La importancia de las elecciones y el futuro del Parlamento Europeo

Alex Erquicia

Pie de foto: Cartel promoviendo a los ciudadanos votar en las elecciones de la UE, en la estación de ferrocarril de Schuman, en Bruselas, Bélgica, el 22 de mayo de 2019. REUTERS/YVES HERMAN

Las crisis existenciales por los que ha atravesado la Unión Europea desde la crisis financiera global en 2010 – Brexit, crisis migratoria, globalización - han dejado el proyecto europeo tocado y con necesidad anclar su posición como baluarte de la democracia y las libertades. Con las elecciones al Parlamento Europeo que se celebran del 23 al 26 de mayo, el bloque mira al futuro preparándose para entrar en un nuevo ciclo político, la novena legislatura que dará comienzo el 2 de julio.

Los más de 400 millones de europeos con derecho a voto de los 28 países de la UE (incluyendo a Reino Unido) podrán participar en el proceso electoral europeo a través del que designarán a sus 751 representantes. Son unas elecciones que importan, y mucho, por el papel que tienen en definir el futuro de la alianza económica, política y social en el cambiante mundo y, por supuesto, como garante de la paz en el continente.

Es el Parlamento, que representa a los ciudadanos de la UE, junto con el Consejo Europeo, formado por los gobiernos de los 28 países miembros, la institución que adopta la gran mayoría de la legislación de la Unión. Por su parte, la Comisión Europea, que representa los intereses de la UE en su conjunto, propone las leyes. Los escaños en el Parlamento Europeo se distribuyen entre los Estados miembros en función de la parte de la población de la UE que les corresponde. (Para más información: Guía del ciudadano sobre las instituciones de la UE).

Así, la nueva era política conlleva votar a los eurodiputados que tomarán decisiones sobre los asuntos que son competencias de la UE (como el comercio, las aduanas, las normas de competencia, la política monetaria de la zona del euro y la conservación de los recursos pesqueros) junto con otras que comparten entre la Unión y los Estados Miembros como el mercado interior, la agricultura, el medio ambiente, la protección de los consumidores y el transporte.

Estas elecciones se dan en un contexto de politización de Europa, en el que la UE importa más que nunca pese a que todavía no se haya desarrollado todavía un demos europeo. "No existe una comunidad política europea, sino se trata de 28 elecciones nacionales que más que nunca han sido sobre Europa", aseguró Ignacio Molina, investigador principal de Europa del Real Instituto Elcano durante una presentación en Madrid esta semana.

Pie de foto: Infografía (en inglés) que detalla el papel de los parlamentarios europeos, sus salarios y agenda mensual. AFP/AFP

Poco a poco y de esta manera se viene formando la europeización de la política, que llama el politólogo Jan-Werner Mueller. "Los ciudadanos europeos se han hecho conscientes de que lo que ocurre en otros lugares de Europa tiene una repercusión directa en sus vidas," escribe en Vanguardia Dossier. Es por ello que este año "las elecciones no van a ser de segundo orden, sino de diferente orden", dijo Molina.

La apropiación del sentimiento político europeo por parte de los ciudadanos se ha producido a la par que la aparición de una nueva fractura nueva política en el seno de la Unión: divididos en distintos grupos entre europeístas, liberales y progresistas, por un lado, y euroescépticos, proteccionistas y nacionalistas, por otro. Por ello en muchos países de la UE, estas elecciones enfrentan a los europeístas frente a las opciones más euroescépticas "pero en España no estamos ahí todavía ya que es uno de los países que en el que la fractura de izquierda-derecha es mayor por el poder de atracción de los grandes bloques políticos", afirmó Ignacio Molina.

Por este motivo "fuera de España, el país se ve como una anomalía ya que en España existe un gran consenso europeísta", dijo Charles Powell, director de Elcano. Le avala la publicación recientemente de un estudio de el think tank paneuropeo ECFR que, en todos los Estados miembros, excepto en España, la mayoría de los encuestados pensaron que es probable que la Unión en su forma actual se desmorone en los próximos 10 a 20 años. Aseguran que los niveles de apoyo a la Unión Europea son actualmente altos, pero también lo son el pesimismo sobre el futuro del proyecto europeo.

