Israel reanuda los ataques aéreos contra Gaza tras el fracaso de la tregua planteada por Egipto

Por Samira Maaluf
Foto: El conflicto entre Israel y el brazo armado de Hamás seguirá su curso si la comunidad internacional no lo remedia. 
 
Israel reanudó este martes los ataques aéreos contra la Franja de Gaza para contrarrestar el lanzamiento de más de 50 cohetes de medio y largo alcance contra el sur del territorio israelí por parte de las milicias armadas de Hamás. Apenas seis horas después del plan de alto el fuego propuesto por Egipto, la dialéctica de las armas volvió a ganar la batalla a la racionalidad y la inteligencia política. Israel aceptó la propuesta de Egipto una semana después de haber iniciado la ofensiva aérea contra Hamás en Gaza. Hizo el anuncio Ofir Gendelman,  portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Sólo dos ministros del ala ultraderechista del Ejecutivo israelí, Avigdor Lieberman y Naftali Bennett, votaron en contra al entender que el plan egipcio “no consigue una tregua permanente y da un premio a Hamás”. La cúpula del Ejército israelí, sin embargo, apoyó la posición oficial del Gobierno. Hamás rechazó la oferta egipcia, porque la consideró un acto de sumisión a Israel, y anunció más violencia y más muertes, porque “en tiempo de guerra no se declara un alto el fuego para después negociar”, declaró el portavoz del movimiento islamista, Fawzi Barhum.  El Cairo sugirió la declaración de un alto el fuego a partir de las seis de la mañana del martes y Hamás planteó el cese de los bombardeos israelíes y el fin del bloqueo de Gaza, que empezó en 2006, así como la apertura del puesto fronterizo de Rafah entre territorio gazatí y Egipto y el intercambio de prisioneros islamistas que fueron detenidos en la última operación israelí tras haber sido puestos en libertad con motivo de la liberación del soldado hebrero Gilad Shalit, en 2011.  El Cairo propuso el “cese total de hostilidades aéreas, marítimas y terrestres” entre los dos contendientes y el inicio de negociaciones 48 horas después de la declaración del alto el fuego. La Liga Árabe y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, se pronunciaron a favor del alto fuego y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró optimista  sobre la propuesta egipcia. Desgraciadamente, los buenos deseos no se concretaron. Hamás siguió con su aventura criminal e irresponsable e Israel se mantuvo firme. Netanyahu ordenó reanudar los ataques aéreos en la Franja de Gaza tras ser informado de que el brazo armado de Hamás estaba lanzado proyectiles contra Ashdod y Sderot. El primer ministro israelí dejó muy claro que “hemos aceptado la propuesta de tregua egipcia, pero si Hamás no la acepta, como parece en estos momentos, Israel tendrá toda la legitimidad internacional para ampliar la ofensiva militar y frenar los ataques”.
 
Un futuro difícil
Así las cosas, parece evidente que la propuesta egipcia se desmoronó antes de  aplicarse. El conflicto entre Israel y el brazo armado de Hamás seguirá su curso si la comunidad internacional no interviene. No será fácil, porque Estados Unidos apoya a Israel y frenaría cualquier iniciativa de la ONU en su contra. La Unión Europea (UE) carece de peso político en el conflicto palestino-israelí,  Rusia y China observan pero no intervienen  y a los países árabes sólo les queda el derecho a la pataleta. Ni siquiera Egipto, que tiene peso político, se ha salido con la suya. Pero habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos en los próximos días. Los que no pueden esperar mucho tiempo son los civiles palestinos que sufren a diario la ofensiva de Israel y la intransigencia suicida de los islamistas radicales. El número de muertos palestinos desde que empezó la operación militar ‘Margen Protector’ supera ya los 180 y los heridos, 1.300, y más de 17.00 personas han tenido que abandonar sus hogares para escapar de los 1.500 ataques aéreos  israelíes.   Netanyahu fue muy criticado en el sur de Israel, la zona más castigada por los proyectiles de Hamás,  por haber aceptado la tregua y dentro de su partido, el Likud, también hay un sector que no ve con buenos ojos pactar con los palestinos.  Para Osama Hamdam, dirigente de Hamás, “la propuesta de tregua que se ha publicado es un chiste que ayuda a los israelíes. Si la propuesta de tregua es tal y como se ha publicado, se trata de una rendición. Nosotros aumentaremos la guerra contra nuestro enemigo”. En el otro bando, los fanáticos también son muy activos.  “Es una vergüenza que el Ejército más poderoso de la región deba pedir una tregua ante este grupo terrorista”, manifestó  Eli Moyal, exalcalde de Sderot. Según cálculos militares, a Hamás le quedan unos 5.000 proyectiles para disparar contra Israel, y el bando opuesto tiene un Ejército que es el más profesional de la región y una parte de la población que sólo entiende la opción violenta contra los palestinos.

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