La City teme un lento declive si no prospera la negociación del ‘Brexit’

Judith Mora/EFE

Pie de foto: Vista general del distrito financiero de Londres, Gran Bretaña.

El sector financiero británico, ubicado principalmente en el distrito conocido como la City de Londres, teme un lento declive, con una progresiva fuga de talento e inversión, si no prosperan las negociaciones del ‘Brexit’ en el nuevo plazo previsto. En entrevista con Efe, sus más destacados agentes urgen al Gobierno y a la oposición a propiciar la aprobación en el Parlamento del pacto de salida de la Unión Europea (UE), para empezar a abordar lo que para ellos es clave: la futura relación bilateral. Aunque nadie duda de que la City perdurará como centro financiero de referencia, aumenta el riesgo de que, si no hay acuerdo o este es malo, pierda su actual estatus de líder global con Nueva York.

"La verdadera amenaza es que, si la negociación va mal, podríamos padecer, más que una gran explosión, un lento pinchazo, a medida que la actividad, talento e inversiones fluyen hacia otros lugares", dice a Efe Miles Celic, consejero delegado de la asociación TheCityUK. Remarca que también interesa a la UE aspirar a una relación de máxima cooperación con el Reino Unido, pues "el peligro es que la actividad se marche de Europa hacia los centros de Asia y Estados Unidos".

La Corporación de la City de Londres -ayuntamiento del distrito financiero- y los distintos grupos de presión se preparan de cara a la nueva fase negociadora, después de que la fecha del ‘Brexit’ haya sido pospuesta hasta el 31 de octubre. "Es crucial que los políticos aprovechen esta prórroga para llegar a un consenso que permita salir de forma ordenada del bloque y empezar a negociar el tratado comercial”, apremia Stephen Jones, ex banquero del Santander UK y director de la entidad UK Finance. "No hay que malgastar el tiempo", apunta Celic, mientras que el alcalde o ‘Lord Mayor’ de la City, Peter Estlin, conmina a "romper el impás y hallar terreno común sobre la futura relación".

Pese al estancamiento de las negociaciones iniciadas tras el referendo de 2016, al rechazar tres veces el Parlamento el pacto de salida del Ejecutivo, el sector no pierde la esperanza de conseguir un buen acuerdo bilateral que apuntale su dominio mundial. Aunque hasta ahora Bruselas no se ha mostrado especialmente receptiva a sus demandas, la City aún aspira al "reconocimiento mutuo" tras el ‘Brexit’, que permitiría a este país tener su propia normativa financiera, reconocida por la UE, y conservar el acceso a los mercados europeos. Si, como parece, este ideal no fuera posible, "se debe encontrar la manera de mantener una relación lo más abierta posible", señala Estlin, embajador político del sector.

"Con voluntad política, se puede obtener un acuerdo basado en los principios de autonomía regulatoria, transparencia y estabilidad que funcione para ambas partes", aduce Celic. Advierte de que restringir una relación comercial mutuamente beneficiosa reduciría la competitividad de toda Europa en pro de otros enclaves financieros como Nueva York, Singapur, Hong Kong o Shanghái.

Jones subraya que la Declaración política que acompaña al tratado de retirada compromete a "una cooperación regulatoria estrecha" y a revisar el proceso que aplica la UE para considerar "equivalentes" los marcos jurídicos de los países terceros. "El marco de equivalencia actual debe reformarse", pues "es limitado para acoger el alto grado de conexión de los servicios financieros transfronterizos entre el Reino Unido y los Veintisiete", sostiene.

A corto plazo, la prioridad del sector financiero, que contribuye un 6,5% al Producto Interior Bruto (PIB), es evitar un ‘Brexit’ sin acuerdo. Aunque Londres y Bruselas han hecho planes de contingencia, "persisten los riesgos, como la interrupción del suministro de productos de banca comercial desde bancos británicos a clientes comunitarios”, dice a Efe Jones, el CEO de UK Finance.

Estlin recuerda que hay que resolver también asuntos como "la continuidad de contratos y el movimiento de datos". "Urge cerrar un acuerdo", apunta Celic, que avisa de que "el panorama geopolítico global está cambiando" y, cuánto más dure la incertidumbre, mayor es el riesgo de que "todos quedemos por detrás de nuestros competidores globales". 

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