas personas “no son criminales” sino activistas de la sociedad civil. Por otra parte, Aourid pide a los manifestantes rifeños que “no malgasten el capital y el patrimonio cultural” del político y jefe militar rifeño Abdelkrim El-Khattabi, que golpeó duramente a los militares españoles durante el Protectorado español del norte de Marruecos. A juicio de Aourid, “un Estado que dice ser democrático y moderno no puede optar por la vía de la mera seguridad” en lugar de decantarse “por la ley y la justicia”.

Pie de foto: Un acto de protesta del colectivo AMDH.

Los partidos también

La crisis de Alhucemas también genera debate político en el seno de dos partidos de la actual coalición gubernamental, el PJD (islamista) y la USFP (socialdemócrata), y el opositor Partido Istiqlal (PI, nacionalista). Las secciones de estas fuerzas parlamentarias en Alhucemas asumen las reivindicaciones planteadas por el movimiento popular rifeño y denuncian la gestión de la crisis llevada a cabo por el Ministerio del Interior. Islamistas y socialdemócratas de Alhucemas lamentan las detenciones de activistas sociales y “la responsabilidad del Estado” en el deterioro de la situación. El ministro del Interior, Abdelouafi Laftit, es duramente criticado por las secciones locales del PJD, la USFP y el PI.  La posición expresada por las dos fuerzas gubernamentales contrasta con la postura contraria del Gobierno de El Othmani, cuyo principal partido es el islamista PJD. Mientras, algunos abogados se movilizaron este martes para intentar ponerse en contacto con Nasser Zafzafi, detenido en dependencias policiales de Casablanca y acusado de “atentar contra la seguridad del Estado”.

Saïd Benhamani, vicepresidente de la AMDH y coordinador de la iniciativa de los letrados, informó al portal ‘lesiteinfo.com’ que unos 15 abogados se apuntaron a la iniciativa. Así las cosas, varios ministros del actual Gobierno están siendo objeto de muchas críticas por parte del movimiento contestatario rifeño y los partidos de la oposición como el modernista PAM de Ilyas El Omari. Omar Balafrej, de la izquierdista Federación de la Izquierda Democrática (FGD), fue especialmente contundente en Facebook con varios Ministerios, como el de Asuntos Religiosos, y se pronunció a favor de excluir el discurso político de los lugares de culto como las mezquitas. Asimismo, lamentó la manipulación de los sucesos de Alhucemas por parte de algunos medios.