Para ECFR, en este año de elecciones, "el mayor desafío para la Unión Europea no es el euroescepticismo y el anti-europeísmo, sino el euro-pesimismo". A pesar de ello, el ascenso de los partidos antieuropeos a lo largo del continente, que están en proceso de ganar un tercio de los escaños en el Parlamento Europeo, les servirá para hacer su política basado en paralizar la UE. Está por ver el impacto que tendrán sobre la institución y si los grupos euroescépticos serán capaces de ponerse de acuerdo tras las elecciones.

Este reto, también lo tendrán los partidos tradicionales y su posicionamiento con nuevos partidos de distinto corte, como son los liberales progresistas de La República en Marcha, del presidente francés Emmanuel Macron que, por primera vez, participa en las elecciones europeas. El Parlamento Europeo ha contado en esta anterior legislatura con ocho grupos políticos, que representan a más de 200 partidos nacionales de los 28 países miembros, algo que podría cambiar tras las elecciones de este año.

Pie de foto: La sede oficial del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, Francia durante la jornada de puertas abiertas, el 19 de mayo de 2019. AFP/ PATRICK HERTZOG

"El Parlamento Europeo será un lugar distinto después de las elecciones, dada la necesidad de negociar que todos los partidos del espectro político van a tener que negociar", aseguró Ilke Toygür , investigadora del Real Instituto Elcano. Según la encuesta de las urnas, los dos partidos históricamente importantes (social demócratas y populares europeos) están lejos de la mayoría en el Parlamento Europeo.

"Habrá una necesidad clara por parte de los distintos partidos políticos europeos de negociar, de desarrollar una cultura de consenso, más allá de la histórica gran coalición que parece que no alcanzarán la mayoría absoluta", dijo Ilke Toygür, durante la presentación '¿Hacia un futuro común europeo?'. Ella misma se preguntaba si es algo necesariamente malo, a la vez que afirmaba que los partidos políticos van a tener que salir de su zona de confort.

Haciendo balance del ciclo político que se cierra el Parlamento Europeo se enorgullece de haber pasado medidas para luchar contra el cambio climático. Leyes para favorecer la igualdad de género, el fin del roaming o un mayor presupuesto para programa Erasmus+ son algunas de las decisiones adoptadas en la VIII legislatura del Parlamento Europeo, marcada por la creciente influencia del organismo a través del procedimiento legislativo ordinario, el principal método de toma de decisiones (en el que el Parlamento y el Consejo comparten el poder legislativo).

La composición del Parlamento, según los votos de los ciudadanos, marcará la dirección que tomará la Unión durante los próximos cinco años y su gran estrategia global. Algunos de los restos legislativos que ya están en la agenda y sobre la mesa para la nueva cámara, tras las elecciones de mayo, incluyen acordar los presupuestos y el marco financiero (MFF) de la UE para el periodo 2021-2027; el control de emisiones en el tráfico aéreo; la reforma de la unión monetaria; y la armonización de las políticas de asilo, entre otras.

Pie de foto: Infografía con las fechas de las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2019 en los 28 Estados Miembros. AFP/AFP

La Comisión Europea está impulsando una campaña sobre cómo la UE trae muchos beneficios en la vida diaria de los europeos. El organismo subraya que sin un continente unido muchas de las ventajas de las que disfruta el ciudadano podrían desaparecer. El futuro de Europa, como poder internacional capaz de garantizar la seguridad y la prosperidad de sus ciudadanos, está en juego.

El 2 de julio comenzará la novena legislatura, con la sesión constitutiva de la Cámara en Estrasburgo. Los eurodiputados elegirán al presidente, los 14 vicepresidentes y los 5 cuestores (eurodiputados que tratan cuestiones administrativas y financieras internas) y decidirán el número y la composición de las comisiones parlamentarias permanentes. La sede oficial del Parlamento Europeo está en Estrasburgo (Francia), aunque la institución tiene otros dos lugares de trabajo: Bruselas (Bélgica) y Luxemburgo.

El Parlamento Europeo ha puesto en marcha una nueva web sobre los resultados que se actualizará en tiempo real la noche electoral del 26 de mayo con los resultados de los comicios, incluida información por países, según vaya llegando la información de las autoridades nacionales. Los millones de europeos deberán estar atentos ese día y el resto de la legislatura porque está en juego el futuro de Europa.

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