La brecha digital, una asignatura pendiente

Servicio de Estudios de 'la Caixa'

Pie de foto: Telefónica y Fundación 'la Caixa' im­pulsan el Proyecto Profuturo para am­pliar su pre­sencia. Más del 15% de los ho­gares es­pañoles si­guen sin tener ac­ceso a la Red

El Día Mundial de Internet, que se planteó como ob­je­tivo la di­fu­sión so­cial de las he­rra­mientas de la in­for­ma­ción y la co­mu­ni­ca­ción, ha pa­sado este jueves 17 de mayo con más gloria que pena. Sin duda, una buena fecha para pre­gun­tarse… ¿en qué si­tua­ción se en­cuentra el ac­ceso a la red de redes en las di­fe­rentes partes del mundo cuando ya hace más de veinte años que em­pezó a ge­ne­ra­li­zarse su uso? ¿Y qué se puede hacer para me­jo­rarla?

En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2017, el 84,6% de la población de entre 16 y 74 años utilizó Internet en los últimos tres meses, cuatro puntos más que durante 2016. Un porcentaje que se sitúa en la línea de las cifras europeas: en todo el Viejo Continente, la tasa de penetración de Internet era del 85,2% a finales de 2017, según Internet World Stats. El mismo organismo indica que la única zona geográfica que supera a Europa en acceso a Internet es Norteamérica, con un espléndido 95,0%. El resto de las zonas se sitúa por debajo: Oceanía en un 68,9%, Latinoamérica y el Caribe un 67,0%, Oriente Medio un 64,5%, el resto de Asia un 48,1%, y en último lugar, África, con un 35,2%.

Estas son las macrocifras, pero si bajamos a nivel de ciudad, también se pueden encontrar desigualdades, incluso en grandes ciudades como Barcelona. Por ejemplo, el 84% de los barceloneses disponen de conexión a Internet en su domicilio, según el informe “La brecha digital en la ciudad de Barcelona” de Mobile World Capital. Pero si miramos barrio por barrio, el porcentaje oscila entre el 96% de los hogares en el distrito de Les Corts hasta apenas el 62% en Torre Baró.

Es por ello que el Ayuntamiento de Barcelona ha lanzado el proyecto ‘Ciberalfabetización’, para combatir la brecha digital en la ciudad y mejorar las competencias tecnológicas de la población. Son tres programas de formación gratuitos enmarcados en el ‘Plan Barcelona Ciudad Digital 2017-2020’, impulsados por Barcelona Activa y el Consorcio de Bibliotecas de la ciudad.

Este empeño por alfabetizar en competencias digitales a la población radica en buena parte en crear una sociedad más igualitaria con las mismas oportunidades. El economista Adrià Morron explicaba en el artículo “Enseñar a aprender: la educación ante el cambio tecnológico” de CaixaBank Research que “la formación digital es clave para todo trabajador porque Internet se convierte en la puerta de entrada a un nuevo mercado laboral”. Añade: “Un factor obvio es que las tecnologías digitales han pasado a formar parte de nuestro día a día, por lo que requieren que todos tengamos al menos un dominio básico de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)”. El papel de las grandes corporaciones

Iniciativas similares a la de Barcelona se suceden por todo el mundo, pero reducir la brecha digital no es una tarea exclusiva de las instituciones públicas. Microsoft, que ya detectó el problema allá por el año 2000, invierte cientos de millones de dólares en programas filantrópicos como “Yo puedo programar” o el reciente Plan destinado a las áreas rurales de Estados Unidos. Y no es el único gigante tecnológico que lo hace: Google ha respaldado, por ejemplo, el proyecto Loon, que utiliza globos aerostáticos como puntos de conexión a Internet, y Facebook cuenta también con el proyecto Aries, de idéntico objetivo, pero que para ello prevé la instalación de torres de telecomunicaciones y estaciones base.

Proyecto ProFuturo

La verdadera brecha digital se encuentra probablemente en el área geográfica, en el mayor o menor grado de desarrollo de la región o del país en cuestión. Es por ello que Telefónica y Fundación “la Caixa” han impulsado el Proyecto ProFuturo, con el objetivo de promover la igualdad de oportunidades a través de una educación de calidad y equitativa en los países emergentes.

Tras la experiencia de un proyecto piloto en Angola, la Fundación ProFuturo lleva a cabo operaciones en otros países de África subsahariana, América Latina y Asia. Para proporcionar una educación equitativa y de calidad a jóvenes de los sectores más desfavorecidos, la Fundación ProFuturo les facilitará herramientas digitales que les permitan adquirir competencias a través de las tecnologías, contribuyendo así al progreso de las sociedades.

Se espera que iniciativas como esta permitan aumentar el uso de Internet en Asia (donde sus más de 2.000 millones de usuarios ya suponen el 48,7% de los internautas de todo el mundo), África (453 millones, solo el 10,9%) y Latinoamérica (437 millones, un 10,5%), siempre según datos de Internet World Stats.

“Las tecnologías de la información y la comunicación no son una fórmula mágica, pero pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta. Disponemos de herramientas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de instrumentos que harán avanzar la causa de la libertad y la democracia, y de los medios necesarios para propagar los conocimientos y facilitar la comprensión mutua”, dijo en 2003 Kofi Annan, entonces secretario general de la ONU. El camino estaba indicado.

Más en Economía y Empresas