Italia y Francia quieren convertir a Marruecos en un vertedero industrial

Paco Soto

Pie de foto: Un vertedero en Marruecos.

¿Marruecos se está convirtiendo en el vertedero industrial de países capitalistas europeos como Italia y Francia? Es la pregunta que se hacen legítimamente algunos ecologistas y activistas de movimientos sociales marroquíes después de que las autoridades de Marruecos concedieran la licencia para importar 2.500 toneladas de residuos de Italia, de la zona de Nápoles, para incinerarlos cerca de la localidad de El Jadida, situada a 170 kilómetros al sur de Rabat.  De momento, el Gobierno del islamista Abdelilah Benkirane no ha ofrecido ninguna explicación convincente a la oposición parlamentaria y la opinión pública sobre esta polémica cuestión. En Marruecos, algunas ONG temen que los residuos importados puedan ser altamente contaminantes y tengan un impacto sobre el medioambiente y la salud pública de la población, y no descartan que la mafia italiana esté controlando el proceso.

“Impacto negativo”

Jalidi Mohamed, director de la ONG Centro Regional de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, denunció la importación de los residuos, y aseguró que la decisión adoptada por el Gobierno marroquí tendrá un “impacto negativo sobre los habitantes y la fauna y la flora de la zona, y puede provocar la aparición de enfermedades peligrosas y crónicas”. Este fin de semana, según anunció el activista social, se organizará una protesta callejera para evitar que Marruecos se convierta en el basurero industrial de Europa. El país magrebí organizará el próximo mes de noviembre la cumbre climática COP22, y de cara a este evento pretende modificar sus normas nacionales, llevar a cabo una campaña para poner fin al uso masivo de bolsas de plástico por parte de los consumidores y también promover las energías renovables para reducir su dependencia del petróleo. El ministro del Interior marroquí, Mohamed Hassad, defendió la decisión del Gobierno y el papel desempeñado por la titular de Medio Ambiente, Hakima El Haité. Según Hassad, la importación de los residuos italianos no incumple ninguna ley internacional en la materia y la operación “es conforme a la Convención de Basilea sobre el control de movimientos transfronterizos de residuos peligrosos”.

Pie de foto: Un grupo de jóvenes que se busca la vida en un vertedero de Tánger.

“Riguroso control”

Las empresas que se encargarán de los residuos “estarán sometidas a un riguroso control”, aseguró el ministro del Interior. En este polémico asunto, otros Ministerios, como el de Energías y Minas, han preferido no pronunciarse. La principal fuerza gobernante, el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), también mantiene una actitud prudente, porque sabe que podría perder votos en las elecciones generales del próximo 7 de octubre. Según informaciones periodísticas, la ministra delegada de Medio Ambiente comparecerá en el Parlamento la semana que viene para presentar su versión de los hechos. En este debate, el Partido de la Autenticidad y la Modernidad (PAM), principal fuerza opositora fundada por Fouad Ali el Himma, exsecretario de Estado del Interior y amigo personal del rey Mohamed VI, hará todo lo posible por golpear y debilitar políticamente al PJD de Benkirane y ganar puntos de cara a los comicios del 7 de octubre. El lío que se ha creado en Marruecos por este asunto es tremendo, y en medio de tanta confusión la ministra Hakima El Haité llegó a decir que la importación de los residuos aún no se había producido. La ministra contradijo la información que facilitó en un comunicado su propio departamento el pasado 1 de julio.

“Una tomadura de pelo”

“Es una tomadura de pelo lo que está pasando. El Gobierno marroquí no es transparente y no dice la verdad, y países como Italia y Francia nos tratan como si fuéramos una colonia”, manifestó a Atalayar un periodista de un medio económico de Casablanca. Según indica el editorial del diario digital Alif Post, “las tibias declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, quien dijo que la importación de esos residuos cumple las condiciones estipuladas”, es “una afirmación que entra dentro de la ambigua política adoptada y de la falta de respeto a los ciudadanos, porque no hay pruebas convincentes, amén de una falta de comunicación”. El citado medio se pregunta: “¿Por qué el Estado marroquí concede una licencia de importación de 2.500 toneladas de residuos de una zona de Italia a la que la Justicia europea ha puesto multas que superan los 40 millones de euros, porque incumple las condiciones de almacenamiento de residuos y porque almacena materiales peligrosos?”.

Pie de foto: Mohamed Hassad, ministro del Interior de Marruecos.

Relación con la mafia

Alif Post también se interroga sobre la relación con la mafia que tiene la empresa que exporta los residuos, porque en el sur de Italia las redes de delincuencia organizada controlan el almacenamiento y gestión de la basura industrial. Así las cosas, un barco procedente de Francia llegó hace unos días al puerto de la ciudad de El Jadida cargado con 3.300 toneladas de basura industrial. Los residuos serán incinerados en un cementerio industrial de Casablanca, según un comunicado de la Federación de Asociaciones Vecinales de El Jadida. El Gobierno de Benkirane no se ha pronunciado sobre este segundo asunto de importación de residuos. “Mucho me temo que podamos tener problemas, porque las autoridades marroquíes no respetan a la población y no cumplen la ley en materia medioambiental, y los países industrializados de Europa quieren convertirnos en su basurero, como ocurre con otros países africanos”, lamenta el periodista de Casablanca consultado por Atalayar.

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