La joven paquistaní Malala recibe el Premio Nobel de la Paz, junto al activista indio Satyarthi

Por Luz García Pueyo
Foto: Malala Yousafzai, la joven paquistaní que fue tiroteada por los talibanes por defender el derecho a la educación de las niñas.
 
Malala Yousafzai, joven estudiante y bloguera paquistaní que fue tiroteada por los talibanes por defender el derecho a la educación de las niñas, recibió este viernes el Premio Nobel de la Paz. La joven Malala, que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la opresión y a favor de la libertad, compartió el galardón con el activista indio Kailash Satyarthi. Los dos premiados recibieron de esta forma un reconocimiento de la comunidad internacional a su combate contra la explotación infantil y a favor del derecho de todos los niños a la educación. Este galardón  premia su coraje, pues ambos dan “una mensaje de esperanza a los jóvenes”, según dijo el presidente del Comité Noruego del Premio  Nobel, Thorbjørn Jagland, en Oslo. El presidente de la institución recordó  que el 60% de la población del Tercer Mundo tiene menos de  25 años y esto, en su opinión,  “es un pre-requisito para la paz global y el desarrollo que los derechos de los niños y de los jóvenes sean respetados”. “Es una señal a la comunidad internacional”, señaló  Jagland. Sobre  Malala, que con 17 años es la persona  más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz hasta la fecha,  Jagland manifestó que “a pesar de su juventud, ha luchado ya durante varios años por el derecho de las niñas a la educación”,  y “lo ha hecho en las circunstancias más peligrosas”. En el caso de Satyarthi, el Comité destacó  que  este activista pacifista  indio siguió las enseñanzas y  el espíritu de Gandhi, aunque el Mahatma nunca recibió el Nobel de la Paz, en su lucha pacífica en contra de la explotación infantil. El Comité consideró que es “importante el hecho de que un hindú  y una musulmana, un indio y una paquistaní, se unan en una lucha común por la educación y en contra del extremismo”. Los dos galardonados no se conocen todavía. Tendrán ocasión de hacerlo el próximo 10 de diciembre cuando recojan en el Ayuntamiento de Oslo el diploma, la moneda y la cantidad de ocho millones de coronas suecas en que consiste el premio más prestigioso del mundo.
 
 

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